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TRAJES DE VACÍO AUTO-SELLANTES
Memorando A12478-CF
Trajes de Vacío Magna 3
Los combates espaciales han ido evolucionando a medida que la tecnología aceleraba su progreso, y lo que era más importante, se podía aplicar de forma práctica. A partir de este hecho incuestionable, las armadas espaciales (excepto los verrianos) han tenido siempre como uno de sus objetivos tecnológicos el garantizar lo máximo posible la integridad y seguridad de su personal, pues son conscientes de la importancia que tienen para ellas su personal altamente cualificado.
Tradicionalmente, las medidas de seguridad de nivel personal se suelen circunscribir a reforzar los trajes de vuelo o trajes de vacío del personal de vuelo, generalmente creándolos de tejidos reforzados como Malla Supraceptora o añadiéndoles refuerzos blindados a los ya existentes.
Estas medidas son capaces de proteger al usuario del impacto de metralla ligera o de golpes y contusiones, pero desgraciadamente no están totalmente adaptados al infierno que se puede desatar en una nave implicada en una batalla naval. Una vez que una nave es alcanzada por las armas enemigas, su interior se puede convertir en una trampa mortal, descompresión explosiva, incendios, emisión de gases nocivos aunque uno de los mayores temores de las tripulaciones es la desintegración de los mamparos, convirtiéndose en una letal lluvia de metralla, que literalmente puede partir a una persona en dos.
A nivel de construcción naval, una de las medidas más usuales contra este serio problema es cubrir los mamparos más susceptibles a convertirse en metralla con una capa de material especial, ya sea un laminado de polímeros o un tejido antibalístico. El problema de esta solución es que no es práctica para extenderse a toda la nave (ni siquiera a todas las naves) ya que es una solución costosa. Aparte, dificulta las tareas de mantenimiento o de reparaciones en una situación de emergencia, ya que por ejemplo, los tecnos tendrían que retirar esa capa en el caso de necesitar realizar una soldadura de emergencia.
Dado que proteger de forma integral las naves es una solución poco práctica, hay que volverse entonces hacia el objetivo de esta pretendida seguridad, los tripulantes. Como se ha comentado, los trajes de vuelo o de vacío suelen estar hechos de tejidos reforzados, que son incapaces de resistir grandes impactos. De hecho, la única forma de proteger a un tripulante sería dotarle de una armadura de combate, lo cual, aparte de ser escandalosamente caro, seria una solución muy poco practica, pues impediría a los tecnos o los pilotos realizar su trabajo con comodidad.
Ante este hecho incuestionable, desde Soluciones Integrales Nimmo hemos asumido que la mayor parte de los peligros son fácilmente prevenibles o solucionables, mientras que el de la metralla de gran tamaño, es actualmente irresoluble a niveles prácticos, por lo que hemos dedicado nuestros esfuerzos a trabajar para resolver y remediar los problemas derivados de la metralla.
Nuestro traje de vacío Magna 3 responde completamente a los estándares de la Armada de RFP en cuanto a protección, tanto en su versión de faena como en la de combate, manteniendo el mismo equipamiento que el resto de los trajes empleados por las unidades de la Flota. Lo que distingue a nuestro traje de uno convencional, es su sistema de contención de fugas y perforaciones, capaz de cerrar por si mismo las fugas que pueda sufrir el traje por culpa de la metralla.
Esto se consigue gracias a su tecnología patentada de tejido con cámaras rellenas de nuestra espuma Dynatos®, que se expande al perforarse la bolsa que la contiene, sellando así las perforaciones que pueda sufrir el traje. Pero la tecnología que hace a nuestro traje diferente al resto no se limita a esta medida de seguridad.
Distribuidos estratégicamente por el cuerpo, se encuentran repartidos diversos anillos de plástico inteligente, que en caso de una amputación traumática de un miembro, reaccionan contrayéndose, con lo que cumplen una doble función, por un lado se convierten en un torniquete que combate las hemorragias, y por otra parte adhieren con mayor fuerza el traje al cuerpo, sellando cualquier fuga o escape que se pueda producir al generarse una holgura entre el traje y el cuerpo en la zona de la amputación.
También se ha comprobado que en la mayor parte de los casos, las cámaras de Dynatos® son capaces de cubrir las zonas de los miembros amputados que quedan expuestas al vacío, sin que el paciente sufra peligro alguno, pues la espuma es antialergénica, necesitando solamente de una aplicación de disolvente especial (que se suministra con el traje en pequeños pulverizadores, aunque si se implementa este traje en la Flota, sería de uso recomendado en los botiquines de emergencia).
El sistema de control de fugas es totalmente automático, la espuma Dynatos responde de forma automática a cualquier ruptura de su cámara hermética, mientras que las bandas o anillos de seguridad se activan a la orden de una centralita electrónica, y que dispone de más de 50 sensores repartidos por todo el traje. Aun en el caso de que la centralita electrónica fallase, existe en el pecho un disparador de emergencia que activará de forma manual los anillos de cierre.
Actualmente se han preparado dos modelos para cumplir con las exigencias de la Armada, el de faena (destinado a personal de vuelo o tripulación de naves) y el de combate, similar al anterior pero con refuerzos blindados en varias zonas del cuerpo.
Traje de Faena tradicional (Magna 3T): fabricado en materiales de alta calidad y resistentes al impacto. La cubierta exterior es de Malla Supraceptora (6/2),
Traje de Combate (Magna 3C): Similar al anterior, contando además con unos refuerzos de Acero Elástico en pecho, brazos y piernas. Por tanto, el traje ofrece una protección de 5/8 en el pecho, mientras que las extremidades cuentan con una protección de 7 contra impactos y 6 contra fuego.
El resto de equipamiento es compatible con los modelos estándar (casco, sistema de respiración, botas magnéticas), aunque nuestro centro de investigación ya esta trabajando para introducir la espuma Dynatos en un casco de protección integral.
El peso total de un traje Magna no es excesivo si se compara con otro convencional, 18 kilogramos en el caso del modelo de faena, mientras que el de combate alcanza los 24 kilogramos (recordemos que los pesos de los trajes actuales de la Flota son 15 y 20 kilogramos respectivamente).
Actualmente los trajes Magna están en proceso de evaluación por parte de la Armada, esperando que se hagan públicos los resultados de sus pruebas antes de dos meses. Así mismo, esperamos que las autoridades autoricen la venta al público del Magna 3T, aunque seguramente restringiendo su venta al interior de la RFP.
Nuestras estimaciones cifran el precio de venta final de los trajes en 1200 estándares para el modelo Magna 3T, y los 1700 para el modelo Magna 3C.
Nota: A nivel de juego, el traje estabiliza automáticamente las heridas causadas por amputaciones traumáticas.
El punto negativo es que resulta ligeramente más rígido que un traje convencional, y es necesario pasar por un periodo de adaptación antes de sentirse a gusto en el traje. Un personaje tendrá un penalizador de +2 a las acciones físicas durante (20-DES) días. Si el personaje recibe el entrenamiento en trajes de vacío con un Magna 3, el periodo será de (15-DES), y el penalizador de solo +1.