Autor: Juan Carlos Herreros Lucas
Tras recibir un correo de uno de nuestros jugadores (hola Juan Francisco), me puse a investigar sobre el tema que me preguntaba y resultado de mis pesquisas, además de la respuesta ya enviada, es este artículo. La pregunta era cual sería el equipo adecuado que tenían que llevar los jugadores para combatir en entornos árticos. Él estaba pensando en la campaña de Noruega (un poco olvidada), aunque valdría la respuesta para la Guerra de Invierno entre Rusia y Finlandia o, incluso, para algunas batallas azotadas por la nieve (en Italia, en el norte de Europa, en la URSS).
- Chaquetón de tela con capucha
- Pelliza de borrego (o similar) con mangas.
- Cogulla de tela impermeable (blanca o, en su caso, reversible con una cara blanca y otra caqui).
- Camisa de punto y pantalón del color de la unidad (no suele ser blanca)
- Dos jerséis de punto (uno con mangas y otro sin mangas) del color de la unidad.
- Esclavina con capucha del color de la unidad.
[Nota: una esclavina es una especie de bufanda de tela o cuero que cubre el cuello, los hombros y, en este caso, la cabeza; sería similar a una braga militar, pero más grande].
- Gorro de punto (algunas unidades conservaban el casco, pero, entonces, llevaban un gorro más fino para evitar que el hierro entrara en contacto con la piel).
- Borceguíes de montaña claveteado
[Nota: un borceguí es una bota de cuero que sujeta por encima de la altura del tobillo, abierta por delante, con lengüeta y un cordón para sujetarla; hoy, sospecho, las llamamos botas de montaña, pero no parecía apropiado llamarlas así en el artículo]
[Nota: las unidades francesas llevaban dos pares de botas. Una interior que era de caucho y otra exterior, más grande, de fieltro. Ambas se colocaban juntas, pero no debió ser un experimento muy adecuado porque, al parecer, no fue imitado en otras unidades].
- Polainas
[Nota: las polainas es un trozo de tela que cubre la parte superior de la bota y la parte inferior del pantalón y evita que entren cosas, especialmente nieve].
- Dos pares de guantes de lana
- Un par de manoplas impermeables (mucho nos tememos que con las manoplas no se puede disparar; de ahí la necesidad de los guantes).
- Calzoncillo largo de lana (sí, como los de las películas del oeste).
- Calcetines de lana
- Cinturón de franela
- Tela impermeable
[Nota: uniendo varias de estas telas se podía formar una tienda para varios. Una permitiría que un soldado se envolviera en ella, incluso usarla como una tienda bastante baja.]
- Tres mantas
[Nota: se establecía que el mínimo era tres mantas por persona, pero era bastante raro que llevarán más de una, aunque sólo fura por el peso].
- Una cuerda (de longitud variable, pero 5 metros es una media adecuada).
- Cantimplora de dos litros
[Nota: en entornos helados, encontrar agua líquida es, en ocasiones, un problema. Se podía «comer» nieve, pero eso no ayudaba nada a entrar en calor.]
- Mochila (para llevar todo lo anterior) y morral
[Nota: el morral se llevaba sujeto a la mochila, de hecho, era parte de ella, pero podía separarse en caso de necesidad. De esta forma, el soldado podía dejar parte de su equipo para ir de exploración, por ejemplo, sin necesidad de desprenderse de toda la mochila. Para combatir, dejaban la mochila también.]
- Raqueta
[Nota: bastante unidades, sobre todo las noruegas o finlandesas, iban equipadas con esquís. Ten en cuenta, por otro lado, que la práctica del esquí no era muy habitual en Europa central – de hecho era un deporte que empezaba a conocerse, la primera olimpiada de invierno fue en 1924 y en 1931 el primer campeonato de esquí – y será más normal que los soldados aprendan a moverse con raquetas a que aprendan a esquiar].
Como verás, la lista no incluye armas de fuego. Es una omisión a propósito. Las armas de fuego de las unidades de montaña no tenían porqué diferenciarse del resto de las unidades. Llevarán fusil, granadas, pistolas, ametralladoras, morteros ligeros, de forma similar al de otras unidades. Excepto en un detalle, no existen armas para clima frío o de montaña, aunque los soldados pueden llevar bolsas impermeables para proteger las armas de la nieve. Tampoco era raro ver las armas envueltas en trozos de tela. Cuando en el exterior hay veinte grados bajo cero, no dejar partes metálicas al descubierto es una buena idea para evitar quemaduras.
El detalle al que nos referíamos antes es la guarda del gatillo del arma. Las armas no están pensadas para dispararlas con gruesos guantes de lana. Los diseñadores dieron dos respuestas a este problema: guantes o manoplas en los que podía sacarse el dedo índice para disparar y armas con la guarda más grande para que entrara el guante. La primera fue la respuesta más habitual, pero hubo armas con gatillos especiales para unidades de montaña y también hubo tiradores habilidosos que los modificaban ellos mismos.