Llego hasta aquí
Hoy es una mañana tranquila en Vettera. Las fiestas nocturnas han acabado ya y sólo algunos rezagados vuelven a sus casas deseando estar en ellas. Me gusta cuando la ciudad parece desierta, con pocos ruidos y me gusta contemplarla desde la altura de la Aguja. Es como contemplar una reproducción a escala de esta urbe, odiada por muchos, amada por todos.
No he podido dormir; creo mi mujer ha vuelto a enfadarse conmigo. Últimamente es una escena que se repite en exceso. Creo que está cansada de las exigencias de mi cargo, de las ausencias, de los secretos. A veces creo que me tiene un poco de miedo. Si supiera lo que yo sé, huiría de mí y de todo cuanto me rodea. Al darme un beso de buenas noches, una costumbre que mantenemos desde nuestra época de novios, cuando nos conocimos en aquella fiesta de la universidad, me ha deseado un feliz nuevo año. Creo que la respondí: "con que sea un año, me conformaré" y ese fue el motivo de su enfado. Me acusa de estar siempre pensando en términos trágicos, como si mañana fuera a ser el último día. Ella no sabe, pobre, que mañana podría ser el último día.
Los iroiendi llevan demasiado tiempo callados y eso me preocupaba. Me gustaban más antes, cuando intentaban clonar a mi dulce hija o cuando extendían enfermedades entre los sheller. En aquella época sabía lo que teníamos que hacer; respondíamos a amenazas reales a problemas a los que podíamos enfrentarnos. Ahora no parecen hacer nada y me pregunto: ¿están preparándose para algo o se están enfrentando a algo? Y si es lo segundo, y creo que lo es, qué puede haber entre las estrellas de nuestra galaxia, que puede existir entre los diez brazos de la espiral con el poder suficiente para distraer a los poderosos seres de energía. Y si es lo primero, ¿qué diablos están haciendo? ¿Y dónde?
Pensé, inicialmente, que el cambio de gobierno tyrano y la muerte del presidente era cosa de ellos. No era cosa nuestra, así que no había otros candidatos. Sin embargo, la nueva presidenta me tiene algo perplejo. Debo confesar que la encuentro algo atractiva, a pesar de las diferencias raciales, y no me gusta tratar con gente a la que considero guapa; quizás esa sea la razón por la que me entiendo tan bien con otras razas alienígenas. Me tiene perplejo, decía, porque si como creía era una candidata de los iroiendi, se está separando públicamente de ellos. ¿Es posible que el enemigo hubiese intentado que radicalizar Tyran, pero la traición, tan humana por otra parte, de Nikita haya trastocado todos sus planes? Si es así, ¿qué están haciendo para retomar el rumbo? Si los tyranos se muestran débiles o indecisos, atacaremos a los iroiendi sin pensarlo; nos inventaremos cualquier casus belli y entraremos en Alfeiron como hicimos con el brazo Coco. Por eso es tan importante lo que está haciendo Riima en Ilib. ¿Es cosa suya? Lo que demostraría que su fachada moderada es un engaño; ¿o están poniéndoles las cosas difíciles? Lo que predice un pronto cambio de gobierno y hace que detengamos nuestra mano destructora. Quizás debiéramos ofrecerles nuestra amistad, regalándoles algo a cambio. A Victoria no le gustará nada, pero podrían quedarse con Cahir a cambio de su neutralidad en nuestras acciones en Alfeiron. Tengo que comentar esta idea con el gabinete,
Ahora que pienso en ella, Victoria se está convirtiendo en un problema. Ya me advirtió Furis, cuando hicimos aquella pantomima para que se retirara, que Victoria era muy directa y que no le gustaban nada los rodeos políticos, pero es tan intensa. Hablar con ella es como tratar de parar un huracán del planeta Bestera. Lo que está haciendo en Cahir, con esos ataques masivos sobre población civil, acabará trayéndonos consecuencias; quizás no todas malas. Cree que el único lenguaje que entienden los radicales anarquistas de la Voz es el lenguaje de las armas, el golpe directo. Debo reconocer que cuando acabaron con la última Voz (retransmitido casi en directo) a principio del año pasado, tuvimos una época de bastante tranquilidad en el sector Libertad. En el fondo son un grupo de descerebrados descoordinados con suficiente carisma como para que otros mueran por ellos. Me pregunto cuántos libertarios hubieran permanecido si Victoria no hubiera sido tan dura con ellos (o no les hubiera destruido las casas). Quizás tenga que convencer a Furis para que vuelva, aunque ya le he pedido tanto que sería injusto para él y para su familia.
Mi familia... creo que Kennell se cree cada vez más las jerigonzas mesiánicas que le cuenta a los suyos. Aún no han conseguido detener el ataque del robot iroiendi y ya ha destruido cuatro sistemas estelares, varios millones de personas han muerto o han perdido todo lo que tenían. Le he ofrecido enviarle algunas unidades exo para acabar con la amenaza, pero me ha dicho que no, que Ceimar ya se va a encargar del problema. Su fe en esa iroiendi renegada es un problema. Me pregunto si es consciente que cuando acabemos con sus hermanos, también acabaremos con ella. Confieso que la tecnología que nos va facilitando con cuentagotas es muy interesante. Ya hemos equipado a todas nuestras naves exo con el motor subespacial de giro, efectivo y demoledor; pero aplicar esa misma tecnología a las naves de línea es imposible. Mis científicos dicen que la masa implicada la hace inviable. Nos está entreteniendo con caramelos y creo que su verdadero objetivo es convertirse en el nuevo dios de la galaxia. Ese es un puesto que, por ahora, prefiero que permanezca vacío.
