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Avia B-534-IV
Este avión checoslovaco representa, posiblemente, el último modelo de una época anterior: la época de los biplanos. Sin embargo, fue testigo de la Segunda Guerra Mundial, más por falta de sustitutos que por sus cualidades, aunque fue uno de los mejores aviones del mundo en su momento (consiguió el récord de velocidad en 1934 con 365 km/h).
El Avia B-534 fue un diseño de Frantisek Novotny basado en el fracasado modelo Avia B-34/2. El avión tenía las características propias de un biplano (como el tren de aterrizaje no retráctil), pero presentaba algunas aportaciones interesantes. El ala inferior era más pequeña que la superior (sesquiplano); las uniones alares tenían forma de N, lo que mejoraba la resistencia estructural; la cabina (a partir del modelo II) era cerrada, algo poco habitual en los biplanos; ambas alas tenían alerones, lo que mejoraba la maniobrabilidad. Sin embargo, de todas las mejoras introducidas en este avión, la más llamativa es el diseño aerodinámico de su fuselaje. De hecho, si sólo se observa el fuselaje, uno podría creer que está observando un avión más moderno, semejante al Spitfire británico.
El avión llevaba un motor Hispano-Suiza de 830 CV que gracias a su ligero peso (las alas y parte del fuselaje eran de tela) le permitía alcanzar una gran velocidad. Llevaba 4 ametralladoras (mk 30) de 7.70 mm en la parte frontal del fuselaje que disparaban a través de la hélice.
Los inicios del avión no fueron sencillos pues los dos primeros aparatos de prueba se destrozaron en sendos aterrizajes de emergencia. Sin embargo, la fuerza aérea checa necesitaba un avión con cierta urgencia y los trabajos del 534 eran los que iban más avanzados y tenían mayores probabilidades de éxito. El primer modelo de la serie (B-534-I) fue una mezcla de los aspectos más de ambos prototipos estrellados (hélice de madera, canina abierta, tren de aterrizaje sin carenar y dos ametralladoras ligeras en el fuselaje y otras dos bajo las alas) y entró en servicio a finales de 1935. El B-534-II se diferenciaba de su predecesor en que las ametralladoras fueron desplazadas al fuselaje y bajo las alas se colocaron soportes para bombas (6). Se pensó que el 534 podría ser un buen avión para el ataque a tierra. Una modificación en la toma de aire del carburador (poniéndolo delante) y el carenado del tren de aterrizaje marcaron el modelo III que fue el primer modelo que los checoslovacos exportaron al extranjero (concretamente, 6 a Grecia y 14 a Yugoslavia).
El modelo definitivo de la serie fue el B-534-IV que incluía algunas mejoras como la cabina deslizable hacia atrás de visión total (con cristal por todas partes), pero se volvió al tren de aterrizaje no carenado. En total, las fuerzas armadas checas recibieron 253 ejemplares de este modelo, que sumado a los modelos anteriores, alcanza una cifra de más de 400 aviones en servicio. Existió una versión posterior denominada Bk-534 que añadía un cañón de 20 mm en el eje de la hélice sacrificando (por cuestiones de peso) dos de las ametralladoras. Sin embargo, no hubo mucho Bk-534 por problemas de suministro de los cañones y se adoptó la solución de emergencia de añadir una tercera ametralladora en el lugar previsto para el cañón.
En 1938, el B-534 era el eje de las fuerzas aéreas checoslovacas con 21 escuadrones aéreos. Tras la invasión alemana de Bohemia y Moravia (la parte checa de Checoslovaquia) en 1939, la mayoría de los aviones quedaron en manos del gobierno eslovaco (la otra parte del país) que los utilizó, por primera vez en la guerra fronteriza contra Hungría en 1939 (23 de marzo - 4 de abril).
Dos escuadrones colaboraron con la Luftwaffe alemana en la invasión de Polonia (septiembre de 1939) y en la invasión de la Unión Soviética, en la zona de Ucrania (1941). Un año después, uno de los escuadrones de B-534 fue retirado del frente y devuelto a Eslovaquia para participar en tareas contra los grupos partisanos. Debido a los problemas logísticos que suponía para Alemania la presencia de los B-534 en el frente (usaban un combustible diferente a los aviones alemanes), todos los modelos acabaron retirándose del frente del Este y dedicado a tareas de entrenamiento. Sin embargo, el B-534 se resistió a desaparecer del cielo eslovaco. En 1944, la resistencia eslovaca organizó una insurrección armada y tres B-534 disponibles en los aeródromos fueron utilizados por los partisanos en la revuelta. De esta época es el derribo de un Ju-52 por un B-534 sobre un aeródromo polaco en la que está considerada como la última victoria aérea de un biplano.
Tras la partición de Checoslovaquia, 78 B-534 terminaron en manos de la fuerza aérea búlgara. Sólo se tiene noticia de un uso de estos aparatos: fue contra los bombarderos B-24 Liberator que habían participado en la operación "Tidal Wave" contra los pozos petrolíferos de Ploesti el 1 de Agosto de 1943. No tuvieron mucho éxito y si grandes pérdidas. Tras el cambio de gobierno en Bulgaria, los B-534 supervivientes se utilizaron en misiones de ataque a tierra contra las tropas alemanas y en algunos enfrentamientos contra Bf-109. La superioridad de los aviones alemanes fue definitiva en todos estos encuentros.
La Luftwaffe alemana también se quedó con algunos B-534, pero los utilizó como aviones de entrenamiento. Se cree que los alemanes tenían planes para incluir a los B-534 dentro de la dotación del portaaviones Graf Zeppelin que nunca llegó a terminarse.
Ningún B-534 ha llegado a la actualidad. Existen, sin embargo, dos réplicas bastante fidedignas: una en el Museo de la Fuerzas Aéreas de Praga y otra, con algunas piezas originales, en el museo de la aviación del aeropuerto de Kosice (en Eslovaquia).
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Nombre: Avia B-534-IV