Llego hasta aquí
LA ARMADA ALEMANA
(1ª parte)
Dicen las leyendas urbanas de la Segunda Guerra Mundial que el responsable del desarrollo de la Armada le preguntó a Hitler cuando iba a empezar la guerra. Éste le contestó que como muy pronto a mediados de los años 40, entonces los responsables diseñaron un plan para tener la mejor armada del mundo en aquella época. Cuando la guerra empezó en el 39, sólo habían construido los submarinos...
En realidad, la leyenda no es exactamente así, pero es indiferente porque, como muchas, no es cierta. La situación alemana a final de la Primera Guerra Mundial no era muy buena. Derrotada, pero no vencida, su Armada fue "capturada" y repartida entre los países vencedores quienes se negaron a devolverla, dejando a lo alemanes con unos poco cruceros, destructores y lanzatorpedos (8, 16 y 16 para los que tengan curiosidad). Pero lo peor no era eso, sino que el Tratado de Versalles limitaba la construcción de nuevos barcos (concretamente el tonelaje de los barcos) y lo que es más importante, aunque pocas veces se menciona, también limitaba el número de miembros del ejército alemán que podían pertenecer a la Armada. Este número era de 15.000, entre oficiales y marineros, algo insuficiente en comparación con las armadas de otros países. Además, limitaba explícitamente dos clases de construcciones: los submarinos y la aviación militar embarcada.
¿Por qué los Aliados se mostraron tan estrictos con los alemanes en cuestión naval? Para ello hay que comprender la creencia de los vencedores de que la Armada había obligado a rendirse a Alemania. Existía la creencia de que el bloqueo naval contra Alemania había impedido que esta se reabasteciera y había, finalmente, llevado al ejército alemán al límite de su resistencia. Aunque esto es cierto, en realidad, el ejército alemán se había consumido en cinco años de guerra. Los abastecimientos que hubiera podido conseguir por mar podían haber prolongado la guerra, pero no el final. Si la Armada alemana hubiera sido lo suficientemente fuerte como para derrotar a la británica, entonces las tornas hubieran cambiado, pero los alemanes nunca tuvieron esa capacidad ni antes ni después de la Primera Guerra Mundial. Estos estrictos límites impuestos a los alemanes, en realidad, eran una política defensiva de los británicos (y por extensión de los demás) que consideraban que mientras el Reino Unido tuviera la Armada más potente, los alemanes nunca podrían ganar una guerra mundial.
Hay que diferenciar varias épocas en la reconstrucción de la Armada alemana:
La llegada de los nacional socialistas al gobierno en 1933 cambió por completo el panorama de la Armada. El tratado de Versalles fue denunciado. Un posterior acuerdo de control de armamento hecho con los británicos, fue posteriormente denunciado. Finalmente, la Armada alemana tuvo vía libre para su reconstrucción.
Como se observa, no fueron realmente los políticos nazis (como sugiere la leyenda) los que iniciaron la reconstrucción de la Armada, sino que la propia Armada sentó las bases de su reconstrucción mucho antes de la llegada de Hitler al poder. La investigación del arma submarina, el concepto de los acorazados de bolsillo es anterior al gobierno nacionalsocialista, aunque, eso sí, fueron ellos los que permitieron que se pusiera en práctica.
A pesar de la buena sintonía entre la Armada y los nuevos dirigentes alemanes, eso no significaba que coincidieran al 100% en sus planteamientos. para Hitler, la construcción de acorazados y de grandes buques de guerra era fundamental como una herramienta de publicidad internacional, para Raeder se debía dar prioridad a las armas de largo alcance que permitieran globalizar el conflicto. Fruto de estos dos planteamientos nació el Plan Z en que cada parte lo interpretaba de una manera, pero que satisfacía a ambas doctrinas (una gran flota de superficie a Hitler y varias flotas de largo alcance y radio de acción que satisfacía a la Armada). En cualquier caso, dicho plan preveía la construcción de un impresionante flota entre 1938 y 1948 que incluiría 4 portaaviones, 8 acorazados, 5 cruceros de batalla, 8 cruceros pesados (incluyendo acorazados de bolsillo),13 cruceros ligeros, 68 destructores, 246 submarinos y un sin fin de otros buques menores.
Cuando la Segunda Guerra Mundial estalló en 1939, 9 años antes de los previsto por el plan Z, la mayoría de sus previsiones aún estaban en la fase de diseño y, como veremos en siguientes artículos, la fuerza naval alemana no se parecía en nada a lo ideado en el Plan Z, aunque fueron, sin duda, el origen de la leyenda que comentábamos en el primer párrafo.