Número: 167. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Tras el ataque alemán a la Unión Soviética se abrieron dos rutas navales de abastecimiento de los Aliados occidentales a los soviéticos. La ruta por el norte de Noruega hasta el puerto de Murnmark es conocida, pero había una segunda ruta a través del estrecho de Bering abastecida por los estadounidenses a través del pacífico. Los rusos recogían el material en la costa oriental rusa (Vladivostok) y lo llevaban a través del estrecho, el mar de Kara, el de Barents hasta la propia Murmansk o al puerto de Archangel. Se la conocía como la Ruta del Mar del Norte y la realizaban convoyes rusos acompañados de rompehielos para cuando el tiempo se ponía difícil.
En el verano de 1941 los alemanes no prestaron mucha atención a esta ruta porque los estadounidenses aún no estaban en guerra y ellos confiaban en que la guerra en Rusia acabaría pronto, pero en 1942 decidieron intervenir. La ruta desde el Atlántico podía interceptarse desde las bases aéreas y navales en Noruega y el éxito contra el convoy PQ-17 en julio de 1942 retrasó los viajes a Murnmark hasta septiembre. Eso permitió a los alemanes fijarse en la ruta desde el Pacífico, pero esta era diferente. Los japoneses no tenían interés estratégico en cortar esa ruta (la Unión Soviética no estaba en guerra con Japón), aunque sí facilitaban información de inteligencia de los convoyes que llegaban o salían de Vladivostok. Para los alemanes estaba fuera de alcance, pero al haber cortado la ruta del Atlántico temieron, con razón, que la del pacífico se incrementara. Para detener el tráfico naval por el norte de Rusia se realizó la operación Wunderland (tierra maravillosa o milagrosa) y se diseñó con la participación de varios buques de superficie y submarinos con base en Narvik para patrullar el mar de Bering y el mar de Kara. Los submarinos, además de la misión de ataque, tenían la misión de reunir información de las rutas de los convoyes y del estado del hielo. La operación Wunderland buscaba el control del Ártico occidental, lo que abriría las puertas a otra serie de operaciones algo más ambiciosas: Doppelschlag, Tzar, Wunderland-2 y otras.
La operación se enfrentó a dos problemas antes de iniciarse. El primero fue que dos de los buques de superficie previstos para participar en Wunderland no pudieron participar y solo el Admiral Scheer participaría en la operación. Esto no preocupó a June Schmundt, planificador de la operación, porque el Scheer, acorazado de bolsillo, tenía capacidad suficiente para superar la poca oposición armada que esperaban encontrar.
El segundo problema fue que, en realidad, los alemanes desconocían las rutas que seguían los convoyes. Entre el mar de Barents y el mar de Kara hay unas islas (llamadas nueva Zembla) que separan ambos mares y los alemanes supusieron que los convoyes las esquivarían por la costa occidental (que era la ruta más rápida). Sin embargo, los soviéticos navegaban rodeando la costa pasando por los puertos Port Dikson, Amderma y Chodovarikha. Esto hizo que el Admiral Scheer navegará hasta casi el final del mar de Kara sin encontrar ningún convoy.
A finales de Julio, partieron de Narvik algunos submarinos con el objetivo de realizar varias operaciones en la zona de la bahía Belushya (al sur de las islas Nueva Zembla), aunque su objetivo real era desviar la atención soviética de la futura salida del Admiral Scheer hacia el mar de Kara (al este del Ártico) pasando por el norte de las islas Nueva Zembla. Era el inicio de la operación Wunderland. El U-601 atacó el puerto de Malye Karmakuly (en la mencionada bahía) el 27 de julio. Cuatro días después hundiría un mercante cargado de carbón y sin escolta que se acercaba a la bahía. Tras esto, los submarinos alemanes se internaron en el mar de Kara donde persiguieron o acosaron a más buques siempre en las zonas cercanas a Nueva Zembla (seguían con su objetivo de desviar la atención soviética a la vez que informaban del tráfico naval y el clima).
