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Operación Himmler
Uno de los Casus Belli alemanes
En la Primera Guerra Mundial, a principio del siglo XX, e incluso antes, las naciones buscaban un casus belli para justificar sus ataques a otros países. Era lo que marcaba la diferencia entre una invasión justificada, que no sería respondida por las potencias vecinas, y una agresión imperialista. Este sistema, algo hipócrita, fue el responsable de muchas "invenciones" de naciones que querían justificar sus deseos expansionistas. A pesar de que Alemania tenía algunos de los generales con ideas más avanzadas a su tiempo, la dirección política aún creía que se enfrentaba a una situación similar a la de la Primera Guerra Mundial y creía que debía justificar sus ambiciones y anexiones. La anexión austriaca y checoslovaca se basaron en la existencia de grandes comunidades alemanas en esos países. Con Polonia estaban utilizando la misma estrategia, pero las acusaciones de agresiones polacas contra la población germana de Danzig y alrededores no estaba dando sus frutos, lo que les llevó a buscar un casus belli y así nació la Operación Himmler que daría lugar al Incidente Gleiwitz.
El plan fue ideado por Himmler (de ahí el nombre de la operación), pero fue ejecutado por Müller y supervisado por Heydrich. El objetivo de la operación era simular un ataque polaco en suelo alemán, lo que daría razones al ejército alemán para responder al ataque e invadir Polonia como resultado de la ofensiva. Creían los regidores alemanes que al estar justificada la respuesta alemana, Gran Bretaña y Francia, que hasta el momento se habían mostrado muy comedidas respecto a las anexiones alemanas, no defenderían a Polonia ni activarían los acuerdos de defensa mutua que las dos potencias tenían con los polacos.
Aunque el Incidente Gleiwitz es, posiblemente, el más famoso de las acciones previas de la segunda guerra no fue el único. Los alemanes planearon varias operaciones el día anterior al ataque alemán sobre Polonia. Como anécdota comentar que todas las operaciones estaban preparadas para la noche del 25 al 26 ya que el día 26 era la fecha prevista para iniciar la operación Fall Weiss (invasión de Polonia). Sin embargo, la diplomacia internacional recomendó al alto mando retrasar la operación al 1 de septiembre. No a todas las operaciones previas, como al famoso incidente del Paso Jablunka, se las pudo avisar a tiempo del retraso.
El incidente Gleiwitz
La noche del 31 de agosto un grupo de soldados vestidos con uniformes polacos bajo las órdenes de Alfred Naujocks atacaron una estación de radio en Gleiwitz, en Alemania*, cerca de la frontera polaca. Tras ocupar las instalaciones sin resistencia, emitieron un comunicado en polaco en contra de Alemania. Aunque las versiones del discurso varían según las fuentes, quedó claro que se trataba de saboteadores polacos contra Alemania. En la retirada desde la estación de radio hubo un ligero enfrentamiento y un par de soldados con uniforme polaco murieron y sus compañeros, forzados por las circunstancias, se vieron obligados a dejar allí los cuerpos.
* Nota: En la actualidad, Gleiwitz se llama Gliwice y se encuentra en territorio polaco debido a los cambios geográficos tras la Segunda Guerra Mundial.
Al día siguiente Alemania invadía Polonia y comenzaba la Segunda Guerra Mundial, pero el incidente de la estación de radio de Gleiwitz se mencionó en todos los periódicos alemanes y bastantes extranjeros. Uno de los fallecidos que los atacantes abandonaron en su retirada era Franciszek Honiok, conocido activista alemán pro-Polonia que estaba casado con una mujer de Silesia. Los otros fallecidos también eran conocidos activistas antialemanes y aquello despejó las dudas sobre el origen del ataque: se trataba de grupos activistas organizados por el gobierno polaco.
Aunque la prensa internacional trató la información del Incidente Gleiwitz con mucho cuidado, sobre todo por la negativa alemana a que investigadores neutrales (estadounidenses) investigaran el caso, la verdad es que durante años la incertidumbre rodeó los hechos. Los alemanes afirmaban haber sido atacados y los polacos, en los pocos días que tuvieron un gobierno con capacidad de responder, negaron los hechos. A pesar de los intentos alemanes de justificar su ataque con incidentes como el de Gleiwitz, ni franceses ni británicos se lo creyeron y declararon la guerra a Alemania en respuesta a su agresión a Polonia.
Los acontecimientos posteriores, la Segunda Guerra Mundial, dejaron olvidado este incidente hasta 1945, cuando se celebraron los juicios de Núremberg. En ellos, algunos miembros del abwehr, explicaron que los polacos atacantes eran, en realidad, soldados alemanes con uniformes polacos y que los muertos eran el resultado de la operación Konserve (Conserva); un macabro nombre para una operación que consistió en el asesinato de varios prisioneros mediante inyección letal y los posteriores disparos para disimular que habían muerto en combate. Los soldados alemanes disfrazados llevaron las "conservas" (así se referían a los activistas polacos muertos en los diarios de operaciones de la misión) hasta Gleiwitz para que fueran hallados después del falso ataque.
Franciszek Honiok fue detenido por la Gestapo horas antes del Incidente Gleiwitz porque su papel debía ser más protagonista, pero el resto de los falsos soldados muertos fueron sacados del campo de concentración de Dachau.