Número: 166. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Los sheller son una sociedad organizada y cuya cultura valora el respeto y las buenas maneras hacia los demás por encima de todo. Todo en su vida, los valores en los que se basa su sociedad son en última instancia que el entorno sea lo más cómodo para el individuo y que le permita buscar su camino sin distracciones.
Por eso, que algunos sheller decidan llevar una vida alejada de esos principios es simplemente imposible de imaginar. Cuando sucede, el estupor e incredulidad que provocan es equiparable a su rabia. Es más, cualquier trato o contacto con esos individuos ensucia tu propia existencia, destruyendo el Camino que estás recorriendo.
Este tipo de individuos se denominan "caminantes oscuros" o kuraihokosha, que podría asimilarse a la figura de los asesinos en serie, criminales notorios y violentos, violadores especialmente crueles, etc. tipificadas en los códigos penales de la RFP.
Puesto que tratar con estos sujetos es complicado por razones legales (en realidad, no se comprende que un sheller actúe de ese modo, por lo que no hay establecido un procedimiento hacia ellos) y morales (la "suciedad" que dejan en tu propio camino), los sheller han creado un cuerpo para tratar con ellos: los jueces itinerantes (emonogosa, en su idioma). Los jueces itinerantes son grupos de agentes de la ley con capacidad para investigar el caso que se les presenta, juzgar según su criterio y en casos irrecuperables, ejercer la pena capital. Tienen a su disposición medios para buscar y sacar a la luz a aquellos que huyen a los lugares más recónditos del espacio sheller (es habitual que se intenten refugiar en los planetas menos habitados de las regiones exteriores de los brazos del Pueblo) por lo que se les proporcionan naves, armas, permisos y presupuesto para llevar a cabo un proceso rápido, detallado y certero sobre el caso.
Para llegar a ser un juez itinerante se ha de ser muy concienzudo y el proceso de selección lo refleja. Sólo pueden llegar al puesto aquellos que han trabajado en cuerpos policiales en tareas de investigación, así como en el aparato legal del Pueblo Sheller durante al menos unos veinticinco años estándar. Se considera que en ese tiempo se comienza a estar legitimado para decidir sobre la vida de aquellos a los que van a perseguir y juzgar. A pesar de todo, debido a su estilo de vida, se hacen acompañar de compañeros de viaje con habilidades útiles. En esta ocasión, estos puestos no están restringidos para los sheller, sino que está abierto a toda aquella especie que opte a ellos y pase las pruebas: tecnos, pilotos, médicos, etc.
Los jueces itinerantes pueden colaborar con las fuerzas de seguridad de los sistemas que visiten, pero no así con el aparato militar. En ocasiones esto ha provocado situaciones incómodas o de conflicto en el ejercicio de funciones. A pesar de que su actividad se realiza dentro de las fronteras del Pueblo, lo cierto es que es habitual que crucen sus fronteras buscando a sus presas. Los sheller no dejan las cosas a medias.
Como nota final, los jueces itinerantes tienen un nombre peyorativo para referirse a ellos: buitres. Se debe a que en ocasiones llevan a cabo actividades expeditivas y poco consideradas hacia los demás para alcanzar su objetivo final.