Por: Juan Carlos Herreros Lucas
¿Paracaidistas italianos? Sí, esta es la pregunta que uno suele hacerse cuando escucha por primera vez que los italianos tenían unidades paracaidistas. Las tenían y, de hecho, las usaron siendo los únicos que utilizaron tropas de estas características en el norte de África.
Las primeras unidades paracaidistas italianas fueron entrenadas en Libia, cerca de Trípoli en una escuela paracaidista que se había creado en Castel Benito. Fueron dos batallones libios de los cuerpos coloniales. Un batallón del ejército y otros de los carabinieri le siguieron y, más tarde, la escuela paracaidista se amplió a Tarquinia (Lazio, Italia) donde se empezó a formar unidades de mayor tamaño.
Divisiones aerotransportadas
En 1941, Alemania e Italia prepararon la operación Hércules que consistía en la invasión de Malta por medios aerotransportados. Italia, que no quería perderse la invasión para luego reclamar la posesión de la isla, preparó una división con tres regimientos de infantería (con tras batallones cada uno) más un cuarto de artillería con tres grupos de artillería ligera. Fueron equipados con subfusiles y ametralladoras pesadas dándoles un buen poder de fuego, aunque carecían de armas pesadas o apoyo. Esta primera división, la 185ª división paracaidista, recibió el nombre de Folgore e incorporó a los batallones paracaidistas formados previamente.
Tras la anulación de la operación Hércules, la división fue enviada al norte de África donde jugó un papel muy destacado en la segunda batalla de El Alamein resistiendo el ataque de seis divisiones blindadas británicas con muy poco armamento antitanque. La división Folgore nunca se utilizó como unidad paracaidista, pero demostró ser una unidad con un nivel excepcional, de lo mejor del ejército italiano. Los supervivientes serían hechos prisioneros y, más tarde, combatirían contra los alemanes en Italia encuadrados en el Grupo Folgore.
Los italianos también formaron una segunda división paracaidista, la 184ª, que fue denominada Nembo con la misma idea de participar en una hipotética invasión de Malta, pero el armisticio de septiembre de 1943 llegó pocos días después de que se hubiera completado su formación, impidiendo que la unidad pudiera operar como una formación paracaidista. Los Aliados la enviaron a Cerdeña como parte del acuerdo de Armisticio y la formación sufrió numerosas bajas por culpa de la malaria. Más tarde, los supervivientes se unirían al Grupo Folgore y combatirían junto a los Aliados en Italia contra los alemanes.
Incluso hubo el proyecto de una tercera división paracaidista de nombre Cicloney que hubiera sido la 183ª, pero el armisticio llegó cuando apenas tenía 4 batallones en formación y fueron desbandados (las tropas enviadas a otras unidades).
Algunos supervivientes de estas unidades acabarían en la República Social Italiana (el falso estado creado por Mussolini y los alemanes en el norte tras la liberación de éste) formando algunas unidades paracaidistas (junto a las otras unidades que comentaremos a continuación) o integrándose en el ejército regular, nunca fueron usadas como tropas paracaidistas por la RSI, sólo como unidades de élite.
A estas tres divisiones, hay que unir una cuarta aerotransportada, la 80ª División de Infantería La Spezia. No recibían entrenamiento de paracaidista sino que eran una división de infantería normal, con artillería ligera preparada para ser transportada en avión. Era también parte de los preparativos de la operación Hércules. Cuando la invasión de Malta se descartó, la división completa fue transferida a Libia por vía aérea y lucharon contra los Aliados en Libia y Túnez hasta el final de los combate en el norte de África en el que los supervivientes se rindieron.
X Regimiento «Arditi»
Los italianos denominaron «arditi» a unas unidades de choque de la Primera Guerra Mundial. La traducción literal del término sería: «los atrevidos» (aunque los valientes o los bravos seguro que sería una traducción más correcta). Las unidades Arditi fueron suprimidas en los años 20, pero los italianos recuperaron el nombre en mayo de 1942 para sus unidades especiales. En esa fecha se crea el primer batallón con tres compañías (101ª, 102ª y 103ª). Más tarde se crearía un 2º batallón (con la 111ª, 112ª y 113ª compañías) y juntas formarían el X regimiento Arditi. La creación de unidades no concluyó ahí y hubo un tercer y un cuarto batallón. Sin embargo, las unidades «Arditi» no son directamente unidades paracaidistas, sino unidades de operaciones especiales tras las líneas enemigas y cada compañía de un batallón estaba especializada en un tipo de infiltración. Así, la 101ª y la 111ª eran paracaidistas, la 102ª de nadadores, la 103ª y 113ª motorizada y la 112ª de desembarco.