Si necesitamos tecnología avanzada, los verrianos parecen más dispuestos a compartir la suya. Cierto es que lo de la IA autoconsciente que acabamos de eliminar en el sector Cignus fue un accidente. Pero si son capaces de provocar esos accidentes, ¿qué podríamos hacer con una guía adecuada de sus capacidades? Este año hemos abierto las rutas comerciales con el sector K-51 y les hemos prometido nuestro apoyo si alguna de sus vecinas decide aplicar ese raro concepto de honor racial que manejan. Muchos habitantes de la RFP creen que los insectos no tienen nada que ofrecernos y que sus productos nunca se venderán en los mercados humanos. No comprenden que no queremos lo que fabrican, los queremos a ellos. Hemos tenido dos largas guerras con ellos y en las dos hemos ganado por muy poco, nunca de forma definitiva. En realidad, fueron los iroiendi los que rompieron su cohesión racial y, de alguna manera, los derrotaron. Sabían, y ahora nosotros también sabemos, que los verrianos son su enemigo natural, posiblemente, uno de los pocos capaces de derrotarles en un combate cuerpo a cuerpo. Si conseguimos incorporar nobles verrianos a la octava flota, nuestra victoria sobre Alfeiron estará asegurada. La reina de K-51 lo sabe y sabe que la victoria de los iroiendi la convertirá en la reina sobre las reinas. En el fondo, su ambición es tan humana.
Si los sheller me leyeran, creo que me reprenderían. El Camino de una raza, me dirían, no puede torcerse en beneficio de uno, aunque ese uno represente a trillones. No harían nada, sin embargo. Excelente pueblo este el sheller. Se han enfrentado dos veces este año contra los iroiendi y los han vencido. Una en su propio espacio y otra en el sector Alfeiron. Para llegar a él tuvieron que cruzar el espacio de Veria. Creo que la reina lo supo al instante, pero prefirió dejarles pasar. Es cierto que los sheller aún no se han enfrentado a las grandes naves iroiendi que, según Ceimar, pueden destruir planetas y sistemas estelares completos, pero, aún así, su capacidad de enfrentarse a naves de línea iroiendi y derrotarlas es encomiable. Nuestros enfrentamientos con ellos no han sido siempre tan positivos. Les he dicho a los sheller que publiciten sus victorias, que es importante que la gente las conozca y que sepan que podemos derrotar al enemigo, pero me han respondido: "uno no debe enorgullecerse de la destrucción". Lo dicho, extraño e interesante este pueblo sheller.
La infección nethi:narä se está extendiendo y me temo que no podemos hacer nada aún. Me gustaría atomizarlos a todos y reducir su espacio en Gelu a millones de neutrones. Pero no tengo efectivos para hacerlo. La guerra sería larga, como la otra vez, y tendría que desviar efectivos del Sector Libertad o de la frontera con Alfeiron. Sólo espero que cuando podamos dedicarles nuestra atención, no sea demasiado tarde. Estoy pensando acelerar la intervención contra lo libertarios; olvidarnos de la ayuda humanitaria e invadir directamente. Ya nos acusan de ello de todas formas, pero no creo que pudiera defenderlo ante el Senado. Quizás podríamos pensar en alguna forma de justificarlo.
Además, tampoco son los nheti:narä nuestra inmediata preocupación. Cada día leo más y más informes preocupantes sobre avistamientos más allá del sistema Coco. Algo o alguien ha conseguido organizarse y sobrevivir en los restos del imperio génico. Han pasado más de mil años, no es extraño, pero quizás debamos volver a destruirles antes de que se recuperen del todo. ¡Si tan sólo tuviera una flota más completamente equipada! Quizás deba sacrificar a Hassel a sus voraces vecinos y llevarme esa flota a Coco, pero mover una flota es tan complicado y tan lento. Si el acuerdo entre Hassel y Wintell fructifica en un acuerdo de paz, quizás me la lleve. ¿Y si son los iroiendi quienes están detrás de este renacimiento génico? ¿Estamos preparados para vencerles?
Mi último pensamiento de esta primera noche es para Oeon y para los herederos de los Bucklaimer. No tardarán mucho en darse cuenta de la debilidad del Pueblo Libre y son de esa clase de políticos que ocultan los problemas declarando una guerra. Quizás debamos enfrentarlos a los tyranos, así tendríamos a nuestros enemigos entretenidos; quizás podríamos hacerles recuperar la cordura, derrocar a la casa Bucklaimer e instaurar un verdadero sistema democrático como el nuestro. Cualquiera de estas cosas sí que sería un FELIZ 3467."
Diario del presidente Ayala (última entrada del año 3466)