Número: 157. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
En el Museo de Especies Extintas de Vettera existe una pequeña sala, de hecho una de las más pequeñas, dedicada a los viajeros. De hecho, si no fuera por el contenido de esa sala así como por los escasísimos estudios llevados a cabo por un puñado de investigadores de la Facultad de Xenología de la Universidad de Vettera a mediados del siglo pasado, nada se sabría acerca de esta peculiar y rara especie.
A diferencia de la mayoría de especies que cuentan con un espacio dedicado en el museo, en realidad los viajeros no están extintos. Sin embargo, su número es tan escaso que resulta probable que no tarden mucho tiempo en desaparecer. O al menos eso es lo que afirman los expertos. Claro que debemos tener en cuenta que esto mismo lleva oyéndose desde el primer avistamiento de un viajero. De eso hace ya casi un milenio. Y ahí siguen.
En realidad, la sala del Museo apenas cuenta con una escueta colección de grabaciones, estudios médicos, entrevistas e incluso el cadáver de un ejemplar, conservado en el interior de un cilindro refrigerado. Los viajeros carecen de una cultura o idioma propios, por lo que todos los datos se limitan a presentar muestras biológicas y entrevistas a individuos de esta especie. Incluso el nombre de "viajeros" es solo el apelativo que se les ha dado, puesto que ellos mismos no tienen una palabra para referirse a su especie. Adoptan con entusiasmo la cultura popular de otras especies de su entorno y, de hecho, en su fuero interno se consideran a sí mismos humanos, sheller, tyranos, etc.
Los viajeros son pequeños, bastante más bajos que el típico humano, en torno a los 135 cm. de altura, aunque existe cierta variabilidad por encima y por debajo. Poseen cuatro brazos, lo que en su día llevó a pensar a algunos investigadores que podrían estar emparentados con los boron o los yemerios. Sin embargo, los yemer han desmentido tener cualquier parentesco con los viajeros (aunque todo el mundo sabe que ningún miembro de esta especie es de fiar); en cuanto a los boron, nunca ha podido llevarse a cabo un análisis genético profundo (Los boron tienen la desagradable costumbre de inmolarse con explosivos antes que permitir que les atrapen con vida), así que tampoco puede confirmarse ni desmentirse nada al respecto. Además de cuatro brazos terminados en manos de cuatro dedos, también poseen cuatro ojos, situados sobre largas protuberancias tentaculares muy flexibles. Esta peculiar morfología les permite moverlos y girarlos de forma independiente para mirar en cualquier dirección, dándoles en la práctica un campo óptico potencial de 360° (aunque por lo general en un momento dado suelen estar mirando en una única dirección, dos a lo sumo).
A pesar de carecer de alas, sus huesos son huecos, como los de las aves y algunos otros animales voladores. Su piel es suave, carece por completo de vello y puede presentar literalmente casi cualquier tonalidad uniforme. Hay constancia de viajeros con la piel amarillenta, verdosa, azulada, grisácea, rosada, purpurea, etc.
Se desconoce el planeta de origen de los viajeros. Se han encontrado miembros de esta especie en todas las ramas de la galaxia, excepto en el brazo iroiendi (de donde no hay datos). No son muy longevos, puesto que suelen vivir poco más de quince años; el ejemplar más anciano al que se ha entrevistado afirmaba tener veintiséis años.
Aunque por imitación de otras especies la mayoría desarrolla una personalidad "masculina" o "femenina", aparentemente no tienen sexo y carecen de genitales. O quizás habría que decir que son hermafroditas naturales. En realidad nadie sabe muy bien cómo se reproducen, aunque lo que sí se sabe es que son ovíparos. Parece ser que, por motivos desconocidos, en un puñado de ocasiones a lo largo de su vida sienten la necesidad de poner un huevo, del tamaño de un puño, al cual abandonan luego a su suerte. Del huevo surge un polluelo perfectamente capaz de buscar comida por sí mismo (por naturaleza son vegetarianos, aunque al crecer muchos se tornan omnívoros), que alcanzará el tamaño adulto en apenas cinco años. Una vez se haya desarrollado por completo, el viajero sentirá la necesidad de abandonar su hogar y viajar para conocer otros lugares y gentes. No hay nada que pueda hacerse para evitarlo puesto que parece ser una especie de "compulsión" genéticamente programada en su ADN. Este hecho, unido a la fragilidad de sus huesos, ha hecho especular a algunos xenólogos con la posibilidad de que desciendan de algún tipo de ave corredora migratoria, pero nada seguro se sabe al respecto. Además, la extraña configuración de sus órganos oculares no parece responder a una naturaleza voladora.
Los jóvenes viajeros aprenden extraordinariamente rápido, siendo capaces de comprender un nuevo idioma en apenas un par de semanas, así como de dominar habilidades complejas en meses. Por desgracia, esta asombrosa capacidad de aprendizaje disminuye o desaparece en cuanto alcanzan la madurez.
En general, los viajeros tienen mentalidades que son consideradas "infantiles" por otras especies. A pesar de que existen excepciones y "garbanzos negros", la gran mayoría de ellos son seres inocentes, risueños e irremisiblemente optimistas. Por lo general son pacíficos y amables, aunque también son capaces de recurrir a la violencia si es necesario. Sienten una insaciable e irreprimible curiosidad por todo y por todos, y no dudan en acosar a preguntas a cualquiera cuando encuentran un tema que les interesa. Los viajeros no sienten necesidad de formar comunidades, ni de establecerse en un lugar durante mucho tiempo, ni tampoco de reunirse con los suyos, aunque un encuentro entre dos viajeros es siempre motivo de alegría. En tal circunstancia celebrarán el acontecimiento como si se hubieran reencontrado con un viejo y querido amigo, aunque sea la primera vez que se ven. Después se interrogarán acerca de sus respectivas aventuras y, finalmente, cada uno seguirá su camino en solitario. En realidad, su única ansia es viajar por la galaxia, hacer nuevos amigos y vivir nuevas experiencias. Este afán de ver y hacer cosas nuevas en ocasiones les empuja a cometer imprudencias, como internarse en territorio hostil para visitar un lugar interesante o cometer delitos para obtener dinero con que pagar el próximo billete (aunque nunca delitos de sangre).
Por este motivo es posible encontrar viajeros a bordo de muchas naves espaciales, llevando a cabo todo tipo de trabajos temporales. Suelen enrolarse en naves pequeñas, las cuales visitan más mundos que las grandes naves de las grandes compañías (que a menudo se limitan a atravesar lentamente el sistema mientras un enjambre de lanzaderas van y vienen llevando y trayendo las mercancías).
Edad: 5/15/2
Características innatas: Arco de visión 360°. -1GD en las tiradas de Alerta. Iniciativa primaria +1. Las virtudes Aprender de los errores y Autodidacta se consideran Poderosas para los viajeros. Si permanecen más días que su puntuación de VOLuntad en el mismo lugar (un transporte o una nave en tránsito no cuenta, porque va hacia algún lugar) dejan de recuperar puntos de Mente. Son una especie tan poco frecuente que siempre llaman la atención allá por donde van.
Ocupaciones: Cualquier ocupación que le permita seguir viajando es válida.
Poderes psi: