Siempre tiene su cosa conocer a un escritor de fama reconocida. Escritor, aunque sea de bestsellers, a fin de cuentas. Y los números de sus cuentas consiguen que no se hagan ascos a sus peticiones. Y más si quiere los servicios de la agencia.
Cuenta Castillo a Clara y su gente que hace mucho tiempo, cuando aún era alguien desconocido, escribía novelillas de género negro/detectivesco con seudónimo en una editorial que hoy en día solo recuerdan pocas personas.
El caso es que, estando siempre atento a las investigaciones que llevan entre manos la policía de Cunia para tener posible material para nuevos libros, ha conectado unos 3 crímenes que a priori parecen desconectados del todo, y así es como los están tratando en sus investigaciones.
Estos 3 asesinatos tienen cierto punto retorcido, macabro quizás. Y lo más importante es que son crímenes que él escribió en esa época antigua. En principio parecen iguales, bastante al menos. El sexo de los muertos, en cada caso, se corresponde con el del libro en cuestión. El nivel social igualmente es similar. Las profesiones ya difieren. Pero en conjunto Castillo cree que alguien está recreando esos asesinatos de ficción en la realidad.
Y cree que es cuestión de tiempo que algún policía pueda darse cuenta de esta relación. O quizás un periodista que sigue los casos policiales. Y tirando de su pasado seguro que en cierto momento se verá salpicada su identidad real. Va a ser un festín para el gran público.
Por ello desea contratar los servicios de la agencia para que puedan investigar quien está detrás de estas repulsivas representaciones de su imaginación. Quiere que, antes de informar él mismo a las autoridades, tener algo más que comunicar. Si se llega al caso de que se hace público y no había informado, siendo conocedor, no quedaría en buen lugar.
Lo primordial en los primeros momentos de la investigación es que el asesino conoce las novelas del alter ego de Ricardo Castillo. Ese será el punto de partida.
Lo que tendrán también que dilucidar, para acotar la posible lista de sospechosos, es saber si realmente son lo que parecen, una representación de los crímenes escritos, o tal vez es una especie de montaje para ocultar uno de los asesinatos en concreto dentro de una telaraña de exceso de pruebas para despistar. Tendrán que investigar por separado la vida de cada difunto para descartar, o no, este pensamiento.
O puede que sea algo más peligroso. El personaje de estas novelas es un trasunto de periodista freelance/escritor que se dedica a resolver robos, crímenes, desapariciones? Y en su última novela, descubriendo igualmente al culpable, es el último asesinado. De esta manera Castillo puso punto final a esta aventura literaria. Es por ello que tampoco pueden descartar que el final de todos estos crímenes sea el asesinato del propio Ricardo Castillo.