Número: 195. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Una persona supersticiosa es toda aquella persona que por alguna razón cree en las fuerzas mágicas que existen solapadas con el mundo, digamos, real y que afectan a su vida y día a día en las cosas más insospechadas.
La superstición viene de muchas maneras: rituales que se realizan al iniciar el día (ponerse una ropa determinada ese día o leer los posos del café mañanero), lectura de horóscopo, llamadas a videntes de madrugada, etc.
Es una desventaja de 1 o 3 puntos. Si se escoge de 1 punto, el personaje está obsesionado con horóscopos y demás cosas, pero no afecta a su vida diaria mucho. Sólo en trabajos estresantes o situaciones potencialmente peligrosas, esta desventaja sale a la luz: si el personaje no ha realizado algún ritual (a su elección: ponerse sus calzoncillos de la suerte, llevar una pata de conejo, etc.) las tiradas de esa escena se le penalizan con un grado de dificultad debido a la inseguridad que le atenaza.
Si se escoge la de tres puntos, el personaje es lo que podríamos decir un pirado. Toda su vida se rige por alineamientos astrales, planetarios, acciones de sociedades secretas, horóscopos occidentales y orientales, etc. Si no consulta a un vidente sacacuartos, compra amuletos o realiza protecciones de manera habitual (digamos cada dos o tres días), estará nervioso y preocupado y todas sus acciones se penalizan con un grado de dificultad.