Número: 178. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
La jungla o selva es un bosque denso que se caracteriza por ser muy frondoso, tener gran variedad de plantas (y animales) y muchas de ellas de hojas grandes. Las copas de los árboles, que alcanzan alturas de varias decenas de metros, cubren todo lo que hay debajo de ellos creando un entorno de penumbra permanente donde se conserva la humedad y crecen todo tipo de musgos y helechos. También te toparás con lianas y plantas aéreas (que crecen en los huecos de las ramas o de las piedras con las raíces al aire).
Es un tipo de ecosistema habitual de los trópicos, pero en Comandos de Guerra, el Pacífico, el Sudeste Asiático y algunas zonas de África son los entornos donde tus personajes pueden vérselas con entornos de jungla o selva. También hay jungla en Centroamérica y el norte de Sudamérica, pero no es habitual que las partidas de Comandos transcurran en esos lugares.
Una de las principales características de la jungla es la baja visibilidad. Entre la abundante vegetación y el techo verde que lo cubre todo, es difícil descubrir a alguien escondido y es fácil esconderse. Debes tenerlo en cuenta con un grado de dificultad en las tiradas pertinentes. Esta baja visibilidad es mayor a mayores distancias donde siempre habrá un obstáculo, el tronco de un árbol, que te impedirá ver qué hay más allá. Los combates siempre se producirán a distancias cortas o muy cortas (normales en armas cortas como pistolas). A distancias superiores será imposible ver al enemigo.
Solo hay silencio en la jungla donde estás tú, en el resto de la jungla se oirá el crujir de las ramas, el murmullo del viento y el agua entre la vegetación, el sonido de los insectos e, incluso, el rugido de algún depredador. Si no se oye nada, y el silencio no lo has provocado tú, habrá algo o alguien cerca. Cualquier resultado que haga referencia al sentido del oído tendrá que tener en cuenta este silencio perturbador. Describe las consecuencias sin olvidarte de los ruidos que no se oyen.
Una de las características de la jungla, al estar en los trópicos, es que tienen unas fuertes temporadas de lluvias, llamadas monzones, durante ese periodo puede llover días enteros sin parar. El suelo se embarra, la humedad se dispara y avanzar por un terreno difícil que se ha convertido en un lodazal es una tortura. Cualquier acción física provocará un cansancio mayor y las distancias recorridas se reducirán a la mitad (o más). En la zona de la India/Birmania tienen dos épocas de monzones: en verano (abril a octubre) con lluvias que proceden del norte y afectan a la parte norte del territorio y el monzón de invierno (a partir de septiembre) que procede del suroeste y afecta a la parte sur. El monzón de África es más irregular (no ocurre todos los años), pero se centra en la época del verano. En el sudeste asiático y Oceanía, los monzones son de junio a septiembre. Y, por si acaso, en América los monzones también son en verano, más tarde según más al norte vayas.
La humedad es también una de las características de la jungla, aunque no sea la temporada de lluvias. Esa humedad acaba empapando la ropa y agriando el carácter de los que la sufren. Da igual lo que hagas, acabarás empapado de sudor todo el cuerpo. Cualquier situación que haga perder moral, repercutirá el doble en una jungla. Es decir, si normalmente hubiera perdido 2 puntos de moral, en la jungla se pierden 4.
A la falta de visibilidad de la jungla, se añade su casi oscuridad, sobre todo en las partes más profundas e inaccesibles. Échale un vistazo al artículo sobre nocturnidad (15354 ) para aplicar aquellas recomendaciones que más te interesen.