Las imágenes de la Segunda Guerra Mundial están llenas de barracones semicirculares en las instalaciones militares. Vamos a hacer un repaso a algunas de ellas.
Barracones Nissen
Los barracones Nissen nacieron en la Primera Guerra Mundial de la mano del canadiense Peter Norman Nissen (de ahí el nombre) que pertenecía al cuerpo de ingenieros británico y que era ingeniero de minas. Tras unas pruebas y rediseños a los tres prototipos originales, el proyecto se aprobó y se construyeron unas 100.000 unidades para la Primera Guerra Mundial. Durante la época de entreguerras no se construyeron muchos, pero su fabricación volvió a dispararse en la Segunda Guerra Mundial que es donde, si cabe, se hicieron más famosos y se fabricaron en mayor número.
El barracón Nissen tenía una estructura formada por varias costillas en forma de T que a su vez se construían en tres secciones que se atornillaban entre sí mediante placas de empalme. Las costillas no tenían forma semicircular (aunque lo aparentaban) sino que estaban deformadas en el techo; es decir, la altura era más alta de lo que correspondía al radio del círculo formado con el ancho de la base. Cada costilla mantenía su forma gracias a un cable de acero que unía ambos extremos y que podía tensarse. Estos cables fueron un añadido posterior a la patente original.
El revestimiento exterior estaba fabricado por chapas de acero ondulado de 3,2 x 0,7 metros que se solapaban 15 centímetros unas con otras y que con 54 se cubría todo un barracón de 5 metros de largo. Las planchas se remataban con el suelo y entre sí con unos largueros de madera que a su vez se unían a las costillas a través de unos agujeros fabricados en ellas. El revestimiento interior era más variado y podía ser otra chapa de acero ondulado o cemento ondulado (que en España conocemos como chapa Uralita por la casa que las comercializaba). El suelo variaba en función de dónde o cómo se fabricara el barracón. A veces era el propio terreno, una solera de cemento o similar o una tarima de maderas. Las «tapas» del cilindro, las paredes verticales, se fabricaban con una estructura de madera con un revestimiento de tablillas ligeramente sobrepuestas (muy típico en las construcciones de madera). En estas paredes, y dada la forma de fabricación, era sencillo añadir puertas o ventanas según las necesidades. De hecho, no existía una configuración de puertas o ventanas normalizada y cada barracón Nissen disponía las suyas según las necesidades y disponibilidades locales.
El espacio interior del barracón Nissen tenía una altura de 2,57 metros y la anchura era de 4,83 metros. El barracón se podía construir en longitudes de 16, 24 y 30 pies (uno 5, 7.5 y 9 metros).
Los usuarios del barracón Nissen se quejaban de que no aislaba de los elementos. Hacía mucho frío en Inglaterra y mucho calor en el desierto africano.
Barracón Iris
El barracón Iris fue la versión británica del barracón Nissen para la Segunda Guerra Mundial y era muy similar al anterior. Sin embargo, tenía un problema de diseño que hacía que la estructura colapsara tras una nevada (era incapaz de soportar el peso). Por ello, el Iris dejó de fabricarse en 1941 y fue sustituido por el Romney (que era más grande).
Barracón Romney
El barracón Romney fue una adaptación del Iris (o del Nissen) de mayor tamaño: 11 metros de ancho por 29 de longitud en el modelo más corto, pro se le podían añadir suplementos de 1,2 metros (4 pies). Estaba realizado por los británicos y la estructura era tubular y solo tenía una puerta de entrada. No se pensaron como barracones de tropa, sino como almacenes de equipo o talleres. Hay ejemplos de barracones Romney a los que se quitó la pared de entrada y se utilizó como hangar para aviones.
Barracón Quonset
El barracón Quonset fue la versión estadounidense del original Nissen y el primero de estos barracones se entregó al ejército en 1941. El diseño original tenía 5 x 11 metros de superficie y una altura de 2,4 metros y estaba fabricado en acero con estructura tubular y revestimiento ondulado. Las paredes verticales se fabricaban en madera contrachapada y tenían puertas y ventanas. El interior estaba aislado con madera (una gran diferencia con los anteriores) y el suelo también era de madera, aunque el Quonset se podía instalar sobre el propio suelo o sobre soleras de hormigón.
Uno de los problemas del modelo Nissen es que sólo podía ponérsele ventanas en las paredes verticales lo que dificultaba la ventilación del interior (y empeoraba su aislamiento). El modelo Quonset permitió instalar ventanas en la chapa ondulada exterior (la ventana ocupaba el mismo espacio que una chapa del recubrimiento) lo que mejoró la habitabilidad.
Con el tiempo, el diseño evolucionó a 6 x 15 metros de superficie y a 3 metros de altura y llegó a fabricarse un modelo de 12 x 30 metros diseñado específicamente para usarlo como alojamientos. También se fabricó una versión en madera de abeto que se utilizó en el frente del pacífico y que fue conocida como «Barracón Pacífico«.
NdA: Tras la guerra, muchos barracones militares fueron adquiridos por civiles quienes los transformaron en viviendas o almacenes, graneros y demás. Hoy día es posible ver cualquier tipo de los barracones mencionados en Gran Bretaña o en Estados Unidos, incluso en otros países. A pesar del problema estructural del Iris, aún quedan en pie seis de ellos.
Yo hice la mili en un quonsey
¿Y son tan malos como parecen?