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Panzerkampfwagen III als Tauchpanzer
Panzer III sumergible
Para enfrentarse a las dificultades que suponía el cruce del Canal de la Mancha, el ejército alemán buscó que sus carros de combate pudieran sumergirse (en vez de flotar como años hicieron los Aliados con el Schwimmpanzer II del que ya hemos hablado (http://www.edsombra.com/index.asp?cod=16061). Tomando como base el panzer III, los diseñadores crearon el Tauchpanzer III.
El Tauchpanzer III no fue un carro de combate diseñado como tal sino una modificación de un carro que ya estaba en producción. Para ello, se sellaron con materiales resistentes al agua todas las aberturas del tanque. Entre la torreta y el casco se instaló un anillo inflable que hacía estanco el interior; la cúpula del comandante, el escudo de la cúpula y las ametralladoras se taparon con lonas de goma. Un añadido adicional fue unas cargas explosivas que permitían levantar los sellos de goma desde el interior para que la tripulación pudiera salir en caso de que fallara el aislamiento y el carro empezara a llenarse de agua.
Las tomas de aire del motor también se sellaron con goma y en los tubos de escape se instalaron válvulas de un sentido para evitar que el agua pudiera entrar dentro. Las entradas de aire del motor se sustituyeron por una manguera de 18 metro de largo, unida a una boya en el extremo superior. Eso hacía que la profundidad máxima de inmersión fuera de 15 metros.
El tanque no llevaba ningún sistema de purificación o renovación de aire, por lo que la inmersión contaba solo con el aire interno y lo que podían tomar de la manguera. Eso le daba una autonomía de 20 minutos. Esto no era muy importante porque la idea es que los carros se aproximaran a la costa en barcos, una vez cerca se sellaran con la tripulación dentro y los echaran al mar, al fondo, donde avanzaría por el lecho marino hasta la playa. Una vez allí, la tripulación quitaría las protecciones de goma y se utilizarían como un carro de combate normal.
Se probaron en la isla Sylt con buenos resultados bajo la dirección del general Reinhardt, pero como la operación León Marino nunca llegó a producirse, no se utilizaron en el combate para el que fueron diseñados. Se transformaron 8 panzer IIIE (como vehículos de mando) y 160 entre los modelos F, G y H. En 1941 se decidió cambiar la manguera por otra rígida, acortarla y conectarla al compartimento de la tripulación (el motor cogía aire de este). Estas modificaciones, abandonada la idea del desembarco en Inglaterra, se hicieron para el vadeo de ríos. De hecho, hay referencias de su uso en el cruce del río Bug al comienzo de la operación Barbarroja (con el Panzerrregiment 18).
Siguiendo el mismo procedimiento que el panzer III, se modificaron 42 panzer IV.
Tras las modificaciones de 1941 y el cruce del río Bug se pierde la pista de los Tauchpanzer y su destino, pero todo parece indicar que acabaron siendo utilizados como panzer III (y IV) normales. La idea del Tauchpanzer volvería a retomarse a finales de la guerra para el carro Maus. No por cuestiones estratégicas de un desembarco, sino para permitir que ese mastodonte de 188 toneladas cruzara ríos pues pocos puentes podían soportar su peso.
El principal problema de los Tauchpanzer III es que el interior, lleno de aire, generaba (sobre todo en el mar) una ligera flotabilidad que separaba las orugas del lecho marino y le impedía avanzar.