Llego hasta aquí



 Comandos
 Ayudas
    Afición (85)
    Ambientación (208)
    Reglas (114)
    Equipo (218)
    Sucesos (174)
    Aventuras (153)
    Preg./Resp.
 Por autor
 Productos
 Enlaces
 





Licencia Creative Commons para el texto de la web (quedan excluidas de la licencia CC las ilustraciones)


jueves, 21 de noviembre de 2024


 

Era una esposa fiel

Estamos en Londres, en la Navidad de 1940. La Batalla de Inglaterra, el intento alemán de destruir a la RAF y, posteriormente, invadir la isla ha fracasado. Los alemanes bombardean la isla en ocasiones y la guerra, con el Eje dueño de toda Europa (desde Francia a Polonia, desde Noruega a Sicilia), no parece que tendrá un cercano final. Sin embargo, hay algo de esperanza. Churchill prometió que no sería sencillo, y no lo está siendo, pero que no les derrotarían, y no lo están haciendo.

La señora O'Mally, esposa del capitán O'Mally (un héroe que falleció en la Batalla de Inglaterra con más de 20 derribos), ha aparecido muerta en su pequeño apartamento londinense. El caso no hubiese llamado la atención de Scotland Yard si Shelma (ese es su nombre) no hubiese sido una de las secretarias de Churchill. Bueno, estrictamente no trabajaba con él directamente. Era una más de la legión de ayudantes del gobierno que día a día, desde el Ministerio de Guerra, hacía que la Victoria estuviera más cerca. Ella, en concreto, era una de las seis mecanógrafas que pasaba a máquina las órdenes del gabinete.

Nota: la aventura está pensada para Comandos de Guerra, pero, como podrás comprobar, es una aventura de investigación con algún posible final violento. Esto significa que aunque esté ambientada en 1940, quizás prefieras jugarla con las reglas de Rol Negro (o de otro juego).

Los bombardeos sobre la ciudad de Londres se reanudaron el día 26 de Diciembre. Tenlo en cuenta mientras tus PJ se muevan por la noche por la ciudad. Sus movimientos se verán dificultados por las alarmas aéreas y en más de una ocasión algún miembro de la Home Guard les obligará a ir a los refugios.

Los personajes jugadores

Lo más sencillo es que los personajes jugadores sean investigadores de Scotland Yard o del propio ejército (policías militares). Sin embargo, también sería posible que algún personaje fuera un amigo (o amiga) de la víctima o compañeros de unidad de su marido muerto en combate. Un grupo formado sólo por compañeros o amigos, aunque tendría la motivación personal para descubrir al asesino, tendría problemas para poder seguir algunas pistas donde la autoridad de la policía podría abrir más puertas. Mi recomendación es que hagas un grupo mixto: policía o militares más amigos o compañeros de forma que tengas la motivación y la autoridad en el mismo grupo. Los policías o militares del grupo pueden permitir que los amigos o compañeros les acompañen en la investigación (no es que anden muy sobrados de efectivos y cualquier ayuda estará bien). Eso sí, les advertirán que si interfieren de alguna manera, les mandarán para casa.

Los compañeros del marido pueden enterarse del fallecimiento por una llamada del Ministerio preguntando si Shelma había ido a visitarles. Como hace mucho tiempo que no la veían, pensaron que algo podría haberle pasado y se acercaron a su casa.

Los amigos o amigas pueden enterarse del fallecimiento en el trabajo (pueden ser compañeros de trabajo) o porque les llaman desde allí para ver si la han visto. Preocupados se acercaron a su casa para ver si se encontraba bien.

La escena para formar el grupo quedará mucho más dramática si la haces delante del cuerpo de la víctima, en el escenario del crimen.

El escenario del crimen

La casa de Shelma O'Mally es un pequeño apartamento cercano al Soho londinense y cercano a Picadilly Circus, pero no en las zonas principales y caras. De hecho, el portal da a una calle estrecha y para entrar en el edificio hay que cruzar el patio de otro y subir por una escalera interior. Sin embargo, el edificio no es viejo, sino que parece de nueva construcción: no más de cinco años. La puerta de entrada está en un pasillo con un lateral abierto al patio y tiene un enorme cristal obstruido por una fea cortina estampada. La puerta da paso directamente al salón (puedes comentar que es algo bastante raro en Londres; algo muy yanqui si alguno de tus personajes desea saberlo).

En el salón está el cuerpo de Shelma O'Mally cubierto por una sábana y son visibles algunas manchas de sangre (no olvides las tiradas de moral para los que nunca hayan visto un cadáver o para los amigos de la víctima). En el salón, con una ventana a un patio interior, hay tres puertas: a una pequeña cocina (con restos que alguien ha olvidado lavar), una aseo (bastante limpio y ordenado) y un dormitorio (impecable).

