Llego hasta aquí
Campaña Rey Rojo. Capítulo Dos: El laboratorio
En la segunda parte de esta aventura los personajes se encuentran en Sterea acompañando a la familia Nijchaanli a la entrega del "material" a un laboratorio privado. Les esperan no pocas sorpresas, por no hablar de la acción de "guerra" que un laboratorio rival realizará sobre este para hacerse con el cuerpo de Spino.
Inserción
Probablemente deban pasar uno o dos días de habituación en el planeta, en especial a la extraña tecnología autóctona, de la que son buen ejemplo los faroles aioll [15963 ], que si bien está presente en toda la UPL, en este satélite apenas compite con otra. Esto requiere a los personajes no aioll adaptarse a cosas como que las puertas se abran con el tacto, la comida sea generada por criaturas vivas insertas en las paredes de sus habitaciones o que el medio de transporte más habitual sea a pie o montados en transportadores a modo de vainas abiertas de judía que se deslizan por unas calles que nunca están asfaltadas, sino cubiertas de un musgo naranja ¿O son transportadas las vainas por el propio suelo? La suavidad del movimiento lo hace difícil de saber. Algunas de estas vainas son voladoras y mediante métodos similares a los aerodeslizadores que ya conocen pero construidos de forma orgánica, les llevan de un lado a otro.
En una de estas vainas saldrán un día con sus patrones transportando el ataúd de Spino. Se alejarán de la zona habitada y acabarán recorriendo unos campos uniformes, salvo por algún arbusto, que parecen sembrados aunque no se vea a nadie trabajando en ellos. Los Nijchaanli podrían explicar que en efecto se siembran y diseñan genéticamente para que tengan ese aspecto pero si no hay variedad ni de plantas invasoras es porque no es necesaria y así lo han decidido los aioll de Spino.
Finalmente, el organismo de transporte se detiene sobre la superficie en un terreno llano frente a una colina cubierta de hierba, de formas suaves y apenas cien metros de diámetro. Una tirada de Observación podrá sugerir que sus formas parecen también artificiales, por su exactitud. Nijdaya se acerca al promontorio ella y toca el suelo con la mano. Pasa un rato en esa postura hasta que por fin se levanta. "Tenemos permiso para entrar". Una sección circular del suelo se aparta como un párpado de cinco metros de circunferencia abriéndose. Debajo, una plataforma fabricada del mismo material carnoso que llevan tiempo viendo por todas partes les permitirá descender al complejo subterráneo. Al posarse el ascensor abajo del todo, se encontrarán cara a cara con, vaya, una humana.
Doctora Olaia Sittimonya (de soltera Olaia Montero), genetista
Características y atributos:
CUE 4 Fue 3 Vit 4 Res 3Sistema inmune
La doctora Olaia saludará a los Nijchaanli con la familiaridad aioll del tacto, de tal forma que cualquier personaje con al menos 10 puntos en Xenología o que resida de forma habitual en la UPL podrá suponer que la doctora posee genforos. Por su complejo apellido podrán deducir también que es miembro de una triada aioll, por tanto está casada con uno o dos miembros de esta especie.
En ese punto en el que están la doctora pedirá que cualquier arma que porten ha de ser dejada sobre una repisa al efecto. No serán registrados pero para que Olaia no se dé cuenta de que ocultan algo deberán hacer tiradas enfrentadas de Ocultar contra Observación.
Sin demasiadas formalidades, la doctora les acompañará a la sala donde dice que podrán crear el contrato de tenencia del material genético que traen para su "estudio y posible comercialización conjunta". Mientras caminan hasta allí, comentará algunas características del laboratorio con cualquier personaje curioso o interesado, aunque se notará también que está "vendiendo" la calidad de su empresa a los Nijchaanli. Aclarará al abrir una puerta que hay hasta seis métodos distintos de protección que impiden el paso a los no compatibles genéticamente, que ni siquiera se puede obligar a los trabajadores del laboratorio a abrir las puertas porque han modificado genéticamente sus genforos para que no puedan hacerlo sin sus supervisores. Y los únicos supervisores son ella y su familia, dueños del lugar desde hace diez años.