Las unidades Arditi se elegían entre soldados con veteranía, que hubieran recibido la Cruz Militar y no se les informaba de la característica especial de la unidad hasta que no eran reclutados. Eran muy selectivos, a semejanza de los Commandos británicos, y consiguieron un gran nivel.
Los paracaidistas de los batallones «Arditi» no fueron utilizados en grandes formaciones sino como pequeñas unidades de sabotaje. Así pues, las operaciones consistían en el lanzamiento de 9 o 10 soldados tras las líneas enemigas. Una de sus primeras operaciones fue el 10 de enero de 1943 contra el puente ferroviario de Eddous (que comunicaba Argelia, donde estaban ya los Aliados, con Túnez). Les siguieron otras operaciones como la realizada contra el viaducto de Beni Mansur (Argelia), el Aeródromo de Bilda (Argelia), el ferrocarril en Duvivier (Túnez), etc. Muchas de estas operaciones no salieron u otras en Libia, Argelia y Túnez.
Cuando se perdió la batalla del norte de África y la invasión de Italia se veía cercana, las unidades Arditi fueron trasladadas a Italia, principalmente Sicilia y Cerdeña para que operaran como unidades de guerrilla en caso de invasión. Así lo hicieron, algunas acabarían prisioneras, otras pasarían a luchar con los Aliados y otras continuarían luchando con los alemanes como unidades de la República Social Italiana o incorporadas a las unidades paracaidistas alemanas. Estos últimos no tuvieron mucha suerte porque serían trasladados primero a Ucrania (frente ruso) y más tarde a Colonia (cuando los Aliados ya habían tomado París).
Arditi Distruttori Regia Aeronautica (ADRA)
En esas decisiones que, a veces, es difícil explicar si no se conoce como funcionan los entresijos de un ejército, las fuerzas aéreas italianas decidieron formar sus propias unidades paracaidistas mientras el ejército hacía su División Folgore. La intención era participar en la operación Hércules (Malta) con dos batallones, uno paracaidista y otro aerotransportado). Sus objetivos durante la operación hubieran sido la captura y control de los aeródromos de la isla. Iban a ser la vanguardia para capturar los lugares por donde luego llegarían el resto de las unidades. Los dos batallones formaron el regimiento de asalto «Amadeo de Aosta» en noviembre de 1942.
Pero la fuerza aérea quería, además, una unidad para operaciones especiales, una unidad de «Distruttori» (Saboteadores o, mejor, Comandos). La anulación de la invasión de malta permitía convertir el batallón de asalto del regimiento Amadeo en la unidad de operaciones especiales que querían, pero la situación militar en el norte de África se interpuso. El batallón de asalto fue enviado como refuerzo al norte de África donde entraron en combate con bastante éxito, pero a un gran precio. Volvieron a Italia y aunque la unidad se intentó recomponer, no se logró hasta junio de 1943.
Por ello, la fuerza aérea decidió crear los Arditi Distruttori Regia Aeronautica (ADRA), lo que empezaría en febrero de 1943. Era una unidad especializada en el sabotaje de instalaciones aéreas enemigas. No les faltaron voluntarios, pero un aspecto controvertido fue que a los voluntarios se les exigía cierta fidelidad demostrable a Mussolini; los oficiales aéreos se molestaron porque no veían con buenos ojos que el requisito de «fascista» debiera ser válido en el reclutamiento.
En verano de 1943, los ADRA contaban con unos 300 hombres y al mando pusieron al que fuera mando del Batallón de Asalto que combatió y casi desapareció en Túnez. El 9 de junio de 1943 10 patrullas de saboteadores, operando junto a algunas compañías del X regimiento Arditi, participaron en un ataque a varios aeródromos Aliados en la costa norte de África. Casi todos los paracaidistas, por diversas razones, aterrizaron muy lejos de sus objetivos, entre 40 y 70 kilómetros, y la operación no tuvo éxito (sólo se alcanzó uno de los objetivos), pero la destrucción de objetivos secundarios y la simple presencia de paracaidistas causó ciertos problemas a los Aliados. Todos los supervivientes fueron capturas e internados en un campo de prisioneros hasta 1946 (se negaron a reconocer el nuevo gobierno tras el armisticio).
El resto de la unidad permaneció en Italia. En los confusos días del armisticio defendieron los aeródromos de las tropas alemanas, pero más tarde, la mayoría marcharía al norte para unirse a las filas del ejército de la RSI, combatiendo con ellos hasta el final de la guerra.