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Linkumbulo
Likumbulo es el nombre de una empresa que comercia con un aparato que ayuda a experimentar las vivencias y recuerdos pasados, propios o ajenos. Dicho aparato se llama como la empresa o, más coloquialmente, como Recuerdos Felices.
El aparato es un casco que cubre toda la cabeza al que se le inserta un cristal de datos, en el cual se han recogido de manera previa las vivencias y recuerdos de una persona. Los recuerdos se pueden ver desde la perspectiva del usuario o de la persona de la que se han recogido sus recuerdos.
En realidad, esos recuerdos son grabaciones del día a día de esa persona a través de algún dispositivo portátil. El casco ayuda a ampliar la sensación a base de generar simulaciones sensoriales.
El aparato ha encontrado un hueco en las terapias contra los procesos depresivos: disfrutar de esos bonitos recuerdos de una persona le ayudan en el proceso de recuperación. Los más habituales y más utilizados son recuerdos de seres queridos (parejas, familiares, etc.). Dicho de otro modo, el amor es el tema principal para estas terapias.
Hay un par de puntos oscuros en el uso de este aparato y que sus críticos esgrimen para prohibirlo:
En ocasiones una persona no puede superarlo y se engancha a estas simulaciones. Permanece las 20 horas del día conectado, no come, no duerme… y se apaga lentamente entre una simulación irreal, confortable pero irreal.
Para comerciar con este producto, Linkumbulo ha firmado un estricto código ético: no se puede comerciar con experiencias de soldados en el frente, por ejemplo o con recuerdos sexuales de personas que no han dado su consentimiento para ser grabadas. Sin embargo, hay un boyante mercado negro de este material, proveniente sobre todo de material "recuperado" por hackers marbaganes, quienes son los que suelen venderlos en la República de Verea u otras naciones.