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viernes, 19 de abril de 2024


 

BUDËNNYJ Semen Mijailovich

Imagen de Budënnyj

1883-1976

Nació en un pequeño pueblo de Kuban en la Rusia Meridional y fue uno de los pocos militares rusos de la vieja escuela que sobrevivió a Stalin. A mediados de 1917, siendo un cosaco típico, se pasó al bando revolucionario bolchevique por, según dicen sus amigos, un lío de faldas con la novia de un oficial zarista.

Ya en el ejército Rojo obtuvo el mando de una división de caballería distinguiéndose en los  combates de Ucrania y llegándo a ser amigo íntimo de Stalin. De esa época, antes de iniciar una carga, se le atribuye la siguiente frase:

Nuestra situación es desesperada, muchachos. Alegría

Cercano al poder en la época en que Stalin afianzaba su influencia, Budënnyj nunca fue considerado como alguien especialmente inteligente y, posiblemente, ese fue el motivo de que las corrientes renovadores que sacudieron las filas militares en la época de la pre-guerra nunca se fijaran en él, nunca le vieron como un enemigo político. Se destacó en los combates de la revolución de 1917 y en los posterior guerra contra Polonia consiguiendo brillantes victorias en su avance hasta la frontera rumana. En 1935 alcanza el grado de Mariscal y en 1937 le ponen al mando de la región militar de Moscú.

Cuando comenzó la guerra contra Alemania, sus buenas relaciones políticas le habían otorgado el mando del sector meridional entre Kiev y el Mar Negro, haciéndole enfrentarse a dos grandes generales alemanes: Von Runstedt y Kluge. Su sector fue uno de los elegidos por la operación Barbarroja para realizar uno de los avances principales. La escasa preparación de las tropas de Budënnyj, su formación militar anticuada y, sobre todo, los grandes enemigos que tenía enfrente dieron pie a los que otros mariscales rusos llamaron: "la mayor derrota del mundo". 650.000 hombres fueron cercados en Uman de los cuales muchos fueron capturados y otros muchos resultaron muertos, además de innumerable equipo insustituible en esos primeros días de la guerra.

Mijailovich consiguió escapar del cerco en un avión y se presentó en Moscú junto a un comisario político que más tarde alcanzaría renombre: Kruschev. Para cualquier otro mando soviético, aquella derrota hubiera implicado un juicio sumarísimo y la pena más drástica, sin embargo Budënnyj era amigo de Stalin y fue enviado a retaguardia a organizar un ejército en la reserva y más tarde trasladado al frente del Cáucaso bajo las órdenes de Molinovsky.

El Pravda lo definió como "el sable de la revolución", pero la verdad es que fue un mal estratega, peor individuo (mató a su mujer en un arrebato de furia que las autoridades rusas dejaron sin castigo) y sólo le salvaba su capacidad para llevarse bien con los que mandaban y con los soldados bajo su cargo. Tenía una gran popularidad y recibió ocho veces, un récord no igualado, la Orden de Lenin (la última condecoración poco tiempo después del asesinato de su mujer). Tras la guerra fue responsable de varios departamentos menores dentro del Gobierno Soviético (como el departamento de cría de caballos) sin mucho éxito.

Murió siendo muy anciano, pero sin dejar de estar siempre cerca de los que mandaban en la cúpula política. Budënnyj era un superviviente.

 

 

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«Gobernemos gracias al amor y no gracias a la bayoneta.»

Goebbels