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Agoslas Vitor
"Ya lo hacemos nosotros." - Vitor
Historia
Agoslas Vitor no es ciudadano de origen de la R.F.P., ya que nació en Jotilsa, el planeta natal de los olieros, integrado en la Baronía Hassel. La Armada no dispone de demasiados datos acerca de su vida antes de que, al igual que muchos de sus compatriotas, fuese enviado a la República como parte de un contingente "en comisión de servicios" (cedido a la R.F.P. como pago a cambio de tecnología avanzada que su gobierno había recibido de manos de ésta). Parece ser que nació en el año 3369, y que es oriundo de Gunzar, uno de los múltiples estados que forman parte de la balcanizada Jotilsa. También se sabe que, a pesar de sufrir una deformidad congénita que por poco impide su ingreso, un jovencísimo Agoslas se presentó voluntario para servir en las fuerzas armadas gunzarianas, completando su adiestramiento básico con el rango de ghavi (equivalente a sargento).
Como hemos dicho, en el año 3399 dV. Vitor fue elegido para formar parte de una fuerza militar enviada a servir en la R.F.P. Sus primeros meses al servicio de la Armada transcurrieron en un campamento militar de Lemm (sistema Lera), mientras los olieros recibían entrenamiento en las tácticas y el armamento republicanos. Cuando los olieros completaron su instrucción, el contingente oliero fue reestructurado para adaptarlo a su nuevo destino. Vitor, que ya durante el entrenamiento había destacado por sus dotes de mando, fue ascendido al rango de teniente y puesto al frente de una centuria, la cual fue inmediatamente destinada a bordo de la RFP Opalina, una fragata de asalto clase Libertas perteneciente a la IV Flota destinada en la zona caliente del frente verriano.
Su bautismo de fuego fue la famosa Batalla de Hiel (3401 dV.). En ella, la Opalina resultó abordada por el enemigo. Vitor, que era el oficial al mando de los infantes de marina a bordo, fue el encargado de dirigir la defensa del puente de la nave. Las tropas olieras de Vitor lograron rechazar a los verrianos en una enconada lucha cuerpo a cuerpo, empujándolos de vuelta a las lanchas de desembarco y salvando así la nave, a la que ya casi se daba por perdida. Por esta acción, el Teniente Vitor fue felicitado por el Alto Mando.
Durante los siguientes años, Vitor participó en operaciones bélicas a lo largo de toda la frontera verriana, realizando numerosas incursiones tras las líneas enemigas. De esta época, destacan en su hoja de servicios su participación en el ataque a una estación espacial en el antiguo sector Fardt, en la que los soldados bajo su mando lograron capturar a un noble verriano. También en esta época participó en la liberación de Gerule, uno de los llamados "mundos perdidos" (colonizados por los humanos antes del final de los años oscuros), en el actual sector Caliste. Gerule era un planeta habitado por humanos que llevaban siglos bajo el yugo verriano; éstos mantenían a los colonos en un estado de atraso tecnológico y los usaban como mano de obra en labores agrícolas a cambio de su "protección" (es decir, trabajaban a cambio de que no les bombardearan).
Al final de su periodo de servicio obligatorio, el joven Vitor decidió no regresar a su Jotilsa natal. Se reenganchó y solicitó la nacionalidad republicana, que le fue concedida en el año 3411 dV. En el 3413 dV. participó en la famosa Batalla de Agrenon, una de las últimas de la 2ª guerra Verriana, aunque en esta ocasión sus tropas no tuvieron la oportunidad de entrar en acción.
Tras el final del conflicto, el Teniente Vitor fue transferido a la 829ª Legión. La 829ª era una fuerza formada por batallones de elite integrados exclusivamente por veteranos olieros. Estas intimidantes tropas solían ser enviadas a planetas con graves disturbios, ya que carecían de lazos emocionales con los civiles y porque, a menudo, su simple despliegue bastaba para pacificar a los revoltosos o por lo menos para hacer que se lo pensasen dos veces antes de soliviantar a los olieros. Por desgracia, "a menudo" no significa "siempre"...
