La infantería siempre ha necesitado piezas de artillería que pudieran ser transportadas por el campo de batalla, para proporcionarles apoyo directo en sus avances. Ya sean cañones, obuses, o morteros debían ser ligeras y compactas, en especial para los tropas de montaña.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, el ejercito norteamericano constituyó en 1920 un comité para evaluar el desempeño de su artillería, el Westervelt Board. Uno de sus objetivos era diseñar una nueva pieza de 3 pulgadas (75mm), capaz de batir objetivos a 5.000 metros y que se pudiera desmontar en no más de cuatro cargas para su transporte en mulas.
Tras varios años de trabajo, con diversos prototipos, concluyeron con un diseño final en 1927, que se estandarizó como el M-1 pack howitzer (esta designación, literalmente «obús de carga» procede de la idea de que se pudiera transportar a lomos de animales carga – pack animals – generalmente mulas).
El M1 tenía un peso de 740kg y eran necesarios al menos seis mulas para transportarlo, lo que excedía los requerimientos. Pero en el resto de características sobresalía, con un proyectil de alto explosivo de 7kg que podía alcanzar los 9,400 metros, una elevación de 45º y una depresión de 4º. Todo ello en una pieza muy compacta, a pesar de que se montaba en la cureña M1 de ruedas de madera de radios y banda metálica.
Imagen de un M1 con sus ruedas y cureña originales
El cañón formaba una unidad compacta, con una cubierta protectora en la parte superior que le daba una apariencia distintiva, mientras que el sistema de retroceso, hidroneumatico, se alojaba bajo el mismo. El mecanismo de ronza estaba colocado directamente en el eje de las ruedas, por lo que la cureña solo tenía que montar el de elevación.
Debido a lo reducido del presupuesto, especialmente a partir de 1929, la producción fue bastante lenta (hasta 1940 solo se había fabricado 91 unidades), por lo que muchas unidades se vieron forzadas a emplear el anticuado obús M1897 de 75mm, del que quedaban excedentes de la Primera Guerra Mundial. A pesar de estos problemas, en 1934 se introdujeron varios cambios, especialmente en el afuste para aligerarlo, y que dieron lugar a la versión M1A1.
Con las tensiones en Asia y Europa aumentando, se decide pasar a producción en masa en septiembre de 1940, introduciéndose en 1942 un nuevo afuste más ligero, el M8, con neumáticos y diseñado para ser aerotransportado. El M1A1 con afuste M8 podía desmontarse en siete cargas para su transporte o en nueve para ser lanzado en paracaídas (incluyendo 18 proyectiles). En ocasiones, a todo el conjunto se le denomina como M8, aunque es una designación errónea, ya que oficialmente sólo se refería al afuste. Aunque se diseñó para ser transportado por mulas, en la práctica, la mayoría de las veces fue remolcado por jeeps y beeps.
El M1A1 servirá a lo largo del conflicto en todos los frentes, siendo su primera acción en las Filipinas en 1942. Durante la invasión japonesa, el M1A1 demostró su valía, ya que en las colinas boscosas de las islas fue muy apreciada su capacidad de transporte. A lo largo de la campaña del Pacífico esta característica volvería a ser vital, especialmente durante los desembarcos anfibios, en los que era muy importante proporcionar apoyo artillero de manera inmediata. Un ejemplo de esto fue el asalto de Tarawa, durante el cual los marines desembarcaron sus M1A1 y cargaron con ellos a través de la laguna, con el agua hasta la cintura y bajo fuego enemigo. Pero el esfuerzo valió la pena, ya que tras montarlo se usaron para batir las posiciones fortificadas japonesas.
A pesar de que entraron en servicio posteriormente obuses de 105mm y 155mm, los Marines siguieron empleando sus versátiles M1A1, o «Little Dynamite» que es como lo bautizaron su dotaciones hasta el fin de la guerra. Pero también se emplearía en una operación anfibia en Europa, en Walcheren en 1944, durante los cruentos combates por el control del estuario del Escalda.
Las unidades paracaidistas, tanto británicas como norteamericanas adoptaron el M1A1, que podía ser transportado ensamblado en planeador, como en Arhem, donde fueron enviados dentro de planeadores General Aircraft Hamilca. Tambien se lanzó en paracaídas, dividido en 9 contenedores. Una vez en tierra, una tripulación entrenada podía desembalar el cañón de sus contenedores y ponerlo en servicio en siete minutos.
Paracaidistas británicos en acción en Arhem, empleando su M1A1 para dar cobertura a sus compañeros
Un ejemplo de esto lo proporcionan los británicos, que lanzarían en paracaídas en el norte de Italia un ejemplar en abril de 1945 al 2nd (Italian) SAS Regiment, una unidad de combate formada por partisanos, prisioneros de guerra rusos y desertores de la Wehrmacht, para ser usado en la Operación Tombola, cuyo objetivo era acosar a las tropas alemanas en retirada en la ruta entre Módena y Florencia.
En Italia también fue empleado por tropas de infantería, y debido a lo escarpado del terreno, transportado por mulas, al igual que harían los partisanos en Yugoslavia, o la 5307th Composite Unit (Provisional), los famosos «Merrill’s Marauders» que los emplearían en sus operaciones en Birmania.
Su tamaño compacto también los hizo muy atractivos para su instalación en vehículos ligeros y medios, para aumentar así su movilidad. El primero fue el semioruga T-30, consistente en instalar el M1 en el habítáculo de pasajeros. Se produjeron 500 unidades, aunque nunca se estandarizó, de ahí que no recibiera designación de modelo. Aunque cumplió con lo que se le pedía, a medida que se introducían mas piezas autopropulsadas, se le fue relegando, por lo que muchos revirtieron a la configuración de transporte de infantería.
Una batería de semiorugas T30 preparándose para abrir fuego. Aunque las unidades de la foto lo conservan, no era extraño que sus dotaciones desmontasen el escudo de protección del arma
El arma rendía bien, por lo que se decidió diseñar un nuevo vehículo que lo montase para las unidades de caballería. Para ello se empleó el chasis del tanque ligero M5 Stuart, al que se montó una nueva torreta con la parte superior descubierta (para aligerar peso). Aunque su blindaje era ligero, daba mayor protección a su dotación que el modelo anterior, y su ligereza lo hacía un vehículo rápido y ágil.
Tras la guerra, se estandarizaron todos los cambios bajo la designación M116, con el que se dotó a las baterías de artillería ligera de los paracaidistas y marines, sirviendo con ellos hasta el conflicto de Corea. Nuevos modelos de artillería hicieron que pasase paulatinamente a la reserva hasta su retirada, o la entrega a naciones aliadas, aunque el ejército de EEUU mantiene unas pocas unidades en servicio como cañón de salvas para ceremonias, con la designación M120 saluting gun.
Y sin abandonar el país, tenemos uno de sus usos más curiosos, ya que diversas administraciones civiles lo emplean para provocar aludes en zonas montañosas, lo que constituye, en cierta manera, una vuelta a sus orígenes.
Datos para Comandos de Guerra
Datos M1A1 Pack HowitzerInicio: 1940
Final: 1944
Tipo: CR
Long.: 3,68 m
Peso: 653
PP: 7
D: 5 (6 si es remolcado por un vehículo)
C: 75
Daño:
– HE: IV+8/8 (HE M48)
– AP: III+70/15 (HEAT M66)
– HP:
H: * (M64)
Cad.: 10
Esd.: –