Comentábamos en un artículo previo () que las naves se orientan hacia el destino, aceleran hasta alcanzar una velocidad elevada y, entonces, desvían toda la energía al motor subespacial y entran (o saltan) al subespacio. En este artículo hablaremos de qué ocurre en dicho espacio paralelo.
En el subespacio
Nunca se llega a estar en el subespacio. Técnicamente, ni la nave ni el espacio dentro del campo Faus-Carber llegan a estar en contacto con el subespacio. Este campo, generado por el motor subespacial, suele describirse por su forma en el espacio normal como una esfera, pero, en realidad, dentro del subespacio adopta la forma de una lágrima con la parte más estrecha orientada hacia la proa de la nave. Esta deformación del campo es fruto de la presión que el subespacio hace contra él, presión contra la que el motor subespacial está en continua lucha.
Las naves de grandes dimensiones con varios motores subespaciales trabajando en paralelo no generan campos Faus-Carber esféricos en el espacio normal. Su forma recordaría un poco a la de los viejos dirigibles, aunque más globulares. Al entrar en el subespacio, todos se deformarían y adoptarían una forma similar a la de una lágrima, aunque con protuberancias.
Las leyes físicas en el subespacio son ligeramente diferentes a las que estamos acostumbrados. La primera característica es que no hay masa; en el subespacio, cualquier cuerpo con masa se desintegraría casi instantáneamente en partículas taquiónicas. Si no existiera el campo Faus-Carber, el subespacio entraría en contacto con la nave y esta desaparecería en un instante. De hecho, éste es uno de los accidentes más graves que pueden ocurrir en el subespacio.
Otra de las características del subespacio es que la velocidad de la luz es más lenta que la velocidad a la que viaja la nave. Esto no afecta mucho a los viajes subespaciales, pero impide, por ejemplo, la comunicación mediante ondas electromagnéticas (incluyendo láseres) fuera del campo Faus-Carber. Si dos naves saltaran en paralelo en el mismo instante, no se verían y no se podrían comunicar hasta que no saliesen del subespacio.
Añadido a lo anterior, los sistemas EPR, la comunicación instantánea independiente de la distancia, tampoco funciona en el subespacio. Los físicos de Exo aún no saben porque no funciona. De hecho, los EPR son uno de los sistemas que se desconectan para dar más energía a los motores subespaciales antes del salto. Sin embargo, se sabe que las naves iroiendi sí se comunican en sus saltos (aunque existe la sospecha, bastante fundada, que, en realidad, no viajan por el subespacio).
Estos dos problemas representan uno de los mayores desafíos logísticos de las flotas, sobre todo las de combate. En una flota militar, dado que cada nave tiene sus propias características y lo interesante es que todas lleguen a la vez, los cálculos de entradas (tiempo y velocidad) de cada nave requieren personal muy cualificado ya que no hay oportunidad de comunicar cambios o correcciones una vez iniciada la operación.
Y por último, una de las características que más llaman la atención del subespacio es que la energía parece funcionar al revés. Cuanta mayor energía tiene la nave, más despacio va. De hecho, si una nave apagara sus motores, aumentaría de velocidad de forma continua (se desconoce si hay algún límite, nadie ha vuelto para contarlo). En otras palabras, al igual que con la entrada, las naves necesitan acelerar para alcanzar la velocidad óptima de salto, aunque, en este caso, lo que realmente necesitan es perder velocidad. Lo normal es que las naves espaciales hagan todo el viaje con los motores encendidos (sin mucho empuje) reduciendo la velocidad de forma lenta (y conservando energía para el motor subespacial). Como en el subespacio no hay masa, la energía de salto (es decir, la velocidad, es menor). Cuando las naves vuelven del subespacio llevan menos velocidad que a la entrada, aunque, si lo desean, pueden salir a la misma velocidad o, incluso, con más velocidad.
¿A qué velocidad se viaja en el subespacio? Mucha, más rápida que la velocidad de la luz en ese espacio donde, por otro lado, dicha velocidad es más lenta que en el nuestro. Los físicos no tienen claro que el espacio, como dimensión física, sea igual en ambos lados y, por tanto, el concepto de velocidad quizás no sea correcto. Normalmente los motores subespaciales se miden por el número de años luz que pueden recorrer en una hora. A mayor velocidad en el subespacio, mayor presión de éste sobre el campo Faus Carber. Si una nave se dejara llevar en el espacio y acelerara sin control, su campo Faus Carber acabaría implosionando por la presión subespacial. De esta forma, la velocidad de un motor subespacial, mide realmente la potencia del campo que genera. Una nave con un MS5 recorrerá 5 años luz en una hora, mientras que un MS20 recorre 20 en ese mismo tiempo.