En el año 3429 dV., Vitor fue enviado a Ir'bali, un planeta del sector Ambaler en donde se había establecido una pequeña colonia de seguidores de la fe samaa'anica. El problema era que Ir'bali era un planeta propiedad de una corporación minera llamada Vlastohe. La Vlastohe estaba en posesión de los derechos de explotación desde hacía más de doscientos años, aunque en todo ese tiempo nunca los había ejercido ni había realizado prospección alguna. Los samaa'istas de Ir'bali, que se llamaban a sí mismos delucanos en honor a su líder, habían colonizado ilegalmente el planeta casi cincuenta años atrás, cuando habían llegado allí guiados por su líder espiritual, el otismo Rafael d'Luca.
Tras dos décadas de pleito en los tribunales, el Consejo Supremo Intergaláctico de Justicia había dado la razón a la Vlastohe. Ante la resuelta negativa de los delucanos a acatar la sentencia y desocupar el planeta, la corporación movió algunos hilos en el Senado de Vettera para que fuera la propia Armada quien les expulsase de Ir'bali. La unidad de la que formaba parte Vitor fue movilizada, embarcada a bordo de la RFP Libriana y enviada inmediatamente al sector Ambaler. Sus órdenes eran claras: obligar a los colonos a desalojar el planeta.
Sin embargo, había algo con lo que no habían contado: los delucanos no eran un simple grupo de típicos campesinos samaa'istas, sino que la doctrina de los seguidores de d'Luca entraba dentro de lo que se denomina feísmo, la rama más integrista y violenta de la fe Sama'a. El otismo d'Luca había traído a sus seguidores hasta su particular tierra prometida y ahora no estaba dispuesto a dejar que se la arrebatasen. Durante los últimos años los delucanos se habían armado y fortificado su colonia recurriendo al mercado negro, un detalle que el hasta el SSR desconocía.
En el preciso momento en que las lanzaderas que llevaban a los olieros descendían hacia Ir'bali, fueron recibidas por una pesada (aunque imprecisa) cortina de fuego de artillería, la cual destruyó el 20% de las mismas. Al mismo tiempo, varias naves suicidas que habían permanecido ocultas al otro lado del planeta se lanzaban simultáneamente sobre la Libriana, dañándola de forma irreparable y dejándola varada en una órbita que, tarde o temprano, provocaría su caída sobre el planeta.
El humano al mando de la 829ª Legión, el General de Brigada Felipe Norton, había muerto durante el ataque a la Libriana junto con gran parte del resto de los oficiales que le auxiliaban. Los suboficiales que habían sobrevivido se encontraban ahora aislados y sin posibilidad de recibir órdenes ni de ser evacuados, y el de mayor grado entre ellos era un simple capitán. Para empeorar las cosas, el General Norton había cometido otro grave error. Esperando encontrar resistencia únicamente en la capital del planeta, no había suministrado a sus tropas equipo de supervivencia. Desafortunadamente, las lanzaderas que habían logrado evitar el fuego antiespacial enemigo y aterrizar lo habían hecho a decenas o incluso cientos de kilómetros de su punto de llegada previsto. Los delucanos enviaron sus patrullas a cazar a los supervivientes...
Los informes del Alto Mando afirman que, pese a encontrarse perdidos y acorralados, las tropas olieras mantuvieron una fría calma. Usando los comunicadores, los suboficiales que habían sobrevivido lograron actuar coordinadamente. Aprovecharon los ríos y corrientes acuáticas naturales del planeta para moverse invisibles (gracias a sus capacidades anfibias naturales), burlando así a las patrullas enemigas hasta poder reagruparse. Durante las siguientes semanas no solamente lograron evitar su captura sino que, una vez pudieron reunirse con sus camaradas, su mayor experiencia y disciplina militar se impusieron y pasaron a la ofensiva, avanzando pueblo a pueblo hasta llegar a las afueras de la capital de la colonia, en la que irrumpieron a principios de Salku. En este punto la lucha se empantanó, ya que los fanáticos delucanos vendieron caro su pellejo y los olieros se vieron obligados a tomar casa por casa. Finalmente, tras dos semanas de encarnizados combates callejeros, la llegada de refuerzos decantó la balanza a favor de las fuerzas invasoras, poniendo así fin a un sangriento conflicto en el que nadie ganó nada y en el que tropas de la Armada habían masacrado a decenas de miles de civiles. La R.F.P. echó tierra sobre el asunto y la "Batalla de Ir'bali" apenas hizo aparición en los medios, limitándose éstos a decir que había sido provocada por un grupo de fanáticos religiosos que habían colonizado ilegalmente un planeta. Las quejas de las sectas samaa'nicas que sabían algo más sobre el asunto fueron ignoradas y silenciadas.
