El fotógrafo de Malta
En 1918, casi finalizando la Primera Guerra Mundial, nació en Middlesbrough (en North-Yorkshire, Gran Bretaña) Adrian Warburton. Su padre era capitán de submarinos y esa quizás fue la razón de que fuera bautizado en la cubierta de un submarino en el puerto de la Valetta de Malta. Estudiaría los estudios básicos en un colegio de Oxford (uno de los famosos). Tras acabar los estudios ingresó como soldado en el Real Cuerpo de Tanques (lo más moderno de aquellos tiempos), pero sería finalmente destinado a la RAF a principios de septiembre de 1939. Durante el periodo de instrucción en Portsmouth conocería a la que luego sería su mujer: Betty Michell.
Conseguiría sus alas a finales de octubre de 1939 y le trasladarían a 608º escuadrón donde realizaría patrullas por el mar del norte a bordo de un Blackburn B26 Botha (un hidroavión). Unos comentarios poco apropiados sobre la idoneidad del equipo del escuadrón delante de las personas que no debía, hizo que lo trasladarán a Malta en calidad de observador, no de piloto. Se incorporó al Ala 431 de reconocimiento de la RAF volando en Martin Maryland, un bombardero ligero. En cuatro días recuperó sus alas de piloto.
Ya apodado «Warby» empezó a realizar misiones de combate y a enfrentarse a aviones italianos, derribándolos a veces o, como ocurrió en una ocasión, enfrentándose hasta cuatro de ellos que llegaron a herirle, pero no a derribarle. Uno de los miembros de la tripulación llevó el aparato de vuelta a Malta y eso salvó la vida de un inconsciente y herido Warburton. Se recuperó en poco tiempo y el 10 de noviembre la inteligencia Aliada detectó una concentración de barcos italianos en el Mediterráneo y Warburton participó en la misión de reconocimiento previa al ataque. Como la cámara se había estropeado, volaron varias veces a baja altura sobre la flota italiana para anotar los nombres de los barcos. Gracias a esa información, el ataque del día siguiente, por la noche, fue demoledor. Tras labrarse una gran reputación como piloto de reconocimiento.
Su carrera de detendría momentáneamente al verse obligado a hacer un aterrizaje forzoso provocado por el disparo erróneo de un Hurricane que le confundió con un avión enemigo, pero volvió a principios de 1942 y realizaría varias misiones en el norte de África, pero en una de ellas fue derribado sobre Tunes y acabaría siendo prisionero de los franceses quienes lo consideraron un espía. Un almirante francés lo llevaría a Gibraltar y, desde allí, pilotó un Spitfire para llevarlo hasta Malta. En la ruta derribaría un Ju88.
Más tarde se trasladaría a Egipto para ponerse a los mandos de un Bristol Beaufighter (un caza pesado) al que le habían quitado las armas y las habían cambiado por cámaras. Con este aparato volvió a Malta y desde allí realizó muchas misiones de reconocimiento más durante un año. El aparato quedó destruido tras un raid enemigo sobre la isla. Estuvo un tiempo en dique seco, sin avión y sin pilotar, pero a principios de febrero de 1943, ascendido al grado de líder de escuadrón, fue puesto al mando del 683º escuadrón. Junto con los estadounidenses, su escuadrón tenía la misión de reconocer Sicilia para la futura operación Husky.
En octubre de 1943 fue ascendido de nuevo y le pusieron al mando de un ala, compuesta de cuatro escuadrones, de reconocimiento fotográfico, pero no estaría mucho en su puesto porque un accidente de coche le haría estar hospitalizado varias semanas y le enviaron a Gran Bretaña. En abril de 1944 le nombrarían oficial de enlace de la RAF con el 7º Grupo de Reconocimiento Fotográfico de la 8ª Fuerza Aérea (Estados Unidos) que, en aquella época, estaba en Oxfordshire.
En la mañana del 12 de abril de 1944, se puso a los mandos de un Lockheed F5-B que partió de campo de aviación de Oxfordshire con el objetivo de fotografiar objetivos en Alemania. Tras separase de su compañero de vuelo a 100 kilómetros de Munich (cada uno fue a fotografiar sus objetivos) no se le volvió a ver y su avión nunca llegó al aeropuerto de Cerdeña como estaba previsto.
Adrian «Warby» Warburton había alcanzado una gran reputación como piloto de reconocimiento y su desaparición siempre fue un misterio pendiente de resolver (en especial en Gran Bretaña). No sería hasta finales de 2002 que no se encontraría la cabina de su avión. Estaba enterrada a dos metros de profundidad en unas colinas al oeste de Munich. Testigos supervivientes de la guerra, relataron a los investigadores que el avión cayó sobre las 11:45 del 12 de abril y tras desenterrarlo se comprobó que tenía agujeros de bala en uno de los motores, por lo que se sospecha que fue derribado. Algunos restos del avión se exponen en el museo de la aviación de Malta. En el avión quedaba poco del cuerpo (unos huesos y restos de ropa) ya que el resto se había enterrado en una tumba anónima en la ciudad Kaufering. El 14 de mayo de 2003 se juntaron sus restos y tras una ceremonia, Warby fue enterrado en el cementerio de guerra de la Commonwealth de Durnbach (Alemania).