Llego hasta aquí
El salario del miedo
Semilla de aventura para EXO
La paranoia se ha apoderado de todos vosotros. El trabajo que os ofrecieron para entregar un solo paquete en Ulto no parecía nada de otra galaxia. En si el bulto era de un tamaño considerable y el pago por transportarlo no le hacia un feo a su volumen. Tenias ordenes específicas de no abrirlo bajo ninguna circunstancia, decían que se trataba de algo revolucionario que diferentes entramados empresariales estaban deseosos en echarlo la mano encima. Y que para a posteriori era mejor que no conocierais nada.
El tramo inicial, de Tesaubu a Saelrisa, empezó como cualquier otro viaje. Pero antes de llegar a Saelrisa empezasteis a sentir que no iba todo lo bien que debiera. Como fuere os convencisteis de que la ruta no la estabais realizando en solitario. Si que durante el camino te vas encontrando con otras naves, claro. Pero era la sensación que había alguna que os iba siguiendo. No pudisteis concretar quienes eran ni donde localizarla pero sabias que estaba allí, cerca de la vuestra. Parece que el paquete sí que despierta la codicia de cierta gente.
En Saelrisa prácticamente casi ni os detuvisteis. Lo justo y necesario para repostar y reponer lo esencial. Y el siguiente tramo de la ruta, hasta Noq, si alguien ajeno os llegara a observar, pareceríais una gruja en pleno acto amatorio: ahora un saltito hacia ningún lado, para retomar la ruta; saltitos continuos para realizar uno largo posteriormente;…
También estabais dilatando el tiempo para llegar a Noq, mientras os devanabais los sesos en ver como debíais seguir con la entrega. Estaba claro que no podíais no realizarla. Os iba la paga y la reputación.
Probasteis a mirar el contenido para saber a qué podíais estar enfrentándoos, porqué también esa paranoia tenia cierto pensamiento que a lo mejor vosotros erais un señuelo y que el envío real iba por otro lado… pero… dentro de la caja, que abristeis con mucho cuidado para que nadie pudiera darse cuenta a posteriori de ello, había otra de un material como metálico, pesado y con lo que parecía un panel en el que, supusisteis, se debía de utilizarse para abrirla. Como no supisteis como hacerlo y no querías dejar pistas de que no habíais hecho caso a la demanda del cliente volvisteis a dejar como recibisteis el paquete.
Estáis a punto de llegar a Noq y no sabéis como abordar alguna de las estaciones Miranda, sea la 1 o la 2 .
Quizás podéis esperar para que vuestros perseguidores se muestren. O seguir como hasta ahora y salir pitando. Aunque una parada técnica de cierta envergadura no os la ahorra nadie.
A lo mejor no os sigue nadie y es todo paranoia vuestra…
…o sí, no os sigue nadie, pero resulta que si que os están esperando en Noq, ya que es un lugar que seguro tenías que visitar…
…