Cuánto tiempo se puede viajar en el subespacio En realidad, que se sepa, no hay límite al tiempo que se puede estar en el subespacio. Se podría estar 10, 20, 100 horas. Sin embargo, hay dos cuestiones que limitan este tiempo. El motor subespacial es como una batería recargable y no dura eternamente. Mientras el campo Faus-Carber está activado, no puedes «recargar» el motor. La prudencia dice que no debes superar las 3 horas de funcionamiento continuado y este es el límite que la normativa civil impone a las naves de pasajeros. Sin embargo, los comerciantes y los militares siempre alargan un poco más este límite. Una nave exo, por ejemplo, puede estar en el subespacio cuatro o cinco horas. La segunda limitación es la precisión del navegante o de los sistemas de navegación [el DJ puede pedir una TA de Conocimiento técnico (Astrografía) para calcular la dirección de un salto subespacial con alguna precipitación; si el navegante tiene tiempo, la acción es automática]. Como hemos dicho, las naves viajan en línea recta en el subespacio y un error de centésimas de grado en la dirección de entrada puede suponer un error muy grande en el destino. Cuanto más corto es el salto, más pequeño es el posible error. Ambas cosas provocan que las naves espaciales realicen lo que se llama saltos intermedios (de los que hablaremos en nuestro siguiente artículo).
¿Qué hacen los pasajeros y tripulantes mientras se está en el subespacio? En general, dormir. Los pasajeros duermen desde el punto de salto, todo el subespacio , las saltos intermedios y hasta el punto de llegada. Las compañías navieras ya calculan los horarios para que esas horas coincidan con el horario nocturno de la nave, aunque a veces duermes seis horas y, a veces, te dejan durmiendo doce. En las naves mercantes, cuyos protocolos son más flexibles, los pasajeros pueden despertarse mientras están en el subespacio. En general, eso significa que no se fían del patrón de la nave y que no va a aprovechar su sueño para robarles o tirarles al espacio.
Con la tripulación es diferente. Los pilotos realizan los saltos despiertos. Su intervención no es muy necesaria salvo que ocurra un imprevisto. El resto de la tripulación hace el salto inconsciente (o anulada su percepción sensorial). Algunos prefieren dormir sólo los minutos que dura el salto y otros duermen todo el tiempo. En las grandes naves hay turnos de guardia y la tripulación va rotando de salto intermedio en salto intermedio para que siempre haya responsables en cada una de las secciones de la nave. las naves pequeñas, sin embargo, depende del trabajo pendiente que, como generalmente suele ser mucho, toda la tripulación aprovecha las horas en el subespacio para poner al día el mantenimiento del vehículo, la actualización de la documentación, la contabilidad. Tareas siempre que no puedan provocar ningún problema con la nave. Sólo un loco se pondría a comprobar protocolos del motor subespacial en medio del subespacio.
Los pilotos, en cualquier nave, permanecen en el puente durante el salto subespacial (por si hay que hacer un retorno de emergencia), pero las grandes naves tienen turnos de puente y el mismo piloto no está todo el tiempo que pasan en el subespacio. En las naves pequeñas, el piloto suele quedarse sólo en el puente, aunque no sería el primero que echa unas cabezaditas confiando en los sistemas de alarma de su cabina. La soledad del puente y vivir la experiencia del salto despierto hace a los pilotos una clase de personas especial: solitarios, de pensamientos profundos (aunque no tienen porque ser lógicos) y miradas melancólicas. [El DJ puede realizar TA de Voluntad y en caso de fallo hacer que el piloto pierda Puntos de Mente]
En las naves exo todos los tripulantes están despiertos. Algunos pueden tomar amortiguadores sensoriales para superar el momento del salto, pero, por lo general, están activos todo el tiempo.
