Llego hasta aquí
LEOPOLD:
La muerte viaja en ferrocarril
- Pueden solicitar lo que deseen para esta misión -dijo un no muy avispado oficial de la Luftwaffe.
- Podríamos contar con el apoyo de un Leopold -contestó el veterano soldado.
La artillería sobre ferrocarril fue más habitual durante la Primera Guerra Mundial, pero su primer uso registrado se remonta a 1862 con el ejército Confederado en la Guerra Civil americana. Sin embargo, su desarrollo como arma, su mayoría de edad, no vendría hasta 1914 con el inicio de la Gran Guerra y la aparición de cañones como "Gran Bertha". Los cañones de largo alcance sobre ferrocarril tenían la movilidad limitada a las vías de ferrocarril y, en general, disparaban desde instalaciones militares preparadas con ramales a la red ferroviaria. Su alcance era enorme y, como anécdota, tras muchos vuelos de reconocimiento e incluso tras acabar la guerra, los franceses no descubrieron los emplazamientos de los "Gran Bertha" que estuvieron castigando París, pero es que estos cañones, con un calibre de 21 cm, tenían un alcance de 120 kilómetros, muy superior a cualquier otro cañón de largo alcance de la época. El éxito de los "Gran Bertha" durante la Primera Guerra Mundial permitió que algunos recursos alemanes cayeran en el desarrollo de un arma de artillería sobre ferrocarriles. El resultado de ese desarrollo fue el Teodor Bruno K de 24 cm, pero que en poco tiempo terminó en el K.5.E de 28 cm o como es más conocido: Leopold. El cañón iba emplazado en una plataforma que controlaba el retroceso y la elevación del arma y en la que también iba una grúa para facilitar la carga de munición. Todo ello se apoyaba sobre dos vagones de ferrocarril con seis ejes para aguantar el sobrepeso. El K5E fue el modelo más numeroso y el más famoso ya que hostigó a las tropas Aliadas en el desembarco de Normandía hasta que estos alcanzaron sus emplazamientos. La aviación no pudo acabar con ellos porque los alemanes los habían colocado junto a túneles y refugios que los hacían invulnerables al bombardeo. Cuando era el momento, sacaban el Leopold, lo armaban y disparaban unas cuantas salvas, rápidamente lo volvían a guardar para evitar el ataque de respuesta de la aviación. Como decíamos, el Leopold fue el modelo más numeroso, pero no el único: el Siegfried K de 38 mm y un alcance superior a 50 kilómetros y el Dora de 80 cm y un alcance superior a los 45 kilómetros, pero nos dedicaremos a ellos en otros artículos. El desarrollo del K5E se inició en 1934 y en Febrero de 1940, antes de la invasión de Francia, había 8 unidades operativas. Al final de la guerra este número se había elevado a 25, aunque algunos ya habían sido destruidos por los Aliados. para transportarlo se utilizaba una locomotora diesel de 40 toneladas y el cañón viajaba en posición horizontal (para evitar que se enganchara con algo). La máxima elevación del cañón era 50º (lo que le limitaba para realizar disparos a corta distancia). Solía llevar 113 cargas de munición (cuando estaba plenamente abastecido), y todas las operaciones del arma (elevación, carga, etc.) se conseguían gracias a un motor eléctrico incorporado al propio arma.
Como anécdota comentar que existió el proyecto para dotar de orugas al Leopold. Nunca se llevó a cabo, pero hubiera sido interesante ver la cara de los oficiales de los Sherman estadounidenses cuando se encontraran con un bicho de estos por las carreteras de Francia.
DATOS PARA COMANDOS DE GUERRA
Datos Inicio: Final: Tipo: Long.: Anch.: Altu.: Peso: PP: D: CC: HE: AP: HP: CH: H: Cad: Esdo: |
Leopold K5E 1940 1945 Artillería ferr. 31 3 3,5 (sin cañón) 218.000 Kg 125 10 283 IV+18/18 - - - - 125 - |