Nave a la que podrían subirse los PJ en el próximo puerto
La Corazón de piedra es un carguero de la clase Ardilla que sirve como base a un grupo de duros mercenarios: los «corazones de piedra» (quienes tras firmar el contrato deben tatuarse un corazón negro en alguna zona visible del cuerpo). El grupo está formado por unos quince miembros; en la actualidad los lidera una tal Carolina (los jefes suelen morir o cambiar a menudo): una humana rubia, fornida y malhablada a la que le gusta mascar (y escupir al suelo) una sustancia negra y maloliente.
Los corazones llevan un tiempo dando tumbos por este brazo de la galaxia, malviviendo como buenamente pueden. Llevan unos cuantos meses muy malos, con escasez de trabajo y un par de clientes morosos, lo que les tiene contra las cuerdas. La nave en sí no es gran cosa, así que siempre que pueden evitan el combate espacial y solo aceptan misiones propias de la infantería planetaria. Por lo general solo contratan a gente que ya sea buena con el mantenimiento técnico o con la violencia. No quieren novatos que no sepan hacer el trabajo y no tienen tiempo para enseñarles el oficio. La paga, cuando la hay, se reparte de forma proporcional al rango personal y el riesgo corrido, pero bastantes de las misiones que aceptan (que obtienen a través de un intermediario externo) podrían no ser del gusto de los PJ de fuertes convicciones morales.
Idea de aventura: tras varios meses sin conseguir un trabajo decente y sin cobrar su paga, varios de los corazones se han hartado y han desertado. Por este motivo Carolina está reclutando caras nuevas para acudir a una misión de protección en un lejano asentamiento de colonos que está teniendo problemas con la fauna local (ver Uluad, pág. 76 del Exobichos). Se trata de la clásica «cacería de bichos», un trabajo aparentemente fácil que en esta ocasión podría resultar no resultar tan sencillo…