Los tyranos, sin embargo, son una excepción a todo lo anterior. Si pueden elegir, los tyranos pasan todo el tiempo en el subespacio dormidos. El salto no es más doloroso para ellos que para los demás, pero el subespacio les trastorna mucho. Este trastorno es mayor cuanto mayor sea el poder psi del tyrano. Hay pilotos tyranos, pero digamos que no son la mayoría. La razón de este trastorno es un poder psi racial que todos los tyranos comparten y que recibe el nombre de sen. Es un sentimiento de comunidad que todos perciben, pero que deja de sentirse en el subespacio. Buscando un símil más humano es como si cada vez que salieras de viaje tuvieras la sensación de que toda tu familia ha muerto. Aunque sepas que es mentira, esa sensación te carcome por dentro y te vuelves irascible, insociable e, incluso, violento con la siguiente persona que te diga una trivialidad. [Dependiendo de una TA de Voluntad el tyrano reaccionará de una forma más o menos violenta, pero siempre se comportará de forma rara]
¿Qué se ve en el subespacio? No mucho. Estrictamente hablando el subespacio es negro. Y no se ve nada. Sin embargo, existe un fenómeno que da un aire fantasmagórico al viaje subespacial. El campo, según el motor va perdiendo energía, se va reduciendo en tamaño y eso hace que algunas partículas, aunque sea un simple átomo de hidrógeno, entren en contacto con el subespacio. En el instante inicial, se aprecia un destello azul y según se produce la desintegración y acelera, el azul va pasando por todos los colores hasta alcanzar el rojo y desaparecer. Esto crea una breves y cortas líneas con los colores del arcoíris en los límites del campo con el rojo siempre apuntando hacia la proa. Lo normal es que alrededor de una nave no hubiera mucha materia estelar que pudiera desintegrarse, pero hay que tener en cuenta dos cosas: que la nave lleva los motores encendidos y está expulsando algo de materia y que, aunque nos cueste creerlo, las naves no son estancas, siempre hay alguna fuga de aceite, una junta suelta del sistema de reciclaje, etc. (sobre todo en las naves más viejas). Esto hace que las líneas fantasmas (como las llaman los pilotos) sean más habituales de lo que deberían.
¿Se puede hacer una salida extravehicular en el subespacio? En teoría, sí, pero hay que tener en cuenta que cualquier objeto en el subespacio ganará velocidad de forma natural. Si sueltas una herramienta, esta se alejará cada vez con más velocidad de la nave (en dirección a la proa) y acabará saliendo del campo Faus-Carber y se desintegrará. Es decir, un tripulante que se separara del casco de la nave sin su propio sistema de ignición, acabaría fuera del campo. Las mochilas de los tecnos están pensadas para funcionar en el vacío del espacio (no tienen mucha autonomía y siempre con breves impulsos) y no en el del subespacio. Es decir, si tienes que salir fuera de la nave en el subespacio, lo mejor es llevar botas magnéticas y no separase del casco y, además, un arnés de seguridad por si acaso.
¿Se puede interrumpir un salto subespacial antes de llegar al destino previsto? Sí, pero no se puede saltar a cualquier velocidad. Los puntos (o las velocidades) de tránsito son concretos y si la nave no está en esos puntos, el motor subespacial no será capaz de encontrar la forma de volver. En caso de emergencia, lo primero que tiene que hacer la nave, si puede, es alcanzar una de esas velocidades óptimas (los pilotos saben cuales son, es parte de la rutina subespacial [en cualquier caso, será necesaria una TA de Pilotar] ) y entonces saltar. Si el motor subespacial está fallando o la nave ha tenido un problema grave no siempre hay tiempo y entonces la nave está condenada.
¿Se puede girar en el subespacio para corregir el rumbo? No, esta es una de la máximas más importantes de la navegación subespacial. El espacio normal y el subespacio están vinculados punto a punto. Es decir, cada punto de uno corresponde con un punto del otro y sólo con uno. Sin embargo, esto no es cierto para las direcciones. Todos los puntos alineados en un espacio están alineados en el otro, pero dos direcciones con un ángulo en un espacio, no tienen el mismo ángulo en el otro. En palabras más sencillas, si giras en el subespacio, no sabes donde puede salir tu nave. Y no es que te desvíes unos años luz de tu destino, puedes salir en cualquier sitio, incluso fuera de la galaxia de exo.
Nota: las naves exo de la clase Victoria B y algunas naves de la Unión Pangaláctica llevan unos motores subespaciales de última generación que sí permiten girar en el subespacio. Su tecnología, incluso su existencia, sigue siendo un secreto para toda la galaxia.