El cuerpo fue descubierto por la policía tras una llamada del Ministerio de Guerra en la que les solicitaba que investigara el paradero de Shelma O'Mally. No es que la víctima manejara grandes secretos militares, pero por sus manos pasaba suficiente información como para que su ausencia en el trabajo encendiera algunas alarmas. Los policías les informarán que la puerta estaba cerrada (tuvieron que forzarla) y que el cuerpo de la víctima estaba tumbado en el salón (lo taparon con una sábana que cogieron del dormitorio). El cuerpo ya estaba rígido, lo que implica varias horas muerta, pero no han hecho ninguna investigación (ese no es su campo).

Nota para los aficionados a CSI: olvidad la serie. Estamos en 1941 y el procedimiento policial es mucho menos científico. Los indicios y las pistas son bastante más grandes que una pestaña, un resto de sudor o la fibra verde de un maletero. En esta época, si el sospechoso tenía un móvil y había tenido la oportunidad, seguramente era culpable.

Cosas en el apartamento

Los personajes podrán encontrar varias cosas en el apartamento (y alrededores) tras una ligera investigación:

- Una fotografía de ella con su marido y una tercera persona. Si en el grupo hay compañeros del capitán O'Mally reconocerán al marido (y el avión que hay al fondo). También reconocerán a la tercera persona, el hermano del capitán... Por cierto, ¿por qué no ha venido con ellos?

- Una caja de fósforos de un local (nocturno) de nombre Roy Brown. Todos los presentes conocen ese local: es famoso por estar decorado con fotografías de combates aéreos de la primera guerra mundial. Estuvo muy de moda en los años 30, pero ya no. Ahora es un bar al que acuden los pilotos de la RAF cuando están de permiso en Londres.

- Algunos papeles carbón (papel de copia para la máquina de escribir). Están usados, pero aún no son inservibles. Sus compañeros de trabajo podrán reconocer que es papel de la oficina, pero leyendo algunas de las cosas escritas, se sabrá, sin ninguna duda, que lo son.

- Hablando con los vecinos, descubrirán que Shelma O'Mally no era una buena mujer. Sí, como lo oyen, salía por las noches, había noches que no venía a dormir a casa y había días que la visitaban ¡¡¡hombres!!! Pobrecilla. No está bien hablar mal de los muertos, pero no les extraña nada que haya acabado así, con aquel alto caballero que la visitaba a veces o el aviador o el estirado funcionario... ¡incluso el mismo día! (sí, ayer).

- Shelma O'Mally murió de un fuerte golpe en la nuca. No hay sangre ni desgarros, por lo que el golpe debió ser hecho con algo romo; puede incluso que un golpe con la mano por la delgadez del hematoma perimortem (la culpa es del CSI). No hay heridas defensivas y el hecho de que estuviera de espaldas a su agresor y de que la puerta no estuviera forzada hace pensar que conocía a quien la atacó.

Continuando la investigación

No hay más que descubrir en la casa, pero puedes aumentar las dudas de los personajes hacia la víctima añadiendo detalles sobre su reputación: medias de seda en su cajón de la ropa interior, una botella de licor y dos vasos en el salón, revistas de moda parisina, una máquina de escribir, etc. En cualquier caso, Shelma O'Mally es la víctima (y además era buena persona). Los personajes, sobre todo si la conocían, harán mal dudando de su integridad.

Visitando el aeródromo

Vista la fotografía y por los comentarios de los vecinos sobre las visitas de un aviador, los personajes podrán pensar que el cuñado podría estar "saliendo" con la mujer de su fallecido hermano. También puede ser que otro piloto estuviera consolando a la viuda. En cualquier caso, visitar el aeródromo puede ser una opción que se les ocurra (aunque está a unas 30 millas de Londres).

En el aeródromo descubrirán que hay bastante actividad. La Batalla de Inglaterra ha terminado, pero los pilotos de la RAF hacen salidas casi diarias en previsión de bombardeos alemanes. Hoy el tiempo sobre Inglaterra es malo, no se prevé actividad enemiga, pero, aún así, los mecánicos están aprovechando las horas para poner a punto los aviones. Carretones de piezas de un lado para otro, coches de gasolina descuidadamente aparcados, mangueras por los suelos y muchos monos manchados de grasa.

