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Corporación Arian
La corporación Arian tiene unos 50 años de existencia y según su propia información su origen está en una pequeña empresa de mantenimiento para la flota. En aquella época, muchos militares que habían acabado su servicio seguían vinculados a la flota de diversas maneras y, una de ellas, era como empresas subsidiarias del gobierno. Arian se llamaba la coronel detrás de esa empresa original aunque ni ella, ni su familia, se encuentran ahora a los mando de la corporación.
Arian actúa en la ruta Thalamir y, en concreto en los subsectores cercanos a Yu. Tiene cierto prestigio debido a su antigüedad; las empresas de este sector no duran tanto tiempo y acaban adquiridas por otras compañías para usarlas en exclusividad o se arruinan y venden todos sus equipos. La corporación ha sabido mantenerse en ese equilibrio inestable de no crecer lo suficiente para no llamar la atención, pero tener suficiente tamaño para ser solvente y aguantar los envites del mercado. Dos motivos señalan los economistas como fuente de su éxito: una excelente relación con los comerciantes independientes que suelen acudir a ella como primera opción y su movilidad espacial que le permite acudir al lugar donde se necesita antes incluso de que se sepa que van a ser necesarios.
La Corporación Arian cuenta con 2 dársenas de construcción, 6 dársenas de reparación (de menor tamaño) y una nave de la clase Goliath (muy utilizada por los mineros) con la que realizan los traslados de sus dársenas que son todas portátiles. Se dice que está construyendo una nueva dársena de reparación. Tiene un personal de 80 miembros, pero en él solo se incluyen oficiales tecnos y jefes administrativos. Cuando Arian mueve una de sus dársenas, todo el personal de reparaciones es contratado en el lugar de emplazamiento. Eso hace que su llegada sea popular porque cada una de sus instalaciones da trabajo a unas 200 personas. Esa oferta laboral es parte de su fuerza negociadora cuando trata con los planetas para establecer las tasas de órbita y la hace destacar frente a otras competidoras que trasladan equipo y personal. Solo los responsables son fijos y toda la mano de obra menos cualificada (aunque técnicos certificados) es volátil.
La permanencia de las dársenas en un planeta depende de muchos factores, pero el volumen de negocio es uno de los más importantes. La ruta Thalamir no es estable y algunas zonas ganan tráfico en función de circunstancias locales. Arian está atenta a esos movimientos y desplaza sus estructuras orbitales siguiendo esos ritmos. Las dársenas de construcción son más estables y una de ellas lleva en la órbita de Yu desde hace varios años. Dicen los yuitas que el gobierno la utiliza para construir sus naves oficiales y que no les cobra ninguna tasa, pero es solo un rumor. La mayoría de las naves son del modelo ITP Galax (bajo licencia), algo antiguo, pero popular entre los comerciantes independientes.
La responsable de la corporación es Serena "oso" Valder, una humana nacida en el propio Yu. Su apodo de oso se debe a su fuerte complexión, algo intimidante, y a, según la leyenda, sus dolorosos abrazos. Serena es una deportista y, es cierto, que le gustan los deportes de contacto (tipo lucha libre), pero no es verdad que abrace a nadie. En realidad es bastante parca con el contacto físico y muchos la consideran demasiado fría por ello. Conoce la ruta al dedillo (la ha recorrido muchas veces) y tiene una especie de sexto sentido para detectar los cambios. Se dice de ella que puede saber el flujo del tráfico leyendo los rastros de los motores de iones en el espacio.
Otros personajes importantes de la corporación son:
Los analistas de los mercados dicen que si bien la compañía goza de buena salud económica y de unas finanzas saneadas, tiene una gran debilidad en su estructura pues carece de naves armadas. Dicen que, en los tiempos que corren en la Ruta Thalamir, ese es un riesgo inaceptable. La compañía no está armada, según su directora, porque las armas solo atraen problemas. Por otro lado, no todos creen que las dársenas y la nave estén realmente desarmadas (un rumor nacido, probablemente, de la propia corporación).