Número: 192. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Los bioconectores son los cables con los que un no aioll puede conectarse a la biotecnología que cada vez es más y más habitual en la Unión Pangaláctica. Son una suerte de cableado con una serie de características específicas:
Sólo se conectan a tecnología orgánica. Por ejemplo, los lanzavispas (15863 ) puede beneficiarse de estos bioconectores "enlazando" con ellos de una manera más íntima.
Se conectan en unos puertos concretos. El individuo se ha de conectar el otro extremo a través de algún orificio corporal (orejas, boca, nariz). Eso le permite afianzar sus zarcillos y conectar de manera íntima con la estructura de ADN para mejorar la respuesta en el uso del material. Debido a que esta forma de conectar se considera entre horripilante o repugnante, la versión 2.0 se conecta directamente a la piel del individuo con un sistema similar al de una lamprea. Sigue sin gustar, pero es una mejora.
Puede conectar varios aparatos a la vez un mismo conector, siempre que tenga entradas suficientes. No provoca problemas de sobrecarga o incompatibilidad, ni fallos o priorizaciones de ejecución.
Su aspecto es similar a una delgada serpiente o una lombriz. Tiene un aspecto viscoso que a pesar de los intentos de los genetistas aioll no han conseguido eliminar. Además se mueven ligeramente y de manera constante. Es una sensación desagradable según los usuarios que los han utilizado.
Un conector otorga una bonificación de -1GD a las habilidades relacionadas con el objeto que se utiliza. Así, el conector da un -1GD a pistola o rifle si se usan lanzavispas, da un -1GD a robótica si se usan los escarabajos de carga.
No tienen efectos secundarios, salvo los estéticos.