Llego hasta aquí
Buscabroncas
La Buscabroncas es una nave clase CC-2000 propiedad de CAD S.L., una pequeña corporación formada por algunos de los tripulantes más veteranos que viajan a bordo. Las CC-2000 son pequeñas pero poderosas naves de combate erizadas de torretas y dotadas de grueso blindaje, un enemigo peligrosísimo para cualquier nave civil.
Los buscabroncas se ganan la vida viajando a planetas fronterizos en estado de guerra contra otra potencia insignificante. Una vez allí, se ofrecen a uno de los bandos como corsarios. Es decir, adquieren una patente de corso legal a gobiernos de pequeños planetas que carecen de una flota de guerra propia, pasando así a llevar a cabo actos de corso legal contra otros planetas igualmente intrascendentes (estas peleas entre pequeños enclaves son mucho más frecuentes de lo que se cree, y son también la principal fuente de trabajo para muchos grupos mercenarios de pequeño y mediano tamaño).
Los buscabroncas hacen continuos equilibrios en el fino límite entre lo legal y lo ilegal (por no hablar ya de lo ético), tratando de encontrar el resquicio burocrático que les permita soslayar el Código de Guerra Federal (08042 ) y hacerse con un buen botín a costa de las naves enemigas. Así pues, no es de extrañar que hayan sido acusados de piratería en catorce ocasiones pero, por suerte para ellos, están muy bien asesorados en materia legal y, hasta el momento, han ganado todos los procesos.
El presidente de la S.L. hace las veces de capitán de la nave, aunque realmente todas las decisiones se toman por votación mayoritaria de los socios. La actual presidenta es una humana llamada Piedad Teyer, antigua interrogadora del Servicio de Asistencia al Soldado (SAS) (ver pág. 36 del TCM).
Teyer contrata tripulantes de vez en cuando. Sobre todo le interesa contratar tecnos y artilleros, aunque no le haría ascos a un buen ingeniero o un navegante. Un buen comercial o abogado que negociase los contratos en su nombre también podría hacerse un hueco a bordo, prefiere la acción al papeleo. Las entrevistas de trabajo con Teyer son exhaustivas y agotadoras, pero cuando contrata a alguien y está satisfecha con su desempeño suele mantenerle en el puesto ofreciéndole sucesivos incrementos salariales en concepto de antigüedad. Finalmente, tras varios años de servicio, se ofrece a los tripulantes veteranos pasar a convertirse en socios de pleno derecho de la compañía.
Idea de aventura: los buscabroncas están reclutando personal antes de embarcarse en un conflicto entre dos pequeñas colonias mineras independientes situadas en el cinturón de asteroides del mismo sistema solar. Ambos bandos se acusan mutuamente de haberse robado sendos envíos de suministros y han comenzado a contratar mercenarios para protegerse y hostigar al bando contrario. Lo que nadie sospecha aún es que, en realidad, tras los asaltos se oculta un tercer implicado: Geoexplotaciones Crat, una corporación minera que pretende causar una guerra entre los enclaves para causar inestabilidad como paso previo a llevar a cabo una OPA hostil simultánea contra ambos enclaves.