Irá mostrando alguna oficina y saludando con confianza a trabajadores, todos ellos aioll, que se irán cruzando. Si alguien tiene la poca delicadeza de preguntar si este lugar y métodos son legales, la doctora se reirá. "¿Creéis que esta seguridad es para no ser detectados? Sterea entero está conectado físicamente a sus gobernantes. No podríamos ocultarnos aunque quisiéramos, así que es mejor llegar a arreglos." No aclarará más allá de esto.
Mientras caminan hacia la sala en la que van a almacenar el ataud, los personajes pueden hacer tiradas de Orientación para hacerse una idea de dónde van y dónde están con respecto a la salida, pues el lugar es bastante enrevesado. Protuberancias en las membranas que hacen de puertas a las diversas salas indican con un número cuál es cada una, pero no hay más señales. Esta tirada de Orientación les debe servir después para llegar al despacho de Olaia sin ser vistos o detenidos cuando empiece el jaleo.
Endocitosis
La sala de almacenamiento de muestras es amplia y funciona a la vez como laboratorio. Membranas de los más diversos tamaños ocupan todas las paredes ocultando huecos de almacenamiento, mientras que el interior de la sala tiene un buen número de soportes carnosos de los que emergen distintas extremidades insectiformes que sirven como instrumental de laboratorio, mezcladas con instrumental de primera clase para humanos.
El ataúd se traslada al centro y se conecta a una máquina mediante la que le insertan varios tubos delgados que empiezan a sorber sustancias del interior. Vainas cristalinas van surgiendo de la máquina y llenándose con distintos líquidos ya separados y filtrados.
Mientras la máquina trabaja, Olaia aprovechará para presentar a los dos aioll que hay allí, Sittire y Kanya, su familia génica. También explicará que una vez el cuerpo haya sido procesado, lo destruirán y comenzarán a trabajar con los subproductos. "Especialmente este", dice señalando una vaina especialmente pequeña que se va llenando con un líquido rojo, demasiado transparente para ser solo sangre.
El proceso dura unos veinte minutos durante los cuales los Nijchaanli aprovecharán para pagar a los personajes cualquier adelanto acordado y/o explicarán que necesitan tenerles allí al menos un mes mientras se realiza la investigación que han contratado en este laboratorio.
La dirección de juego puede decidir en qué momento se produce el asalto. Si se produce cuando la vaina roja se ha llenado, pueden estar tentados de cogerla antes que los asaltantes, mientas que si está llena a medias pueden estar tentados de elegir entre ella, que es el objetivo de los asaltantes, y el propio cadáver.
El ataque comenzará cuando algo o alguien hace que las carnes del techo de la sala se abran con un espantoso sonido, siendo posible para quienes pasen una tirada de Alerta reaccionar mientras esto ocurre, antes de los primeros disparos.
Tanto Olaia como su familia se apartarán con miedo pero demasiado tarde para la doctora. Los disparos de los lanzaavispas [http://edsombra.com/des/?p=4273] que portan los asaltantes impactan primero en el torso de la humana, quien cae al suelo pálida y temblando. Al contrario de lo que sería la reacción humana normal, sus familiares se quedan paralizados y temblando. Su relación íntima les hace detectar de inmediato que Olaia va a morir y eso les provoca un shock paralizante.
Del techo, colgando de cuerdas orgánicas descienden media docena de aioll armados con lanzaavispas y manos aioll [http://www.edsombra.com/index.asp?apa=99&numrev=71&seccion=6&pagina=1]. No hacen un descenso muy rápido, dando un asalto entero a los personajes a actuar.
Asaltantes del laboratorio
Características y atributos:
CUE 4 Fue 4 Vit 4 Res 4Ventajas: aioll solitario; estos asaltantes no forman familias, es una unidad mercenaria formada solo por aioll solteros que se han modificado para no sentir necesidad de contacto por unos aioll concretos, valiéndole el de cualquier camarada. En consecuencia, tampoco se paralizan si ven morir a uno de ellos.
