Autor: Sergio Jurado
Su canto consiste en un largo y desagradable gorjeo que producen hinchando la bolsa de carne roja de sus cuellos. Puede oírse desde gran distancia, lo que sirve como indicación de dónde puede haber un árbol de la alegría.
Pese a todo, la característica más insidiosa de los ojomuertos es que consumir su carne hace que la gente caiga enferma, presa de fiebre y fuertes dolores intestinales. Se trata de un método de defensa contra los depredadores que, instintivamente, tienden a evitar a estos repulsivos pájaros. Algunas tribus mendwan han aprendido a preparar una bola de carne dentro de la cual ocultan carne de ojomuerto. Después, usan estas bolas como carnada para los leones lanosos. Cuando éstos la ingieren quedan debilitados y así les resulta mucho más sencillo cazarlos. Lamentablemente, esto hace que no sea recomendable consumir la carne de un león cazado con este sistema. Afortunadamente, a los leones lanosos casi siempre se les caza por su melena, piel, dientes, garras, huesos, etc.