Esto es lo que dicen los informes del Alto Mando. La realidad solamente pueden contarla los que estuvieron allí y lo vivieron personalmente; y la realidad es que las tropas olieras sobrevivieron a más de tres meses de combates continuos sin apoyo logístico y luchando contra un enemigo muy superior en número, ¿cómo demonios lo hicieron?
Lo cierto es que, por muy duros que fuesen y bien preparados que estuviesen los olieros, los miembros de la 829ª Legión seguían siendo meros mortales, y los mortales necesitan comer. Abandonados a su suerte con el equipo de infante básico y sin provisiones, cada decuria tuvo que procurarse su propio alimento, algo extremadamente complicado en un ecosistema desconocido y más cuando muy pocos tenían los conocimientos necesarios para ello. Evidentemente, la caza no pudo satisfacer sus necesidades así que los olieros recurrieron al saqueo de los pueblos y granjas que iban encontrándose a su paso. Sin embargo, pronto los nativos comenzaron a huir de ellos, buscando refugio en la capital planetaria no sin antes haber liberado o sacrificado a sus animales domésticos (los olieros son carnívoros estrictos).
Sin otra alternativa que rendirse al enemigo o perecer de hambre, los olieros optaron por recurrir al canibalismo: se alimentaron de carne humana, que era la única que no escaseaba. Al principio solamente de la de los muertos, pero pronto también de la de los prisioneros capturados. El Teniente Vitor, como casi todos los demás, tomó parte en estos actos barbáricos; y él no lo hizo de mala gana como algunos, sino que disfrutó plenamente de cada "plato". Cuando la R.F.P. descubrió cómo habían sobrevivido tapó todo el asunto, ya que habría sido un tremendo escándalo de haberse descubierto. Después licenció discretamente a los suboficiales olieros de mayor rango que lo habían permitido y disolvió la 829ª Legión, repartiendo a sus miembros entre otras unidades.
Vitor y varios cientos más de olieros, todos ellos veteranos de Ir'bali, pasaron a formar parte de la Reserva. Paradójicamente, Vitor fue ascendido a Capitán y puesto al mando de una aislada base que orbitaba un remoto planetoide en la frontera verriana. Allí languideció durante las siguientes dos décadas, intentando que lo sucedido fuera olvidado por el Alto Mando.
Con el tiempo, lo ocurrido en Ir'bali perdió importancia y Vitor pudo volver a aspirar a destinos de mayor responsabilidad. Tras el final de la 2ª guerra Verriana, el aperturismo social y racial había venido afianzándose poco a poco en la Armada de la R.F.P., y Vitor formó parte de la primera promoción de militares olieros que pudieron acceder a la escala de oficiales. Para sorpresa de muchos, sobresalió en los exámenes, consiguiendo una de las mejores calificaciones de los últimos cincuenta años, muy por delante de sus compañeros de promoción. Por sus méritos fue ascendido al rango de mayor y destinado de regreso a la IV Flota.
Durante los últimos diez años Vitor ha participado en dos acciones reseñables: las Batallas de Frenler y Septimus.
En Frenler, un planeta helado de mal recuerdo, las tropas de la R.F.P. se las tuvieron que ver con la sublevación de un grupo de mineros que se quejaban de sus condiciones laborales. Lo más divertido del asunto es que, posiblemente, los mineros tenían razón; pero cuando empezaron a secuestrar civiles, poner bombas y derribar mercantes espaciales, la Armada tuvo que intervenir para cortar de raíz el tema. Militarmente no fue muy complicado, pero a nivel táctico fue una masacre. Durante esta batalla el Capitán Vitor volvió a probar la carne humana y es por eso que, pese al frío, la recuerda con bastante cariño. La cosa no alcanzó ni de lejos lo que sucedió en Ir'bali, ya que solamente se trató de unos pocos incidentes aislados por parte de Vitor y unos cuantos de sus hombres de mayor confianza. Aunque finalmente la posterior investigación interna del SAS no pudo demostrar nada de lo sucedido ni se llegaron a presentar cargos, durante meses hubo rumores que se extendieron por la toda la flota. Finalmente y para evitar mayores complicaciones, Vitor y sus tropas fueron transferidas como refuerzo a la VI Flota, que en ese momento partía hacia el recién abierto frente del Sector Libertad bajo el mando de Furis de la Rosa.