La inteligencia japonesa avisó a los alemanes de la llegada a Petropavlosk-Kamchatsky de unos 20 cargueros estadounidenses y que poco después 19 cargueros y 3 rompehielos habían partido al estrecho de Bering. Se esperaba su llegada al mar de Kara a finales de agosto. En paralelo a esto, el reconocimiento aéreo de la Luftwaffe detectó que varios barcos habían abandonado el puerto de Archangel a mediados de agosto en dirección al este. Si el Admiral Scheer (que ya llevaba unas semanas en alta mar) localizaba a ambos convoyes cuando se cruzaran, podría atacar a más de 50 barcos a la vez.
El Admiral Scheer y tres destructores de escolta estaban fondeados en la isla del Oso (en la parte oriental del mar de Bering, cerca de la ruta atlántica de los convoyes). Levantaron anclas y se dirigieron a toda velocidad y en silencio de radio al este. Al llegar al mar de Kara fueron localizando (con un hidroavión Arado que transportaban) a los diferentes submarinos y estos les informaban del tráfico y de las condiciones de hielo. Las informaciones de los submarinos no eran halagüeñas porque declaraban no haber visto barco por la supuesta ruta (la corta). Finalmente, conseguirían localizar al convoy que había partido de Archangel. Iba muy despacio, pero el Scheer no fue capaz de darle caza debido a una serie de errores de detección (creer que los barcos iban al suroeste en vez del al este) y las complicaciones de navegar en un mar lleno de bancos de hielo flotantes a los que el barco alemán no podía hacer frente. El 3d Artic (así se llamaba el convoy) se libró de su perseguidor por casualidad, aun sin saber que estaba siendo perseguido.
Ya casi en la parte oriental del mar de Kara, el Admiral Scheer se topó con el Sibiryakov, un viejo rompehielos soviético que llevaba una carga de suministros a una estación meteorológica soviética. Los alemanes dieron el alto al barco y le ordenaron detenerse, pero los soviéticos decidieron combatir, a pesar de que su velocidad y sus anticuados cañones de 76 mm no eran rival para el crucero alemán. El resultado fue el previsible.
El ataque al Sibiryakov tuvo una consecuencia: se había perdido el elemento sorpresa y los rusos ya sabían que había un barco de superficie en la zona. No sabían cual ni cuantos y eso degeneró cierta locura en el mando soviético que alertó a todos sus barcos y puertos, lo que generó un montón de respuestas de falsos avistamientos que acabaron haciendo creer al Alto Mando que toda la flota alemana estaba en el Ártico y solicitó el envío de buques de superficie desde Scapa Flow (la base británica en el norte de Escocia).
El Admiral Scheer se dirigió al estrecho de Vikitsky, la entrada oriental al mar de Kara para intentar dar caza al convoy que venía del Pacífico. Al no encontrarlo, y sospechando que ya hubiera pasado, se volvió hacia el oeste, aunque volvió a hacerlo por la equivocada ruta norte en vez de seguir la costa. De todas formas, decidió aprovechar el viaje de vuelta y atacar el puerto de Dikson. Su ataque destruyó dos buques anclados en el puerto y un almacén de carbón, pero el Scheer se retiraría al recibir fuego de batería desde la costa (los alemanes creían, equivocadamente, que el Dikson era un puerto con grandes defensas y temieron que lo que les disparaba eran batería navales, cuando en realidad eran cañones de artillería de 76 mm).
Tras esta operación el Admiral Scheer regresó a puerto con lo que se daría fin a la operación Wunderland. Se habían hundido algunos barcos, se había causado cierto descontrol en el mando naval soviético, pero no se había podido hundir ninguno de los dos convoyes. ¿Y por qué no apareció el convoy del Pacífico? En realidad sí apareció, pero un mes más tarde, en septiembre. La información japonesa no era muy correcta y el convoy era más pequeño y más lento de lo que habían dicho.