Los asaltantes en realidad no tienen intención de matar a nadie más, disparaban para obligarles a echarse al suelo pero si los pjs responden, se parapetarán y comenzarán a organizarse para intentar coger el mayor número de vainas de producto procedente del cadáver que puedan antes de huir. En caso de ver que las cosas les van mal, no tendrán problema en huir lo más rápido que puedan, incluso dejando compañeros caídos. Estos saben lo que deben hacer: generarán un veneno interno y anularán sus sistemas de defensa biológicos. En un par de horas habrán muerto.
Si quieren rehuir el combate, para los personajes el principal problema va a ser salir de allí cuando las puertas están preparadas para que no se abran ni a su contacto ni al de los Nijchaanli. Pueden usar a los familiares de Olaia pero habrá que arrastrarlos prácticamente.
Otra posibilidad es la propia Olaia, que les estará haciendo gestos para que se acerquen a ella. Si lo logran, la bioquímica les procurará tocar con sus propios genforos y sin pedir permiso a la persona tocada, le transferirá una serie de sustancias que les permitirán abrir las puertas del laboratorio durante una hora aproximadamente. Además, en susurros y mientras se le escapa la vida, les pedirá que vayan a su oficina personal, en la puerta 32, y rescaten "el producto más importante que hemos creado". Se lo describirá como una vaina cristalina con una materia rosácea blanquecina en su interior. Les pedirá que eviten que sea robado e incluso que su familia lo obtenga. "El producto que habéis traído no se puede usar sin él. Lo necesitáis". Es posible usar la habilidad de Orientación, conjuntada con la tirada anterior, para localizar en el laberinto de pasillos dónde debería estar en buena lógica la sala 32.
Por supuesto, su prioridad podría ser sacar de allí a sus patrones, los Nijchaanli, pero ellos están interesados en llevarse de allí al menos una muestra de la sangre o la toxina de Spino y desde luego les interesa el tema de la "materia" que guarda Olaia en su despacho. Pueden ir antes o después del robo, habiéndolo frustrado o no o incluso decidir no realizar esa tarea. En base a esas decisiones la partida puede discurrir por un lado u otro, como veremos en el siguiente capítulo de la campaña.
Ojo: si los asaltantes les escuchan hablar entre ellos de recuperar algo del despacho de la doctora (los lanza avispas no hacen mucho ruido y ellos pueden hacer una tirada de Escuchar) podrían querer perseguirlos para hacerse con lo que quiera que sea también, aunque no si ven que les lleva mucho tiempo. Ellos han venido a por algo muy concreto.
Sin tener a alguien que les abra las puertas, los personajes deberán enfrentarse a los "seis métodos" que tiene cada puerta para evitar la aprtura. Primero, el cierre es biológico y abrirlo sin elementos químicos adecuados requiere mucha fuerza. Segundo y tercero, en caso de rotura las puertas lanzan un gas tóxico de potencia II y una nube de ácido de potencia 4. Cuarto, se lanza un aviso a toda la nave y, quinto, algunos de los empleados disponen de macanas vampiro [http://edsombra.com/des/?p=2779]. Por último, una puerta abierta avisa a las demás para que en caso de que las toque alguien sin los genes adecuados no solo no se abran sino que intenten devorar la mano integrándola en su propia carne; el personaje que no pase una tirada de Alerta para apartarse a tiempo puede sufrir daño I en la mano, una vez por asalto hasta que logre soltarse (la Fue de la puerta es 8).
Convalecencia
Dependiendo de cómo se resuelva el asalto pueden pasar cosas muy distintas a partir de este punto, por lo que vamos a hablar de cada una de las opciones que al autor se le ocurren.