En el aeródromo descubrirán que ningún piloto "visitaba" a la mujer del capitán O'Mally. Es una especie de regla no escrita entre pilotos: las mujeres de los muertos se respetan (las de los vivos no tanto). De hecho, si hubiesen sospechado de alguno, ya se habrían encargado de ajustarle las cuentas al estilo RAF. La única excepción, y eso podrán conformarlo varios, es el capitán O'Mally junior (el hermano). Cuando iba a Londres pasaba a visitarla para ver si estaba bien y para ver si necesitaba alguna cosa. Algo normal entre la familia y que los pilotos entendían y conocían. Bueno, la verdad es que O'Mally tiene muy mal genio y nadie se atrevería a llamarle la atención por visitar a su cuñada.

- Bien dirá alguno de los PJ -, ¿y podemos hablar con el capitán O'Mally junior?

Esto... la verdad es que está de permiso desde ayer. No volverá en una semana. No, no sabemos dónde ha ido (mienten, ver final de la aventura).

Visitando el Roy Brown

Las cerillas les llevarán al Roy Brown. El bar ha perdido parte de su encanto del pasado y las fotografías de los pilotos han perdido parte de su brillo. El humo del tabaco ha ido ennegreciendo las paredes y ha dejado un aroma inconfundible. Tendrán que esperar a última hora de la tarde para poder entrar y hasta pasada la cena no se llenará de clientes: casi todos pilotos de la RAF más algunas mujeres que les acompañan.

Mirando las fotos de las paredes, los PJ podrán descubrir el origen del nombre del bar. Si no lo saben ya, verán que se llama así en honor a Arthur Roy Brown, piloto canadiense de la RAF durante la Primera Guerra Mundial a quien se le reconocieron diez victorias (derribos), entre ellos el de Manfred von Richthofen, el Barón Rojo.

El Roy Brown está regentado por Charles Brown (aunque el apellido es sólo casualidad, no hay parentesco). Charles se encarga de atender a los clientes detrás de la barra todas las noches. Antes le ayudaba su hijo, pero se alistó y le destinaron al Mediterráneo (nota: acaba de ser embarcado hacia Grecia y el padre lleva varios días sin noticias. No es un buen tema de conversación en este momento).

Si le preguntan por Shelma O'Mally no sabrá quién es, pero si la describen o le enseñan una foto sí lo sabrá. Charles les podrá contar que es una cliente habitual (si le dicen que ha muerto, empezará a llorar, está muy sensible con lo de su hijo, llenara una cerveza, brindará en voz alta y la dejará sobre la barra; si ya hay clientes, beberán todos de sus bebidas; un ritual de pilotos). Les hablará muy bien de ella y les comentará que pasaba algunas noches allí hablando con los pilotos que acuden al local. No, no es lo que piensan, nunca se iba con ninguno. Creo que echaba de menos a su marido y aquí lo sentía más cerca. Si le preguntan por alguien especial con el que pasara más tiempo, les dirá que sí, que con el escritor.

El "escritor" es un cliente habitual del bar que dice ser escritor, aunque, confesará, nunca he visto un libro suyo. Habla mucho con los pilotos y toma nota para sus libros, que dice tratan de la guerra (¿quién querría leer cosas de esta horrible guerra?), y se había hecho amigo de Shelma. Les he visto juntos alguna noche. Sí, alguna vez se fueron juntos, pero no "juntos", ustedes me entienden. Cuando se lleva 20 años en este oficio se aprende a distinguir estas cosas. ¿Dónde vive el escritor? Déjenme que lo piense... (lo recordará, ver final de la aventura)

Visitando el Ministerio

Visitar el lugar de trabajo de la víctima puede ser también la opción de los personajes. El papel carbón, la máquina de escribir (si se lo comentaste) y el funcionario que vieron las vecinas parecen señalar al Ministerio. Ni que decir tiene que este es uno de los lugares con mayor seguridad de Gran Bretaña y que sólo podrán acceder a él si son policías o dan unas razones muy convincentes al militar que hay en la puerta. El interior es una especie de casa de locos, mecanógrafas, ujieres, militares, todos atareados y todos con prisas. De hecho, si quieres, puedes hacer que Churchill haga alguna aparición repentina (apestando con su inseparable puro) y largándose después de unas palabras de ánimo a alguno de los presentes. La actividad, entonces, se reanudará más alocadamente que antes.

