Exo – Neopieles

Las neopieles es el nombre que reciben los sujetos que han sido tratados por la técnica aioll para desarrollar unas interesantes capacidades que de otro modo no tendrían. Estos tratamientos suponen una intensa manipulación genética y no está claro como reaccionarían otras naciones si se hiciera más notorio. Ni hay que decir que fuera de la UPG esta nueva «tecnología» es desconocida? por ahora y está limitada a espías y personal militar.

Estas terapias modifican el ADN de los sujetos para que sus pieles expresen una característica que se encuentra por lo general en animales o especies muy raras. He aquí unos ejemplos:

Piel de camaleón: el sujeto puede cambiar de color para imitar lo que le rodea. Esto le permite esconderse con más facilidad. Funciona igual de bien en entornos urbanos y salvajes. Como nota curiosa a pesar de llamarlo de camaleón, en realidad se parece más a la técnica de la sepia.

A efectos de juego, si el personaje está desnudo y no se mueve, obtiene -2GD para esconderse. Si se mueve, esa ventaja es de -1GD Sigue leyendo

Exo – Segunda piel

Segunda piel

Se trata de tecnología aioll: un simbionte que se aferra a la piel del portador, envolviéndolo por completo (aunque puede retraerse parcialmente, dejando ver el rostro del anfitrión). Se alimenta a través de los poros de la piel del anfitrión, absorbiendo su calor, sangre y otros nutrientes, aunque no en cantidad suficiente como para causarle daños. Mientas es llevado puesto, es necesario consumir el doble de líquidos que habitualmente, puesto que de lo contrario se corre el riesgo de deshidratarse. La piel del simbionte parece carne viva, aunque resulta fría al tacto.

La segunda piel protege al portador del calor, del frío, de las radiaciones ultravioletas y de las atmósferas contaminadas, tóxicas, ácidas o agentes irritantes. También proporciona inmunidad contra la mayor parte de microbios y virus comunes, incluso por vía aérea, ya que no son capaces de atravesar las membranas que cierra sus vías respiratorias. Incluso proporciona cierta protección contra el vacío del espacio, suministrando aire al anfitrión durante unos minutos. Además, en combate, la segunda piel proporciona una valiosa protección, sobre todo contra los efectos del fuego. Por último, los simbiontes están dotados con espolones retráctiles; si el anfitrión está dotado con génforos, puede ordenar al simbionte que los extienda, dotándole de unas garras que causa daño tipo I+1. Sigue leyendo