Llego hasta aquí
Leeroy Jenkins
La Leeroy Jenkins es una nave que ofrece servicios privados de rescate en el espacio profundo. El capitán es un varón jional que se hace llamar Nero. Nero es un tipo serio y distante que fuma pithillos (07662 ) y viste con caros trajes cortados a medida. Jamás alza la voz y, pese a su escasa estatura, causa escalofríos a la mayoría de sus interlocutores. De hecho, cuando se enfada casi siempre se limita a mirar fijamente a sus interlocutores con sus inexpresivos ojos negros, que recuerdan a los de un tiburón.
Cuando en la Oficina de Tráfico Espacial (OTE) local se recibe el aviso de que una nave necesita ayuda, uno de los tipos a los que Nero tiene en el bolsillo retrasa brevemente la comunicación del aviso, tiempo que el jional emplea en contactar con los propietarios de la misma antes de que lo hagan las autoridades, ofreciéndose a rescatarla a cambio de un 3% del valor de la nave y la carga.
Se sabe que Nero tiene contactos con elementos criminales, tanto entre los jional como entre las mafias humanas; también se cuenta que no tiene reparo alguno en abandonar a su suerte a los tripulantes de una nave siniestrada si la compañía propietaria de la nave no le paga un plus por el consumo adicional de aire y alimentos. Por supuesto, es detestado por los miembros locales del SREP (01842) ), quienes sospechan que en el pasado ha lanzado señuelos emisores de falsas señales de emergencia para evitar que los rescatadores llegasen a su objetivo antes que él.
Como es de esperar, los tripulantes de la Leeroy Jenkins deben estar disponibles en todo momento. De hecho, en temporada alta de siniestros (para todo hay estadísticas, incluso para saber cuándo es más probable que se produzca un accidente) por contrato están obligados a pernoctar a bordo, para poder salir pitando en cuanto reciban un chivatazo.
Idea de aventura: los PJ serán apresuradamente reclutados por Nero, que necesita refuerzos que puedan partir cuanto antes. Hace un par de días ha caído en sus manos una información relativa a un avistamiento que podría ser extremadamente lucrativo: hace una semana, un carguero que tuvo que hacer una salida de emergencia del subespacio comunicó que había captado unas extrañas lecturas en un punto del espacio en donde teóricamente no debería haber nada. Si las lecturas son correctas, parecen coincidir con el perfil energético de una nave verriana, posiblemente una de las que integraban las flotillas incursoras que se infiltraron en la RFP durante la última guerra; un descubrimiento que podría proporcionarle mucha, mucha pasta...