Su prácticamente nula relación con sus nuevos superiores hizo que, cuando Furis decidió desertar para atacar Oeon en solitario, el Mayor Vitor no se sumara a los leales al Almirante. En vez de eso regresó junto con sus tropas a su base en la R.F.P., en donde formarían parte del germen con el que se reconstruyó la 6ª Flota.
Septimus, uno de los planetas situados en la frontera entre el Sector Libertad y la R.F.P., fue uno de los primeros destinos de los convoyes humanitarios republicanos. Los revolucionarios atacaron sin aviso a los cooperantes que llevaban los suministros. Fue una misión complicada por la lucha urbana, por tener que luchar contra un enemigo poco convencional y por la necesidad de localizar, proteger y salvar a civiles inocentes. De hecho, durante la batalla un grupo de tropas enemigas logró infiltrarse tras las líneas republicanas y alcanzar la posición del cuartel general. El Mayor Vitor casi pierde la vida en la defensa del mismo, pero finalmente todo salió bastante bien. Justo tras la batalla llegó la orden del Alto Mando que ascendía a Vitor a Comandante. Vitor se convertía así en el oliero de mayor rango de toda la VI Flota. Un símbolo para su gente.
El año pasado, el Comandante Vitor formaba parte de un contingente de tropas destinadas a reforzar varias guarniciones cuando la RFP Ferler, la nave en la que viajaban fue desviada de su curso y se vio envuelta en lo que ha comenzado a llamarse "Incidente Orien", una operación destinada a capturar al infame Destructor de mundos.
Sin un oficial superior presente, los Comandantes de la Ferler tuvieron que consensuar rápidamente una cadena de mando. Como la mayoría de los olieros, Vitor no era demasiado popular entre los demás comandantes, y fue deliberadamente excluido de todo puesto de responsabilidad en la misión.
Durante las operaciones en Orien, el Comandante Vitor fue constantemente humillado y desdeñado por el resto de Comandantes presentes, los cuales ignoraron sus consejos y sugerencias y le obligaron a seguir una estrategia que consideraba estúpida y errónea y que, a la larga y como se demostró, provocó el fracaso de la misión. Vitor descargó su frustración con los prisioneros libertarios, a los que trató de forma cruel e inhumana; según se dice con numerosas ejecuciones de miembros de las milicias que se habían rendido. De hecho, volvió a recaer en su vieja debilidad por la carne humana, y con él también gran parte de sus oficiales y soldados. Ignoró las órdenes de capturar vivos al mayor número de prisioneros posible y dio órdenes a sus tropas de actuar con la máxima dureza. Finalmente, a tanto llegó el rencor que Vitor acumuló contra los demás comandantes que hizo lo que nunca antes había hecho: desobedeció una orden directa dada por el Comandante Arin, que era su superior en ese momento y a quien Vitor consideraba un completo imbécil y un cobarde.
Entonces estalló el artefacto nuclear y en un segundo todo se fue al infierno.
Nadie sabe cómo pero el Comandante Vitor, junto con unos cuantos cientos de sus soldados, logró sobrevivir. Sin embargo, la explosión de un artefacto nuclear evitó que pudiera cubrir convenientemente sus huellas y esta vez sus depredaciones quedaron al descubierto cuando los investigadores del SAS descubrieron miles de cadáveres en fosas comunes.