El despacho de Olaia presenta un problema, averiguar dónde está la vaina que buscan. La persona "tocada" por los genes de la doctora puede ir buscando por las paredes, abriendo membranas hasta encontrar la correcta pero si a estas alturas los familiares de la científica están más tranquilos también podrían querer ayudar a cambio de hacer algún trato. La familia Nijchaanli puede aportar bastante dinero a la ecuación para poder llevarse el material para investigar en alguna otra parte y los Sittimonya han perdido el interés en algo que se ha mostrado tan peligroso.
La vaina en efecto coincide con la descripción de la doctora y aunque su familia no sabe lo que contiene exactamente (lo humanos, ya saben cómo son, a veces ocultan cosas a su familia génica), sí pueden decirles que se tata de un tipo de IA biológica. Un cerebro construido, aunque sin todas las capacidades de uno real y con materia fabricada en laboratorio, no obtenida de animales o seres inteligentes, ni criada. No es calificable por tanto como persona, aunque hay otras IAs en la galaxia que podrían objetar a esto.
En caso de que el grupo de personajes salga de allí con los Nijchaanli, sin quedarse a charlar con los dueños del centro de investigación, podrían hacerlo llevándose todo o parte del cuerpo, todo o parte de los fluidos, incluyendo o no el que contiene más cantidad del virus NheTi:Narä, y/o el frasco oculto en el despacho de Olaia. Lo que logren llevarse y lo que quieran hacer con ello, incluyendo si permanecen al servicio de los aioll son factores que, como ya hemos mencionado, tendrán repercusión más tarde.
¿Y esa IA qué es en realidad? Olaia, a pesar de querer a su familia, no acababa de convencerse a sí misma de que no estuviese influida químicamente por ellos, de manera que creó esta IA al principio del matrimonio y la dotó de la personalidad más parecida posible a la suya, junto con información sobre el comportamiento de sus compañeros y conocimientos de psicología. La IA era a quien la doctora consultaba cuando tenía dudas sobre su familia, aunque cada vez menos. La doctora ahora sabe que ha sido traicionada por alguien y cree que ese alguien es un aioll. Este gesto moribundo de poner a los personajes en contacto con la IA está destinado a que esta les ayude a descubrir al culpable. En cierta medida, veremos más adelante, la doctora tiene razón.
Por cierto, ¿quiénes son los asaltantes? Los aioll pueden explicar la frecuencia con que unos grupos de investigación asaltan a otros para pelear por la primacía en algún descubrimiento o patente pero en este caso es muy raro que supieran el momento exacto de llegada y extracción del "material". La realidad que de momento seguirá oculta es que se trata de mercenarios contratados por alguien que sabe perfectamente qué están haciendo aquí los aioll y lo que hay en el cadáver, pues les envía en última instancia Estrella Millán, aunque a través de unos intermediarios peligrosos que conoceremos en el siguiente capítulo. Pide a la mesa de juego que esté atenta (o que revise) a la noticia que saldrá en el siguiente número de la revista Desde el Sótano. Se llevarán un susto, sin duda…
En el próximo capítulo…
Nuestro improvisado líder miró directamente a Nijdaya y le apuntó con el dedo.
"Hable, amigo. Aquí hay mucho más que un cadáver con algo raro en la sangre. ¿Qué es lo que tiene? ¿Para qué sirve? ¿Por qué se ha tomado alguien tantas molestias y riesgos para conseguirlo?"
"Eso no le incumbe, haga su trabajo y..."
"Me incumbe, no incumbe porque aumenta el peligro, puede que más allá de lo que queramos arriesgar. Hable. Ahora. O nos vamos."
Aunque no todos estábamos de acuerdo con el farol, hicimos todo lo posible por evitar que se nos notase. Había mucho dinero en juego, quizás más si esta gente nos necesitaba para cubrir sus blandos culos además de para sacarles del satélite.
Nijdaya miró al resto de su familia y les tocó en el hombro. Ellos respondieron al contacto como si les bastase esa comunicación para hablar. En lugar de palabras se estaban transfiriendo neurotransmisores con información sobre el estado emocional de cada uno. Sin interrumpir ese contacto, el cabeza de familia se volvió a nosotros.
"Está bien. Empezaré por contarles quién fue Arturo Spino".
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