La noticia de la muerte de Shelma O'Mally causará conmoción en su sección y, por un momento, las máquinas de escribir dejarán de teclear (habrá lagrimas). Pacientemente, podrán descubrir que O'Mally era una trabajadora perfecta que nunca se quejaba y que si era necesario quedarse más horas no le importaba hacerlo (nadie le esperaba en casa). ¿Novio? No, no tenía novio. Si lo tuviera ellas lo sabrían, seguro. ¿Pretendientes? Ella era bastante guapa y seguro que había más de uno persiguiéndola. ¿En la oficina? Él único que le decía cosas era el jefe de sección: Mr. Millard. Shelma les confesó que, en ocasiones, iba a visitarla a casa y que eso la ponía muy nerviosa. No, Mr. Millard no ha venido hoy a trabajar tampoco (por segundo día). ¿Dónde está? No sabría decirle... (claro que lo saben, ver final de la aventura).

Si les mencionas el papel carbón hallado en casa de la víctima, las secretarias defenderán a Shelma y dirán que es normal llevarse cosas de la oficina. En la calle es muy difícil encontrar esas cosas con el racionamiento: papel, tinta para escribir, etc. Seguramente Shelma se lo llevaba a casa para seguir trabajando.

Atrapando al asesino

¿Quién ha matado a la pobre Shelma O'Mally? ¿Habrá sido el capitán O'Mally, cuñado de la víctima cansado de la vida disoluta que llevaba y el poco respeto que tenía a su hermano? ¿Habrá sido el escritor sin nombre que parece un espía enemigo? ¿Habrá sido el jefe de sección, Mr. Millard, cansado de que Shelma rechazara todas sus propuestas lujuriosas?

La verdad es que la aventura puede tener a cualquiera de los personajes como asesino, los tres podrían tener un motivo y los tres tuvieron oportunidad. Puedes intentar sorprender a tus personajes haciendo que el asesino sea el último de sus sospechosos o puedes jugar con las múltiples sospechas para regular el tiempo de duración de la partida. El asesino será aquel a por el que vayan cuando tenga que acabar la partida.

El asesino es el cuñado: capitán O'Mally junior

Efectivamente, como habías supuesto, el mal humor de O'Mally le jugó una mala pasada. Él creía que su cuñada no respetaba a su difunto hermano y aprovechando una semana de permiso por las navidades se acercó a visitarla y se lo echó en cara. Ella, que no tenía nada de lo que avergonzarse, le dijo que no podía meterse en su vida, que no era su marido ni lo sería nunca y le dio la espalda. Enfadado más allá de su control, la golpeó, y al ver que la había matado, huyó.

Los pilotos del aeródromo, tras presionarles un poco más, les dirán que está de permiso en Londres, así que lo más sencillo es buscarle por algunos bares nocturnos (especialmente los de pilotos). También les informarán que al Roy Brown no va porque no quiere encontrarse con su cuñada. Explicarán que cuando vas buscando "diversión" (ya me entienden) no es bueno que tu cuñada este por el local.

De hecho, el capitán O'Mally está empalmando las borracheras una detrás de otra. Va a un bar, ahoga su culpa hasta que le echan a la calle, se despeja un poco (generalmente vomitando y durmiendo junto a los cubos de basura) y se va a otro bar a seguir bebiendo. La culpa por lo que ha hecho le tiene destrozado y sólo la fortuna ha hecho que aún no se haya topado con la policía militar.

Cuando le encuentren, en un garito de mala reputación, O'Mally se pondrá a la defensiva y terminará iniciando una pelea a la menor insinuación (está completamente borracho). Eso provocará que otros pilotos en la sala se unan a la pelea creyendo que los "civiles" están pegando a uno de los suyos. Si hay pilotos en el grupo de PJ, serán los de tierra los que entrarán en la pelea pensando que los "pilotos" están pegando a civiles. En resumen, la pelea será buena y terminará con la llegada de la policía militar repartiendo a diestro y siniestro. Tras explicar las cosas (sobre todo a los policías militares), O'Mally se derrumbará y confesará su asesinato.

Si O'Mally es inocente, también estará de juerga por Londres (aunque mucho más contenida). Cuando le digan que su cuñada ha muerto, se derrumbará al suelo (lo que posiblemente haga pensar a los pilotos presentes que ha sido golpeado e iniciaran una pelea). O'Mally contará que fue a casa de su cuñada el primer día de permiso para que pasaran las Navidades juntas, pero ella no respondió, así que se fue a celebrarlo con sus compañeros que estaban de permiso (los mismos que habrán golpeado a los PJ y que confirmarán su historia).

