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Francotiradoras Rusas
Durante la segunda guerra mundial cerca de 800.000 mujeres estuvieron incorporadas en las filas del Ejército Rojo, de ellas unas 2.000 fueron francotiradoras de élite, si bien apenas 500 sobrevivieron al final de la guerra.
Algunas de las más importantes fueron:
Lyudmila Pavlichenko
Lyudmila Mijailivna Pavlichenko nació en la Ucrania Soviética en 1916 y se alistó en 1941 para formar parte de la 25ª división del ejército soviético. Armada con un rifle de cerrojo Mosin-Nagant adaptado para el tiro de precisión con una mira de cuatro aumentos ocasionó 309 bajas, incluyendo 36 francotiradores enemigos, convirtiéndose así en la mujer francotirador con mayor número de bajas confirmadas de la historia.
Gracias a sus éxitos fue condecorada con la Orden de Lenin y la medalla de Héroe de la Unión Soviética. En 1942 fue herida con fuego de mortero y retirada del frente para dedicarse a misiones de propaganda e instrucción.
Sobrevivió a la guerra y terminó sus estudios universitarios convirtiéndose en historiadora. Murió en 1974 en Moscú.
Roza Shanina
Roza Yegorovna Shanina nació en 1924 y se alistó al ejército junio de 1943. Tras pasar por la Academia Central de Mujeres Francotiradoras entró en combate por primera vez en abril de 1944 con la 184 división de rifleros.
Murió en batalla en 1945 contando con 54 muertes confirmadas y fue condecorada con la Medalla al Valor y las ordenes de la Gloria de 2ª y 3ª clase.
Natalia Kovshova y Maria Polivanova
Estas dos francotiradoras formaron equipo causaron conjuntamente más de 300 bajas enemigas entre los soldados y oficiales alemanes entre 1941 y 1942 antes de fallecer en combate en la contraofensiva alemana.
Fueron condecoradas con la estrella de oro de heroínas de la unión soviética a título póstumo y se las recuerda entre las mejores francotiradoras de la historia.