Habiendo sido dados por muertos y antes de ser detenidos, Vitor y sus soldados más fieles consiguieron hacerse por la fuerza con una nave y huir del planeta. Sabedores de que no encontrarían refugio en ninguna de las potencias de la zona, huyeron con destino a los puertos libres de Cahir, en donde se han convertido en mercenarios que ofrecen sus servicios a los gobiernos planetarios de la zona. Se dice que son varias las facciones locales que ansían los servicios de un grupo tan experimentado como éste, y que la que finalmente logre hacerse con ellos definitivamente tendrá una poderosa arma con la que amenazar a sus vecinos. También se rumorea que muchos supervivientes de los antiguos Mercenarios de Mali, una fuerza de mercenarios olieros que fue diezmada en los enfrentamientos de la desintegración del Imperio, están acudiendo a Cahir para ponerse a las órdenes de Vitor. Sea como sea, lo cierto es que los Mercenarios de Vitor (como se les llama a falta de un nombre mejor) parecen haberse convertido en una fuerza a tener en cuenta en el futuro de Cahir...
Descripción
Vitor sufre una malformación congénita que hace que la gruesa placa ósea que protege su cerebro tenga una forma extrañamente prominente y su nariz sea picuda y deforme. Esto es considerado bastante horrible por los olieros, aunque los miembros de otras especies apenas parecen notarlo. Para empeorar aun más las cosas, una gruesa cicatriz cruza todo el lado derecho de su cara: el recuerdo de la garra de un verriano que casi le cuesta el ojo derecho. Entre estas dos cosas, Vitor ya está acostumbrado a que nunca será famoso por su belleza.
En la actualidad suele ir vestido con su viejo uniforme de combate, al que ha arrancado todas las insignias. Él y sus hombres iban bastante bien pertrechados en Orien y aún conservan casi todo su equipo. En los últimos tiempos resulta habitual verle embutido en su armadura de combate AL-7 (ver página 77 del TCM) y con su Del-Fermer 12AZ. Una precaución nada exagerada dado el clima de continua preguerra que se respira en Cahir...
Personalidad
La personalidad de Vitor ha sufrido profundos cambios en los últimos meses, sin embargo nadie parece haberse dado cuenta de ello. Para casi todo el mundo sigue siendo el carismático comandante de siempre, aunque a veces tiene la mirada perdida y parece estar un poco distraído (pero es normal con todo lo que ha pasado). La realidad es que en algún momento algo se ha roto dentro de su cerebro y ya no es el sereno oficial que era antes. Quién sabe si tal vez por haber consumido el cerebro enfermo de un humano, desde lo de Orien ha comenzado a sufrir los primeros síntomas de una incipiente esquizofrenia de origen orgánico. Los síntomas están desarrollándose a gran velocidad, mucho más rápido de lo que lo haría en un humano. Estos síntomas se irán haciendo cada vez más y más frecuentes y sus consecuencias futuras pueden ser terribles.
Pese a todo, por ahora sigue poseyendo el mismo cacumen táctico de siempre; es más, sigue siendo una de las más brillantes mentes militares de toda la República. Esto, unido a su creciente impredecibilidad y al número de soldados que tiene a sus órdenes (y que a cada día que pasa aumenta en un goteo lento pero continuo), sin duda causará graves problemas en la zona.
Cómo jugarlo
Puedes jugarlo como quieras. Vitor es un comodín en manos del DJ, capaz tanto de lo mejor como de lo peor. Puede ser igualmente un patrón o un enemigo de los PJ, dependiendo de las circunstancias. Lo único que está claro es que es una olla a punto de estallar, y que cuando lo haga seguro que no lo hará él solo.
Ficha
CUE: 7 fue: 6 vit: 5 res: 6Habilidades (valores sin atributos)
Habilidad - Valor
Conocimiento Técnico (astrografía) 15Capacidades Especiales
Influencia diplomática. Pese a todo lo ocurrido en Orien, el Comandante Vitor sigue siendo considerado un héroe por muchos de los soldados olieros que sirven en la Armada de la R.F.P. Posiblemente le ayudarían si éste se lo pidiese y no implicase romper demasiado las normas.
Defectos
Apariencia horripilante. Debido a la malformación de su placa ósea craneal, Vitor es uno de los olieros más feos de la galaxia. Su apariencia es 1 y es bastante complicado que ésta suba (tal vez con cirugía estética radical...).Ocupaciones
Soldado de infantería