Número: 76. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
El tradicional respeto a los ancianos que impera en la sociedad tikki ha convertido a sus componentes femeninas de mayor edad (los ancianos suelen ser mujeres al estar en general menos expuestas a los peligros cotidianos) en un importantísimo grupo de influencia en la comunidad, que cuenta en su seno con una camaradería fuera de lo común. Dado el gran número de familiares que suelen tener al haber vivido tanto tiempo, sus tentáculos alcanzan prácticamente a todo el poblado, y en caso de necesidad no es extraño que puedan reunir más ayuda voluntaria (de su hogar y otros lugares más o menos alejados) que los propios líderes de los asentamientos; recordemos el apego que tienen los tikki a su familia, el único núcleo relativamente seguro con el que cuentan en un ambiente marcadamente hostil.
Suele haber una líder en ese grupillo, a la que los tikki suelen llamar la Gran Mohosa cuando ningún felino ni vieja están mirando. Luego veremos el por qué de ese apodo. Por extensión, una vieja del poblado es una mohosa (o mohosilla si su incorporación al grupo es reciente).
Por lo demás suelen sentarse en lo que podríamos llamar la plaza del pueblo a coser, masticar o pulir pieles mientras destrozan reputaciones, aniquilan amistades, e intercambian chismes que establecerán a medio plazo las bases de los rumores más inverosímiles. Si el chisme es lo suficientemente retorcido e inteligente, quedará huella como una parte más del folklore. Muchos de ellos acabarán siendo leyendas o mitos comunes no sólo entre los poblados vecinos, sino también en los grakin, cuando los osados comerciantes tikki viajen hasta allí para mercadear y comiencen a diseminar lo que las viejas les han contado. La simbiosis entre los tikki viajeros y las viejas es proverbial. Ellas los respetan y hablan de ellos como los más valientes entre los valientes, y al mismo tiempo les dan temas de los que hablar con los que enredan y se granjean las simpatías de sus posibles clientes tanto tikki como de otras razas. De ahí el famoso dicho "¡eso son cuentos de viejas tikki!" que se usa para despreciar algo con visos de ser poco creíble. Pero ojo, no es buena idea ignorar todos los chismes de las viejas tikki, pues muchos de ellos tienen detrás historias reales. Lo difícil es acertar cuáles de ellos son los que no están tan exagerados y deformados que se parecen al original como un huevo a una castaña.
Los tikki poseen una característica racial de lo más curiosa. Cuando son extremadamente viejos, más allá de los cien o ciento diez años, su piel comienza a adquirir de forma gradual un tono algo más oscuro de lo habitual, incluso diríase que verdoso. Por eso, cuando esta raza se refiere a un individuo que es terriblemente anciano, a veces se habla de él como un mohoso incluso aunque no sea tikki. Las viejas tikki más venerables a menudo tienen esta característica en la piel.
Si utilizas a las viejas tikki en tus campañas, recuerda darles un valor excepcionalmente alto de la habilidad racial "Lengua afilada".