Llego hasta aquí
Gravedad cero
Moverse en un entorno de ingravidez, también denominado "gravedad cero", no resulta una actividad tan sencilla ni tan relajante como los holofilms de acción suelen hacernos creer. Emular las gráciles y fluidas evoluciones de los jugadores de pel·les es algo que solo está al alcance de quienes se han entrenado durante años en entornos carentes de gravedad. Aquí, acciones aparentemente tan anodinas como cruzar una habitación, beber o dormir suponen todo un reto para los neófitos; y no hablemos ya de actividades como combatir u operar una nave espacial, tareas que requieren un adiestramiento específico. Más de un aspirante a pirata, mercenario o galactoterrorista ha visto su carrera súbitamente segada cuando la gravedad artificial de la nave o estación espacial que pretendía asaltar ha sido desconectada y ha quedado flotando indefenso en el vacío, incapaz de hacer otra cosa que flotar descontroladamente hasta que ha sido abatido o detenido por las autoridades.
Efectos generales de la ingravidez
Dolencias relacionadas con la ingravidez
Síndrome de adaptación al espacio
También llamado la "enfermedad del espacio" o, más popularmente, "borrachera espacial". Se trata de un malestar que ocurre en diferente medida según cada especie y que, en los humanos, solamente se manifiesta durante el primer día en ingravidez. Rara vez se prolonga durante dos días y los casos de tres o más son prácticamente inexistentes. Se manifiesta como mareos y vómito así como debilitamiento general (a efectos de reglas se considerará que el PJ está Aturdido). Este mal es fácilmente tratable con prometazina u otro medicamento con efectos análogos.
Redistribución de fluidos
Se trata de un desplazamiento de líquidos hacia la parte superior del cuerpo. Los líquidos se desplazan hacia el tórax y la cabeza originando hinchazón y sensación de pulsaciones en el cuello, obstrucción nasal y adelgazamiento de las extremidades inferiores y de la cintura. Este efecto provoca dificultades motrices al regresar a una gravedad normal (a efectos de reglas se considerará que el PJ está Impedido). Si no es tratado, el problema es sencillo y se alivia bebiendo un preparado salino antes de regresar a condiciones de gravedad normal.
Descondicionamiento cardiovascular
El corazón reduce su trabajo debido a la reducción de líquidos en el cuerpo (aproximadamente de un 10% en los humanos). En el caso de los humanos también se reduce sustancialmente el número de glóbulos rojos. En la práctica, este efecto no afecta sustancialmente al metabolismo humano y desaparece tras unas pocas semanas en gravedad normal pero para algunas especies puede suponer un problema mayor: el ritmo de recuperación de Puntos de Mente se ve reducido a dos, o incluso a uno, por hora de sueño, durante varias semanas.
Descondicionamiento muscular
Debido a la falta de gravedad los músculos tienden a perder masa ya que el peso de las extremidades desaparece y la mayoría de los músculos solo ejecutan una ínfima parte de su capacidad de esfuerzo para moverse. Este efecto se remedia con la realización de ejercicio durante todo el tiempo de ingravidez (motivo por el que resulta tan habitual que haya pequeños gimnasios incluso en las naves peor equipadas y/o espartanas). Algunos fabricantes han acoplado en sus monos de trabajo para uso de tripulantes espaciales unos tirantes elásticos especiales que comprimen el cuerpo, originando una fuerza contra la que deben oponerse los músculos. Algunos modelos incluyen pequeñas baterías que suministran pequeñas descargas eléctricas localizadas que contraen los músculos (terapia de electroestimulación).
Deterioro óseo
Durante mucho tiempo este grave problema no fue reversible pero, afortunadamente, a lo largo del último milenio la ciencia médica ha desarrollado nuevas terapias capaces de compensar la descalcificación que se produce durante las estancias prolongadas en ambientes ingrávidos.
La descalcificación ósea, también llamada "raquitismo espacial", afecta a la mayoría de las especies conocidas. Tan solo los cromter, fremios (de forma natural) y verrianos parecen ser inmunes a sus desagradables efectos (estos últimos fueron modificados genéticamente por las Reinas hace muchas generaciones para resistir los efectos), de lo que podemos extrapolar que todas las especies cuyos rasgos raciales incluyan un bonificador a su habilidad de G0 serán igualmente inmunes a esta dolencia.
El raquitismo espacial no afecta a todas las especies al mismo ritmo sino que parece estar relacionado de algún modo con su patrón de envejecimiento:
Maniobras en G0
Básicamente la habilidad G0 representa la habilidad para lanzarse en la trayectoria adecuada para llegar al punto al que se pretende llegar y agarrarse a algo (las naves sin gravedad tienen agarraderas por todos lados a tal efecto). Moverse en gravedad cero depende mucho más de la agilidad y la coordinación que de la velocidad. Para moverse por gravedad cero es necesario llevar a cabo una TA de G0 y comprobar el resultado:
Equipo útil
Botas magnéticas
Una alternativa altamente recomendada a los viajeros espaciales novatos es el uso de botas magnéticas, descritas en la sección de equipo del manual básico. En este caso quienes las usen podrán moverse a una velocidad constante igual a la mitad de su capacidad de Andar (Normal).
Propulsor de aire
Un propulsor de aire comprimido es un pequeño aparato en forma de mochila que absorbe aire por un lado y lo expulsa por el extremo opuesto, concentrándolo en un chorro de intensidad regulable. Su uso requiere bastante práctica pero aumenta significativamente la velocidad de desplazamiento en ambientes sin gravedad. La mayoría de los modelos pueden emplearse de dos formas, normal y turbo. El modo normal proporciona un penalizador de +1 GD a la TA de la habilidad G0 pero incrementa la velocidad de desplazamiento en tantos metros como el resultado del d-. El modo turbo proporciona un penalizador de +2 GD a la TA de la habilidad G0 pero incrementa la velocidad en tantos metros como el resultado del d+. Los propulsores de aire pesan unos 0.5 kilos y cuestan alrededor de 15 e.
Chicle espacial
Protagonista de numerosos chistes de tecnos, el chicle espacial es una variante del chicle ordinario que, tras mascarse durante unos segundos, puede ser empleado para pegar algo a una superficie. En realidad no es más que un chicle ordinario que, al secarse, se convierte en una especie de masilla capaz de fijar temporalmente dos objetos entre sí. Suele ser usado en naves sin gravedad artificial para mantener objetos unidos a la superficie de una mesa. Es biodegradable y no-tóxico y tanto su peso como su precio son prácticamente despreciables, apenas 1 e. por un paquete de unas nueve o diez unidades. Algunas de las marcas comercializadas incluso saben bien.