Número: 194. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Los padres de Hubert eran ricos. No ricos como para tener un avión privado pero sí para viajar frecuentemente en primera y alojarse en los mejores hoteles. No ricos como para tener una mansión en Neuilly-sur-Siene pero sí lo bastante como para tener un caserón de tres plantas en el área metropolitana de París.
También eran más mayores que los padres de la mayoría de sus amigos; Hubert es el menor de seis hermanos y sus padres pasaban de los cuarenta cuando le tuvieron. Así que le pudieron acompañar poco en sus juegos de infancia y menos aún en su educación moral, que quedó a cargo de profesores y compañeros de clase.
El chico sabía que sus padres eran ingenieros y trabajaban en el mismo departamento del gobierno francés, pero no llegó a saber en cuál exactamente hasta que la tragedia les alcanzó. Teniendo Hubert 16 años, su madre, Elisabeth, comenzó a mostrar los síntomas de una demencia senirl prematura. Su marido, Alain, dispuesto a cuidarla y en posesión de ahorros de sobra, decidió dimitir el mismo días del diagnóstico definitivo. Volviendo de la reunión con su superior, un conductor que dió positivo en alcoholemia le embistió. Alain falleció en el acto.
Fue durante el funeral cuando los hermanos mayores de Hubert le pusieron al tanto de que sus padres trabajaban en una división informática de la Direction générale de la sécurité extérieure, la agencia de inteligencia exterior francesa. De hecho, sus padres eran los principales expertos de la división, la pérdida de ambos era un golpe fuerte para el servicio secreto.
Los dos años siguientes fueron muy duros para Hubert. Sus hermanos le sobreprotegían y controlaban en exceso, siendo ma? duros con él de lo que hubieran sido sus padres. Su madre fue teniendo síntomas cada vez más fuertes pero cuando la ingresaron en una residencia aún se valía por sí misma, a juicio de Hubert.
Furioso con el mundo y sobre todo con sus hermanos, al cumplir los dieciocho se marchó a Barcelona. Allí estuvo trabajando y aprendiendo los idiomas de la región, además de estudiar toda la informática que podía de manera autodidacta o ayudado por elementos poco recomendables de la red para los que empezó a hacer algunos trabajos que le llevaron a Cunia. A la vez, empezó a convertir su ira en una obsesión: la de que sus padres hubieran sido «quitados de en medio», que la enfermedad de su madre sea provocada y el accidente hubiera sido un asesinato. Sin pruebas ni recursos, contactó con Investigación Martín para enterarse de lo que podría valer investigar el caso. Marita fue quien se dio cuenta de que el chico tenía una obsesión morbosa y peligrosa basada en ninguna prueba. Fue ella quien le convenció de dejar de lado de momento ese tema hasta reunir más información y mientras trabajar para ellos como agente independiente, siendo sus habilidades informáticas muy útiles en Perros de caza.
«Bowie» es el apodo que Hubert usó por primera vez en la web cuando comenzó a hacer trabajos de hacking. El nombre le parecía adecuado tanto por el modelo de cuchillo como porque es difícil verle trabajar sin estar escuchando algo de música del Camaleón del Rock.
Nervioso, tendente a la multitarea, concentrado cuando algo le interesa pero disperso cuando no. Siempre parece tenso como una cuerda, tiende a rechazar el contacto físico y la intimidad. Ni siquiera reacciona bien a las alabanzas o el refuerzo positivo. A pesar de ello, siente un inmediato deseo de ayudar a las personas que considera más débiles que él, sobre todo mujeres, hasta el punto de ser algo condescendiente.
Hombre atractivo, de complexión delgada, de 26 años. Pelo largo peinado en rastas y recogido, ojos negros. Suele llevar ropa deportiva o cómoda, de las marcas menos vistosas que pueda. Deambula mientras habla por teléfono pero se queda clavado en el asiento cuando está a los mandos de un portátil.
«Bowie» es el miembro de los Perros de caza que menos se relaciona con el resto, el más independiente y que pasa más tiempo metido en sus propios asuntos, lo que quiere decir, la red. No se va a tomar copas con los demás ni celebra cumpleaños. Sin embargo, sabe que esta empresa es la mejor oportunidad que tiene de saber algo más de lo que cree que le ocurrió a sus padres. Por tanto, se mantiene en contacto constante por teléfono con todos y se deja la piel en ayudar a sus compañeros.
Infancia, Enseñanza básica (1), Enseñanza media (2), Delincuente (1), Aprendiz informático (1), Oficio informático (1)
Imagen de Bowie por Ketut Subiyanto (2020). Licencia Pexels (Free to use).