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U47: Comandante Prien
Creo que he confesado, en alguna ocasión, que me gustan los submarinos y, en concreto, las historias de submarinos. La película de este artículo la había visto hace muchos años, pero recientemente tuve la oportunidad de verla de nuevo. Sigue siendo una película de submarinos, pero tiene algunos valores añadidos que en su día no aprecié.
El comandante Prien es el comandante del U-47 que se hizo famoso, en su día, por protagonizar el ataque a Scapa Flow, la base escocesa de la Royal Navy (Gran Bretaña), donde hundiría el Royal Oak (un acorazado de 29.000 toneladas). La película dedica algunos minutos a esa parte de la historia, pero no se centra en ella. Va desarrollando en paralelo la historia del capitán del submarino en el mar y en tierra.
La película fue dirigida por Harald Reinl, director austriaco nacido en 1908, con una filmografía bastante extensa, pero poco no muy conocida. Quizás los aficionados al cine bélico recuerden su película "Los diablos verdes de Montecassino", aunque creo que su película más conocida fue "Furia Apache". U47 fue rodada en 1958 con producción en Berlín (Occidental). Esto se nota en el metraje. Estamos en medio de la Guerra Fría y la industria del cine alemán quiere recuperar el "honor" del ejército alemán tras la Segunda Guerra Mundial, pero pasando de puntillas por temas delicados, como el holocausto. En otras palabras, hay que ver la película con cierto escepticismo sobre lo que se cuenta y cómo se cuenta.
Las escenas de combates en el mar son bastante dignas, aunque hay que tener en cuenta que están hechas en 1958 y sin muchos medios técnicos. En ocasiones, parece como si estuvieras viendo recortes de documentales mal ordenados para parecer un combate naval (no sería la primera película que se hace así). No se puede comparar a la magistral Das Boot (de Wolfgang Petersen), pero tiene detalles interesantes, como la alternancia entre motores eléctricos y diesel, el uso de respiradores cuando están sumergidos, los peligros del ácido de la batería, etc. Los combates se interrumpen con las escenas del interior del submarino, creo que una recreación bastante meritoria, donde desfilan todos los prototipos de "marinos" alemanes: el leal segundo oficial que llega a capitán de su propio submarino, el enchufado del partido que resulta no ser muy valiente, el impasible cocinero, el veterano oficial de torpedos y el no menos clásico jovenzuelo de 19 años, recién casado y a quién la guerra le viene grande. Juntos formas un interesante colectivo que puede servir de inspiración para más de un personaje
Las escenas en tierra, entre misiones (menos que las misiones reales del comandante Prien) oponen al protagonista con algunas personas cercanas a él: su mujer (que intenta forzarle para que deje los submarinos y acepte un cargo como instructor), un antiguo compañero de colegio (ahora sacerdote, que ayuda a gente con problemas, sin que la película mencione qué clase de problemas, pero que implica sacarlos del país), otro capitán de submarinos (responsable del hundimiento del Athena).
Dice la teoría que los personajes de una historia deben evolucionar con la historia y que esta debe afectarles. Esto ocurre en la película, desde la lealtad a la rebeldía, desde esta a la resignación, desde el honor a la desesperación, desde la fascinación al odio. Casi todos los personajes tienen cambios en su actitud con el protagonista o, más ampliamente, con la situación en Alemania. La única pega es que como se van alternando las escenas de tierra y mar esta evolución no se ve, sólo se aprecian saltos en las actitudes. Consecuencia de la forma de narrarlo, pero interesante, creo, desde el punto de vista de un jugador en busca de una motivación para un personaje.
Dos pegas hago a la película. Ambas las he comentado indirectamente. La primera es que la narración va a trompicones, los saltos de tierra al mar no ayudan, parece como si estuvieras viendo dos películas en paralelo. La segunda es que la película intenta reflejar a los nazis como algo ajeno al pueblo alemán, como si no tuviera nada que ver con ellos, como si hubiesen llegado casualmente al poder y nadie se hubiera percatado a tiempo de sus mentiras. Se puede comprender este punto de vista del director dada la época de la película, pero en la actualidad chirría un poco. Yo no le recomendaría esta película a alguien no conozca más cosas de la Segunda Guerra Mundial, que tenga acceso a otras fuentes.