El asesino es el escritor sin nombre

Efectivamente, como habías supuesto, el escritor es, en realidad, un espía alemán en Londres. Visitaba el bar de los pilotos haciéndose pasar por escritor y escuchaba sus historias (en realidad tomaba notas de las operaciones). Conoció a Shelma O'Mally de casualidad, pero la convenció para que le consiguiera papel carbón para copiar las cosas que escribía. Sin ella saberlo, le estaba proporcionando copia de los documentos que copiaba. No siempre era fácil leer lo que ponía y no siempre era interesante, pero en ocasiones, la información era muy jugosa. Fue a verla casa el día de Navidad, ella le había invitado para darle unos papeles carbón, pero en vez de hacerlo, le dijo que no le daría más, que había un tipo en la oficina que quería chantajearla por ello y no podía seguir facilitándoselos. Aquello le puso muy nervioso (pensando que le iban a pillar) y acabó con la mujer, para evitar que le relacionaran con él, de un golpe en la nuca (es un espía, sabe cómo matar con un golpe).

El dueño del bar les habrá dicho donde vive (una pensión de mala muerte). El escritor ha pensado mudarse de barrio y romper sus lazos con todos los que le conocen (especialmente el bar de pilotos), pero en mitad de las navidades resultaría muy sospechoso (además es imposible encontrar un alojamiento disponible en la ciudad en esas fechas). No debió matar a la mujer, sólo distanciarse de ella, pero ya es tarde para cambiar lo hecho.

Cuando vayan a buscarle, si se entera de que van a por él, les recibirá a tiros (recuerda que sólo los PJ policías irán armados) e incluso utilizará a los dueños de la pensión como rehenes para que le dejen escapar. En cualquier caso, no le cogerán vivo. Lleva una pastilla de cianuro y no dudará en tomarla. Si consiguieran sorprenderle (un astuto plan de los PJ), intentará coger su pistola y si no puede la pastilla de veneno. Si se lo impiden, confesará que es un espía alemán y que mató a Shelma por miedo a que le descubrieran. En su habitación encontrarán escondido mucho material de espionaje (incluyendo libros de claves y el papel carbón "robado").

Si el escritor es inocente, le sorprenderán en la pensión. No tiene familia en Londres ni nadie con quien pasar estas fechas. Visitó a Shelma y pensó que pasaría la fiesta en su agradable compañía, pero ella le había llamado para explicarle que nunca más le podría dar papel carbón, que lo sentía mucho, pero su jefe del Ministerio estaba fastidiándola. Él se despidió y decidió no salir para no deprimirse más con tanta gente alegre. Le pillarán intentando escribir su novela (mala, por cierto). Utiliza el papel carbón para hacer copias de lo que escribe y nunca se ha fijado en lo que está escrito.

El asesino es el jefe de sección: Mr. Millard

Mr. Millard ya había tenido problemas en anteriores destinos con sus empleadas, pero siguiendo una vieja tradición británica se habían limitado a trasladarle de un lugar a otro. Desde que llegó al Ministerio se encaprichó con Shelma O'Mally y le estuvo haciendo la vida imposible. Después descubrió que "robaba" papel carbón y decidió aprovechar esa información en su beneficio. Se presentó en su casa e intentó cambiar su silencio por favores sexuales (¿hemos dicho que Mr. Millard no es una buena persona?). Ella se negó, le dijo que informaría a sus superiores y que se marchara de su casa. Cuando le dio la espalda, pensando que él ya se iba, Mr. Millard la mató en un arrebato de furia para evitar el escándalo. Luego se arrepintió de lo que había hecho y pasó el día en casa con su mujer intentando decidir qué iba a hacer. ¿Su mujer? ¿Será malvado el tío?

Cuando vayan a por él a una vivienda acomodada en uno de los barrios buenos de Londres (la dirección podrán obtenerla en el Ministerio sin muchos problemas), huirá. Posiblemente les vea venir cuando crucen el jardín y se marchará al garaje para huir en su coche. Si cree que no podrá, huirá por el patio trasero e intentará escapar a pie. Los personajes deberán perseguirle si quieren atraparle. Cuando lo hagan, confesará su crimen, pero intentará culpar a Shelma diciendo que trabajaba pasando información para un espía alemán y que pensaba informar de ello cuando volviera al Ministerio (podrán desmentirlo, y salvar el honor de la difunta, hablando con el escritor). Si le preguntan por qué huyó, se excusará en algún PJ (si es piloto o amigo de la víctima) diciendo que creyó que eran cómplices y venían a matarle.

Si Mr. Millard es inocente, les recibirá con un fuerte constipado y confesará que fue a ver a Shelma para hablar del tema de la desaparición de papel carbón, pero que ella no estaba y lo dejó para el día siguiente, pero ese maldito constipado había alterado todos sus planes.

 

 

Diario Sombra:

Subscríbete en Feedly

Redes Sociales:



Grupos de jugadores:




Cita

«Mantuve abiertas las puertas del Caos, hasta que comprendí que podía cerrarlas cuando quisiera.»

Ipalw Izkai