En algunas zonas del mundo, cuando llega la primavera, hermosas nubes de intensos colores aparecen en el cielo. Se trata en realidad de una variedad de plantas, conocidas comúnmente como flores del viento.
Muchas son las especies diferentes de flores del viento existente, aun así todas comparten ciertas similitudes. En primer lugar recogen sus nutrientes y la humedad directamente de sus hojas, lo que hace que no tengan raíces. La única excepción a esto es la rara hiedra aérea, que es flotante en las etapas más tempranas de su vida, pero que, una vez que ha alcanzado un buen tamaño, desarrolla unas largas raíces que usa para engancharse en algún lugar donde la lleve el viento. Si la planta detecta que esa zona es rica en nutrientes entonces enraizará y florecerá para crear nuevas hiedras aéreas.
En segundo lugar, se trata de plantas de reducido tamaño, algunas no más grandes que un simple botón, y que dan bonitas flores de intensos y vivos colores.
En tercer lugar, la gran mayoría de ellas se encuentran en grupos. Cuentan con varias hojas especiales que se mueven a voluntad y usan para dirigir su movimiento en el aire. Aun así algunas de estas plantas crecen y viajan de forma individual. Es el caso de la codiciada plata de las nubes, una preciosa flor de brillante color plateado que se vende a buen precio como elemento decorativo.
A continuación se detallan algunas de las plantas del viento más habituales en Eriloe:
Flor de lluvia: esta diminuta planta suele flotar en grupo, y siempre hacia zonas de gran humedad atmosférica. Esto hace que suelan aparecer acompañadas de nubes de lluvia, de ahí su nombre. Hacia finales de primavera saca unas bonitas flores blancas o rosas (según la variedad).
Amapolilla de aire: planta de apariencia muy similar a la de una amapola común. Los pétalos de sus flores rojas se usan para crear una infusión que ayuda a dormir. Es bastante numerosa en todo Eriloe.
Campanilla lunar: posiblemente se trate de la flor de viento más hermosa de todas. Suelen aparecer en pequeños grupos empujadas por el viento. Sus flores son campanillas moradas de tamaño medio que, al llegar la noche, se encienden con hermosos dibujos azules y dorados bioluminiscentes. Son extremadamente raras y símbolo de buen augurio en muchos pueblos de Eriloe.
Pegajosas: las pegajosas son las más molestas y menos agraciadas de todas las flores de viento. Se trata de pequeñas plantas grisáceas cuyas hojas contienen una sustancia pegajosa y urticante. El contacto con la piel provoca irritaciones similares al de otras plantas urticantes, como la ortiga. Se mueve en pequeñas nubes aunque son más bien escasas.