Pangea – Seta de la Muerte Azul

Seta de la Muerte Azul

La seta de la Muerte Azul es una especie vegetal que puede encontrarse en muchos rincones de Pangea, aunque siempre en lugares al abrigo de la luz solar, ya sea en bosques especialmente frondosos o al abrigo de la oscuridad de una caverna. No se trata de una seta natural, sino de un tipo desconocido pervertido por la maléfica influencia del Wukran, lo que resulta evidente por su llamativo y poco natural color, así como por el hecho de que parecen desprender cierta luz interior. Parecen poder crecer tanto sobre los troncos de árboles o en la pura roca, y no está claro de qué se nutren.

La seta de la Muerte Azul es extremadamente tóxica. Si se ingiere recién cortada lo más probable es que cause la muerte en cuestión de breves momentos. Pese a esto, en ocasiones hay locos o desesperados que se arriesgan a ello puesto que, si se sobrevive, produce un efecto atenuado extremadamente útil: vuelve invisible a quien la toma.

La seta de la Muerte Azul recibe su nombre del hecho de que tiñe los ojos de quien la consume de un vívido color azul eléctrico, extremadamente llamativo y poco natural, que se va volviendo más y más intenso si se consume repetidamente. Hay historias que afirman que el consumo habitual de esta seta puede llegar a hacer permanente el efecto, pero no se sabe de nadie que haya sobrevivido tanto.

Reglas

Tipo

Seta de la Muerte Azul (Potencia x3)

Efecto completo

Muerte por efecto de letales neurotoxinas en 3d10 plumas (una pluma = 10 latidos). Adicionalmente, los ojos del cadáver se tornan de un tono azul similar al de la propia seta.

Efecto atenuado

La primera vez que se toma la seta vuelve invisible a quien la consume durante 1d10 días, la segunda vez durante 2d10, la tercera durante 3d10, y así sucesivamente…

Adicionalmente, los ojos azules del consumidor le permiten ver criaturas invisibles, por lo que en ocasiones la única manera de detener a alguien que esté empleando las propiedades de esta seta para el mal es arriesgarse a consumir otra. El inquietante tono azulado de las pupilas perdura incluso después de que pasen los efectos de la seta y, a efectos de reglas, se considera un rasgo wukránico menor.

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