Traficantes

El edificio se encuentra casi en ruinas, de sus cincuenta alturas apenas veinte tienen algún ocupante y ninguno se mira, ni siquiera cuando se desplazan en el elevador interior. Ramón vive en la segunda planta, concretamente en la puerta H. En una vivienda completamente enrejada a la que le han pintado tantos grafitis en su fachada que ya no se distingue dónde empieza uno y acaba otro, amontonados sin piedad en una amalgama de dibujos y frases inacabadas. Solo uno se mantiene por encima de los demás, encuadrado alrededor de una de sus ventanas y siempre limpio. Se trata de un ofidio enroscado sobre sí mismo circunvalando el alfeizar, en realidad es una señal holográfica que indica que Ramón tiene mercancías para vender y que utiliza tanto aquí como en la esfera de datos, para avisar a sus clientes.

El interior, por el contrario, está plagado de sensores de seguridad y en el salón de la vivienda, que hace de despacho, es dónde tiene dispuestas varias armas apuntando a la entrada, junto a un viejo robot de seguridad que hace de su guardaespaldas. Pero en contra de lo que se pudiese pensar, Ramón no tiene sus mercancías aquí -así evita a sus clientes la tentación de robarle y las redadas policiales- en realidad las tiene en el ático, dentro de una cámara de seguridad camuflada como un trastero, a la que nunca entra acompañado de nadie.

Estamos en un barrio cualquiera, de una ciudad anodina, en un planeta igual a otros muchos de la galaxia y Ramón… No se llama Ramón, ése es solo su apodo para que la policía no sepa su verdadero nombre y le confisque las preciadas mercancías que vende a cualquier persona que viva al margen de la ley o no le importe cruzar la línea.

Traficante aioll

Los aioll siempre van en familias de tres miembros y últimamente en muchos sectores están cada vez peor vistos, lo que ha conseguido que esta familia abandone su negocio "legal", aunque ya entonces no era más que una tapadera de su verdadera fuente de ingresos: Las drogas a medida y agentes neurotóxicos.

Traficante cromter

Su resistencia al vacío y capacidad de volar siempre le han facilitado las cosas para evitar los sensores de vigilancia planetaria cuando traslada la mercancía, que compra a los piratas espaciales, hasta su pequeña nave planetaria llena de contramedidas.

Su especialidad son las piezas de tecnología para naves espaciales.

Traficante humano

Omnipresentes en el espacio refepero y de forma especial entre las líneas grises que delimitan lo legal e ilegal del comercio interespacial. A este traficante le gusta denominarse a sí mismo como "comisionista", ya que si él no lo tiene, es fácil que lo encuentre.

-Te puedo conseguir cualquier cosa. Solo necesito el tiempo y dinero necesario -le gusta decir a sus clientes.

Su especialidad son los contactos y equipos armados.

Traficante jional

Miembro de una de las múltiples Casas en las que se divide su especie, gracias a la cual casi siempre tiene las mercancías que más reclaman sus clientes. En su barrio (área de influencia) es temido porque pese a su aspecto de niño confiado, es capaz de rodearse de la peor calaña para vengarse de cualquiera que se interponga en su camino o le intente jugar una mala pasada.

Sus especialidades son las armas y la información.

[2] Traficante marbagán

Aunque de entre los descritos en este artículo son los que menos presencia tienen en la RFP, son tan conocidos y temidos que no se podía dejar de lado a estos traficantes vocacionales. Según las leyes de la RFP la mayoría de las veces sus actos son más propios de piratas espaciales que de comerciantes, pero cuando llega a la ciudad, solo se queda el tiempo justo para organizar un encuentro en su nave marbagana con todos los clientes del sistema y cercanos, en donde se entremezclan los espectáculos más violentos, junto a las subastas de cualquier cosa y las fiestas más orgiásticas.

Su especialidad son los esclavos y las naves espaciales "limpias" bajo bandera de la Federación.

Traficante yemer

Aunque casi siempre está viajando con su gremio, Ramón mantiene esta base de operaciones en el planeta desde donde contacta con sus clientes favoritos cuando consigue esas exóticas mercancías que tanto les gustan.

Su especialidad son los animales y venenos.