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ANDERS Wladyslaw
1892-1970
Wladyslaw Anders nació en Blonie, cerca de Varsovia (Polonia) antes del inicio del siglo XX. Hijo de un alto funcionario del estado polaco, su carrera militar se vio favorecida por esta circunstancia.
Durante la Primera Guerra Mundial, Anders era un oficial de caballería (primer escuadrón del primer regimiento de lanceros de Krechowiecki) de las tropas del zar ruso luchando contra Alemania. Tras la revolución bolchevique (1917), Anders pasó a formar parte del ejército polaco y luchó, también como oficial de caballería, mandando un escuadrón, contra los soviéticos por la libertad de Polonia.
En 1939 es nombrado general y puesto al mando de una unidad polaca (la brigada de caballería de Novogrodek). En los combates iniciales se distinguió por ser uno de los oficiales polacos que encabezaron cargas a caballo contra los tanques alemanes. A diferencia de sus compatriotas, la carga de Anders en Lidzbark tuvo relativo éxito y él y sus unidades consiguieron romper el cerco alemán. De nada le sirvió la victoria porque días más tarde, Polonia capitulaba y él era detenido y encarcelado por los rusos (parece ser que no habían olvidado su cambio de filas a favor de los polacos en 1917).
Estuvo prisionero de los soviéticos en Lubianka hasta finales de Junio de 1941, fecha en la que fue liberado, debido al avance alemán sobre la Unión Soviética y a las necesidades de estos de formar y reagrupar un ejército con todos los exiliados y prisioneros polacos. Los soviéticos sólo alimentaban a las tropas polacas, pero Anders racionó la comida de sus hombres para poder compartirla con multitud de exiliados y refugiados polacos que se acercaban a su zona de concentración. Muchas mujeres y niños polacos salvaron la vida gracias a esta acción en el duro invierno de 1941. Los británicos y el gobierno en el exilio presionaron duramente a los rusos para que permitiera a los polacos salir del país y finalmente, su ejército, vía Iran, se unió al II Cuerpo polaco en Oriente Medio y fueron integrados en el VIII Ejército de Montgomery. Participaron en toda la campaña del Norte de África y la campaña de Italia. En esta última, él y sus hombres se distinguieron en la batalla de Montecassino y a ellos es atribuible el mérito de haber roto la encarnizada defensa alemana de la ciudad. Aquellos hechos le hicieron merecedor de gran reconocimiento entre los Aliados (que hasta entonces habían mirado al ejército polaco como un compañero de segunda fila), pero Anders también se quedó impresionado por la defensa de los alemanes, escribiendo sobre ellos:
"Los alemanes eran soldados magníficos. En Montecassino la tercera compañía de paracaidistas murió toda ella en el campo de batalla. De la primera compañía sólo sobrevivió un oficial, un suboficial y un soldado."
Siguiendo la campaña de Italia, sus hombres participaron en la liberación de Ancona y Bolonia y en Enero de 1945, el gobierno polaco en el exilio le nombró comandante en jefe de todas las tropas polacas en el sur de Europa. Un nombramiento más honorífico que real porque casi todas las tropas polacas en el sur de Europa ya estaban bajo su mando.
Al acabar la guerra, renunció a volver a Polonia y declaró no reconocer al gobierno comunista que gobernaba en el país. En esta decisión, indudablemente, pesó su experiencia en Lubianka. En 1946 se estableció en Londres, convirtiéndose en un referente para toda la comunidad polaca anticomunista en el exilio.
En 1970 moría en la ciudad de Londres y fue enterrado, por expreso deseo propio, en el cementerio polaco de Montecassino (Italia), junto a sus hombres. Durante muchos años, el gobierno polaco no reconoció la existencia de Anders Wladyslaw ni reconoció sus méritos militares durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Tras la caída del Muro de Berlín, ésta ha sido una de las cosas que el nuevo sistema de gobierno polaco ha rectificado.