Tras el fracaso de la operación Freshman (de la que hablamos en este artículo ), el mando británico no cejó en su empeño de destruir la fábrica de agua pesada de noruega. Sin embargo, la fracasada intentona había provocado que los alemanes reforzaran la seguridad de la planta, aunque, por otro lado, un grupo de comandos noruegos (el equipo Grouse, urogallo, aunque para esta misión se le cambió el nombre a Swallow, golondrina) permanecía en la zona tomando nota de todo lo que pasaba. Gracias a ellos, el alto mando se planteó volver a intentarlo.
Casi cuatro meses después del primer intento, el 16 de febrero de 1943, se dio inicio a la operación Gunnerside (que era el nombre de una localidad donde Sir Charles Hambro (jefe del SOE) cazaba urogallos. Un primer grupo de seis comandos de nacionalidad noruega saltaron en paracaídas sobre la zona desde un Halifax y tras varios días perdidos consiguieron contactar con el grupo Swallow.
La fecha del asalto estaba fijada para el 27 de febrero. La zona había sido reforzada por los alemanes tras el intento anterior y había minas y focos fijos, pero la climatología de la zona hacía que la seguridad fuera más débil por la noche (los soldados alemanes no se quedaban mucho a la intemperie). El puente de 200 metros que cruzaba por delante del barranco sí estaba muy vigilado y por ello los comandos decidieron descender por el barranco, cruzar el río (que no llevaba mucha agua en invierno) y subir por el otro lado. Una vez allí, siguieron una vía férrea hasta alcanzar las instalaciones.
Gracias a las informaciones de un agente del SOE infiltrado en la planta, pudieron entrar en ella, colocar cargas con temporizador en las cámaras de electrolisis y salir de la fábrica. Se destruyeron cerca de 500 kilos de agua pesada, toda la producción, y las cámaras quedaron muy dañadas. Para evitar que la resistencia fuera culpada del ataque, dejaron en la sala un subfusil británico.
Como estaba previsto, algunos miembros del comando, finalizada la operación, esquiaron durante 400 kilómetros hasta llegar a Suecia. Sin embargo, otros cuatro permanecieron en Noruega haciendo misiones de resistencia, algunos en la zona y otros se trasladaron a Oslo. Unos 3000 soldados alemanes peinaron la zona intentando localizar a alguno de los comandos, pero no tuvieron éxito.
Después de la misión
Aunque la misión Gunnerside fue un éxito, no logró su principal objetivo que era interrumpir la fabricación de agua pesada en la planta. Menos de dos meses después del ataque, en abril, la fábrica volvía a funcionar. Las medidas de seguridad se endurecieron mucho y cualquier ataque por tierra era inviable.
Los británicos habían descartado el bombardeo nocturno años atrás por ser casi imposible localizar y acertar en la fábrica de noche. En 1943, sin embargo, la capacidad de bombardeo aéreo diurno había mejorado bastante con la presencia de la Fuerza Aérea estadounidense y la superioridad aérea que tenían. El mando Aliado decidió mandar una misión de bombardeo con 143 B-17. Solo un centenar de bombas (de más de 700) alcanzaron el objetivo. Poco más tarde también bombardearon la planta hidroeléctrica de Rjukan y aquello convenció a los alemanes de abandonar la planta y mover los equipos que quedaban a Alemania.
Este traslado creo un problema a los Aliados pues incluía el traslado de varios barriles de agua pesada. Contactaron con uno de los comandos que aún permanecía en Noruega, Knut Haukelid, quién acompañado de otras dos personas hundiría el ferry donde se trasladaba el tren con los barriles y parte del equipo. En ese momento se pensó que aquella acción había detenido el plan atómico alemán, pero investigaciones posteriores (2005) comprobaron que el agua pesada transportada era de baja calidad y que poco habría ayudado a la investigación atómica. Aunque los Aliados no lo sabían, ya habían acabado con la capacidad atómica alemana antes del hundimiento del SF Hydro.
Películas
De la operación Gunnerside y los acontecimientos posteriores hay una recomendable película llamada «Los Héroes de Telemark», filmada en 1965 y dirigida por Anthony Mann. La película se toma algunas libertades, pero es casi fiel a los acontecimientos.
Hay una película previa franco-noruega rodada en 1948 y dirigida por Jean Dréville llamada: «La batalla del Agua Pesada». Tiene la particularidad de tener imágenes de archivo (es decir, de la época) y de contar con actores que participaron en la operación: algunos comandos y algunos científicos de la planta.
Además de las mencionadas, hay una película y serie de televisión canadiense de 1979 llamada A Man Called Intrepid y una coproducción británica, noruega y danesa de seis episodios llamada The Heavy Water War (The Saboteurs en Gran Bretaña), pero no puedo hablar de ninguna de las dos porque no las he visto, cosa que espero solucionar en breve.
EXELENTE Y APASIONANTE HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL