Llego hasta aquí
GRANADEROS
Con la popularización de las armas portátiles de pólvora pronto surgió la idea de concentrar la mortal carga en dispositivos de mano que pudieran ser arrojados en el campo de batalla para ayudar a la infantería en las operaciones de asalto. Nació así la granada de mano. Como siempre que surge un nuevo tipo de arma los estrategas militares dedicaron sus esfuerzos en sacarle el mejor partido posible, creando un cuerpo especializado en su uso, los granaderos. Este tipo de tropas tenían que ser robustos, altos y resistentes pues debían llevar un peso suplementario de granadas y ser capaz de lanzarlas lo más lejos posible. Además debían ser veteranos fogueados, ya que normalmente se les enviaría a tomar posiciones al asalto empleando el arma que daba nombre al cuerpo.
Para cuando estalló la Guerra de la Independencia está función original había quedado un tanto desvirtuada. Las ocasiones en la que era necesario que una tropa específica arrojase granadas sobre una posición eran bastante escasas, así que los granaderos habían perdido gran parte de la función principal que les daba el nombre. Si que mantuvieron su carácter de tropa de élite, encuadrada dentro de una unidad más grande y pensada para tomar un papel predominante en las operaciones de asalto.
Tal era la popularización de esa tropa que normalmente todos los regimientos de infantería de línea tenían un batallón de granaderos. Estos vestían con un uniforme característico, del que lo más representativo era el tocado, el morrón en los ejércitos francés, español o portugués y la mitra en los ejércitos británico, prusiano o ruso. El batallón o compañía de granaderos se nutría de entre los más destacados soldados de cada regimiento, en los que la altura, la fuerza y el arrojo eran características a destacar. Ser escogido granadero suponía una serie de privilegios (en algunos ejércitos estaban exentos de ciertas tareas de guardia) además de una paga extra. A cambio solían emplearse para tomar posiciones al asalto o tomar plazas estratégicas en el campo de batalla. De hecho era práctica habitual el tomar todas las compañías de granaderos de uno o más regimientos y formar un batallón independiente para acciones puntuales en el campo de batalla. Esto dio lugar a que se formasen regimientos completos de granaderos en las grandes batallas campales.
Profesión de especialista: Granadero
Los granaderos eran siempre veteranos de recia complexión y probada experiencia. Además de en el lanzamiento de granadas se les entrenaba en el uso de piezas de artillería y en tácticas de asalto.
Profesión de acceso: Soldado de infantería, Infante de marina, Soldado de artillería.