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Sessi Corp
La que, en numerosas ocasiones, ha sido definida como "la corporación de nombre más ridículo de toda la República" fue fundada en Vettera en el 1420 dV, apenas un año antes de que la famosa "Doctrina Henssen" relajase considerablemente la legislación vetterana en todo lo que a pornografía se refiere. De hecho, se ha venido diciendo que los fundadores de Sessi Corp gozaban de información privilegiada que les permitió adelantarse a sus posibles competidores. En realidad, resulta bastante más probable que el proceso fuera justo al revés, y que una abultada inyección económica a las campañas de ciertos candidatos clave al Consistorio vetterano fuera lo que, en realidad, propició el súbito cambio legislativo.
Sessi Corp vivió sus momentos dorados en aquella época, con un crecimiento meteórico durante sus primeras décadas de existencia que la llevó a superar a corporaciones más antiguas dedicadas al mismo sector económico. La reacción social que siguió a la guerra Corporativa había fomentado una represión sexual que, irónicamente, provocó el clima necesario para el éxito de la Sessi Corp. De hecho, incluso su propio nombre era una burla del famoso "Supremo Conocedor", un predicador religioso con gran ascendiente sobre la sociedad vetterana de la época. Este hombre jamás pronunciaba correctamente la palabra "sexo", sino que tendía, posiblemente de forma inconsciente, a suavizarla diciendo "sesso". Estaba claro que el nombre de la empresa ya era toda una declaración de guerra contra aquéllos que sin duda alguna iban a ser sus principales detractores. Y vaya si lo fueron, en sus primeras décadas de historia Sessi Corp tuvo que enfrentarse a 342 procesos judiciales, de los cuales solo perdió cuarenta. En realidad, se ha dicho y no sin razón que la animosidad del "Supremo Conocedor" y sus seguidores contra Sessi Corp solo sirvió para darle publicidad gratuita, así como cierta fama de luchadora por las libertades civiles (fama que todavía perdura en la actualidad, lo que resulta curioso tratándose de una corporación tan increíblemente sexista).
Desde entonces, los tiempos han cambiado y, actualmente, la mayoría de la población de Vettera tiende más a ver el sexo como algo natural y menos como algo sagrado y prohibido. Aunque la relación entre la sociedad y el sexo sigue una serie de ciclos oscilantes (para más información consultar el estudio "La civilización sin sexo", del Prof. Tadeus Pombel de la Universidad de Vettera. 3370 dV.), en general la sociedad vetterana actual es mucho más liberal que en el pasado. El resultado práctico para Sessi Corp es que la pornografía ha ido, muy lentamente, reduciendo su cuota de mercado en una crisis poco acusada pero continuada. Por este motivo, Sessi Corp se ha visto obligada a ir adaptando sus productos a las cambiantes circunstancias del mercado. En la actualidad, sus productos pornográficos son solo una parte de su catálogo, superado por su impresionante lista de productos anticonceptivos, drogas estimulantes y juguetes y complementos eróticos de todo tipo. Tan solo una pequeña parte de sus ingresos procede de sus edificios y locales repartidos por toda la República, que utilizan todo tipo de avanzadas tecnologías RV para intentar reproducir los ambientes de cualquier fantasía sexual. A estos "moteles del amor" se llega ya acompañado: Sessi Corp no se dedica al proxenetismo ni regenta prostíbulos (aunque tiene firmados contratos de suministro con infinidad de ellos). Pese a todo, esta "leyenda negra" perdura y las malas lenguas afirman que, en muchos establecimientos de la compañía, el personal del motel puede encargarse de proporcionar acompañamiento remunerado a los huéspedes.
Además de la infinidad de "moteles del amor", la corporación posee propiedades (grandes parques temáticos para adultos) no solamente en Vettera, sino también en 37 planetas más. La sede de la compañía se encuentra en unas macroinstalaciones en el planeta Sidida (sistema Gohagoar), de donde proceden dos tercios de sus ingresos. O al menos eso declara la propia Sessi Corp. En realidad parece insultantemente palmario que no es así, sino que solo pretenden aprovecharse de las óptimas condiciones fiscales que pueden encontrarse en Sidida.
El Presidente Ejecutivo de la Sessi Corp es un hombre llamado Dick Cock, un carismático playboy que, desde su extravagante "mansión del placer" de Sidida, finge presidir la compañía y sirve como rostro público de la misma. En realidad, se sabe que Cock es solamente un actor representando un papel, al igual que los veintitantos que le han precedido. Circula por ahí una leyenda urbana que afirma que, hace décadas, la Sessi Corp intentó "fichar" a Giggi Ciccerone para que interpretase el papel de presidente (evidentemente antes de que la fama del actor, modelo y presentador fuera tan inmensa como es ahora), pero que éste rechazó amablemente el papel.
La Sessi Corp es propiedad de cerca de 14.000 accionistas, entre los que destaca el grupo formado por los catorce herederos de los socios fundadores, que aglutinan un 23.7% de las acciones. En realidad, nadie está completamente seguro de quién controla la compañía, puesto que los catorce herederos actúan a través de apoderados y, en varias ocasiones, se han enfrentado entre sí a la hora de tomar decisiones empresariales. Se dice que varios de los herederos son conocidos personajes del mundo financiero, político y cultural de Vettera, motivo por el cual desean que su participación en esta empresa quede en un discreto segundo plano.