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Zis-30
El pequeño destructor de tanques
El comienzo de la operación Barbarroja supuso una debacle para el Ejercito Rojo. A pesar de su alto grado de mecanización, y de contar con algunos de los vehículos más modernos de la época, las pérdidas en medios materiales y humanos fueron terroríficas.
Tales fueron las pérdidas que las factorías eran incapaces de reponer las unidades blindadas a la misma velocidad con la que se sucedían. Era necesario, por tanto, tomar medidas drásticas e improvisar con lo que se tenía a mano.
Se produjeron varios vehículos improvisados, con mayor o menor fortuna, pero uno de ellos destacó por los buenos resultados, el Zis-30. Su nacimiento se debe a una orden emitida por el Ministerio de Armamento en Julio de 1941, por el que se solicitaban diseños para cañones anticarro autopropulsados, baratos y fáciles de fabricar. Y lo que era más extremo, tenían sólo dos semanas para completar sus propuestas.
La tarea no era nada fácil, ya que el Ejercito Rojo no tenia experiencia con este tipo de vehículos, ni se había producido ninguno (más allá de unos prototipos de diversos proyectos, abandonados todos anteriormente). El ministerio firmó la orden para que se diseñasen tres modelos diferentes, usando cada uno un cañón diferente: de 37mm, 57mm y 85mm.
Se asignó el diseño del modelo de 57mm a la Factoría Nº 92 de Gorki (capital del distrito del Volga, la actual Nizhnij Novgorod). El grupo de ingenieros no sólo cumplió con el encargo, sino que produjo dos prototipos diferentes, el Zis-30 y el Zis-31.
Ambos vehículos montaban el excelente cañón anticarro ZIS-2 de 57mm, uno de los mejores de este tipo hasta entrado el año 1943. Pero en lo que se diferenciaban era en la plataforma, por un lado el Zis-30 se basaba en el pequeño tractor de artillería T-20 "Komsomolets", mientras que el ZIS-31 empleaba el camión GAZ-AAA al que se le añadieron placas de blindaje .
Las pruebas de ambos prototipos se realizaron entre Julio y Agosto, y el Zis-30 demostró ser una plataforma más estable, lo que le daba una mayor precisión comparado con el Zis-30. Pero su capacidad de atravesar terrenos complicados era inferior (no dejaba de ser un camión de carga al fin y al cabo), por lo que se escogió finalmente el Zis-30.
La factoría recibió la orden de comenzar la producción el día 1 de septiembre, pero se presentó un problema inesperado. Los T-20 sólo se fabricaban en la Factoría Nº 37 de Moscú, y la planta había dejado de producir los pequeños tractores para pasar a producir los tan necesarios tanques. Como no había ninguna factoría disponible para reiniciar la producción, se decidió retirar "Komsomolets" ya en servicio en unidades de artillería del Ejército Rojo.
Este retraso provocó que no se iniciase la producción hasta el 21 de septiembre, finalizando esta el 15 de octubre del mismo año, ante la falta de tractores a convertir. En total se produjeron 101 unidades, a las que además de la conversión necesaria para montar el Zis-2, se les repararon los desperfectos y las averías sufridas en servicio y se le sustituyó el motor por uno más potente para compensar el aumento de peso.
Físicamente, el Zis-30 consistía en un T-20 al que se le instaló el cañón ZiS-2 57mm en la parte trasera, donde se situaban los bancos de pasajeros. Debajo del montaje iba situada la munición del arma (20 proyectiles).
De la tripulación de 4 hombres, el conductor y el ametrallador se situaban en la parte frontal (y por tanto, a cubierto), mientras que el comandante/artillero y el cargador iban en la parte posterior, solo protegidos por el escudo del arma.
Para aumentar la estabilidad, disponía de dos pequeños patines que podían desplegarse en la parte trasera.
Imagen lateral del Zis-30, en la que se ve claramente su pequeño tamaño
El Zis-30 entró en servicio a finales de septiembre del 41, equipando algunas baterías antitanque y 20 brigadas de carros en los frentes occidentales y sudoccidentales. En abril de 1942 se consideró al diseño "insuficiente", y comenzó a ser sustituido por otros vehículos como el SU-76M. En verano de 1942 ya no quedaban unidades en servicio, bien por haber sido destruidas, o dadas de baja por averías irreparables.
A pesar de lo precipitado de su diseño y producción, tuvo bastante éxito dada la situación, gracias a su excelente cañón (de gran penetración y alcance, podía acabar con todos los carros alemanes en servicio en ese momento). Su uso principal era defensivo, apostado camuflado para aprovecharse de su largo alcance, y tender emboscadas.
Sin embargo, tenía varias desventajas que condenaron el diseño (pobre estabilidad, chasis sobrecargado, poco alcance y capacidad de munición, falta de radio y de protección para la dotación).
El Zis-30 en acción. Puede apreciarse lo expuesta que se encuentra la dotación, y que está disparando desde una posición camuflada
Datos para Comandos de Guerra
Nombre: Zis-30