Ha sido un día bastante productivo. Cuando he preparado los pedidos, era jueves, he descubierto que nos quedaban muy pocos Comandos y rápidamente he llamado a la imprenta y he encargado una nueva tanda. Me encanta cuando pasan estas cosas. Debería estar más atento a los avisos del programa de almacén (lo ignoro bastante, me temo) y por eso me llevo estos disgustos. El de la imprenta se ha portado genial y me asegura que para final de mes tendremos la nueva tanda. La fecha era importante porque estamos preparando una sorpresa para el 70 aniversario del Día D.

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Comentaba hace unos días que estaba dándole vueltas a iniciar un proyecto de publicaciones en ebook. Esta semana ha sido una semana de trabajo intenso, ya que la idea que rondaba mi cabeza fue bien acogida en el sótano y eso hizo que me concentrara en darle el pistoletazo de salida. Es lo que he estado haciendo, aunque los días de fiesta y otras obligaciones no han ayudado nada.

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Hoy ha sido un día un poco intenso, lleno de facturas, contabilidad y esas cosas. Sé que siempre me quejo, pero debo reconocer que no es un trabajo complicado, sólo es alienante. Coge una factura, contabilízala, comprueba que tienes el ingreso o el pago en el banco, coge la siguiente factura y así sucesivamente. El problema es mío; como no me gusta nada, siempre lo dejo para el final y cuando me enfrento a la pila de facturas de tres meses, me digo, a partir de ahora hay que hacerlo mes a mes. Me engaño. Sigue leyendo →