Llego hasta aquí
En-ara-pui
"La marca de la vergüenza"
Realmente para cualquier sociedad que no tenga el sentido del honor que tienen los sheller es difícil entender esta costumbre normalmente vinculada a un autocastigo por algún error o falta tremendamente grave. Muchas personas no lo consideran más que una preferencia estética ya que están acostumbradas a ver muchos sheller marcados, pero la verdad es que cada marca conlleva una historia, normalmente importante y triste, detrás.
Incluso muchos xenólogos que no han tenido la posibilidad de estudiar su cultura en su profundidad consideran que solo consiste en una marca (roja casi siempre) sobre uno de sus ojos, principalmente el izquierdo, debido a una falta grave cometida por el sheller. Pero es mucho más que eso.
Cuando se empieza a explicar sobre esta costumbre normalmente todo el mundo se sorprende al saber que se trata de un castigo autoimpuesta, ya que en pocas ocasiones y en individuos con problemas sociopáticos se les impone el castigo antes de que él lo elija por sí mismo. Normalmente un sheller que considera que ha cometido una falta grave o que ha fallado de una forma fatal en su deber elige este castigo, ya que es el castigo más elevado siempre y cuando se respete la propia vida. Ejemplos de faltas dignas de este castigo pueden ser: fallar en proteger a una hembra o matarla por accidente (recordemos la proporción sexual de la raza), fallar en una misión encomendada cuando vidas depende de ella, matar a alguien querido o un erel (aunque pueda ser de forma accidental), no proteger a alguien con quién se había comprometido... Como se puede apreciar casi todos los casos implican la muerte y una fuerte deuda de honor.
El sheller que ha cometido alguna de estas faltas tan graves toma la decisión de que merece la en-ara-pui y entonces con un tinte especial elaborado con unos productos especiales que todo sheller conoce se hace una marca sobre uno de sus ojos que hará ver a todos sus compatriotas que ha cometido una falta tan grave que no merece perdón y contra la que no hay redención. Como se mencionó antes el tinte es algo muy especial ya que hay que tener en cuenta las características que tiene: es tan permanente como puede serlo cualquier tatuaje y además tiene que ser totalmente inocuo para la fisiología de los sheller.
La gente que lo ha visto y sabe de que se trata creen que hay se queda todo, por ello no entienden muy bien el castigo, ya que los sheller no son dados a la burla y normalmente no se ve a un sheller marcado más aislado o peor visto que otras personas. Pero no se dan cuenta de un elemento importantísimo, el entorno. Nunca verán un sheller marcado dentro del Pueblo Sheller y eso es algo que los observadores externo no aprecian por su propia naturaleza, son externos.
La costumbre implica que en el momento que el sheller se ha marcado (o ha sido marcado), no puede continuar dentro del espacio sheller. Realmente no se conocen casos de sheller que han intentado quedarse, ya que como se ha dicho anteriormente la marca y el exilio suelen ser autoimpuestos, pero se dice que algo horrible les pasaría a los sheller marcados en terreno sheller; aunque no se ha podido averiguar si se trata de una superstición o algún tipo de amenaza física, algo como un linchamiento, quizás.
Para un sheller separarse de su hogar y sus seres queridos, de su cultura y de sus costumbres es un daño horrible. Por ello normalmente pocos jóvenes toman este castigo, ya que no lo aprecian como se merece, solo cuando un sheller sabe lo que va a perder es cuando la en-ara-pui toma su verdadero significado.
Para la mayoría de las otras razas algunas costumbres sheller como estás cuando no son desconocidas son cuando menos indescifrables e incluso ilógicas. Pero solo viéndola desde el punto de vista sheller se puede entender como esta costumbre como muchas otras ayudan a convertir la sociedad sheller en lo que es hoy en día y perpetuarla.
Además es más que probable que la mayoría de los sheller que se encuentren fuera del Pueblo Sheller deban su nueva localización a un familiar cercano o un antepasado que optó por seguir esta costumbre debido a alguna falta cometida.