Cortarse el pelo en Pangea no es una tarea sencilla. La profesión de peluquero aún no existe y es una labor que se hacen en grupo poniendo el pelo sobre una piedra y cortándolo con otra piedra con los bordes afilados. En ocasiones, si el pelo está muy enredado se puede utilizar un cuchillo de caza para cortar el mechón rebelde. Sin embargo, cortarse el pelo no es lo habitual y los habitantes de Pangea tienden a lucir largas melenas.
Las agujas de pelo se fabrican con huesos largos de animales a los que se les da forma puntiaguda mediante desgaste y algunas razas, como los tikki, decoran uno de los extremos tallando formas geométricas y diversos símbolos. Los dwandir hacen las agujas de pelo con madera, pero son la excepción, el resto parece tener preferencia por el hueso.
No es un objeto limitado a un solo sexo y pueden llevarlo tanto varones como hembras. Existe una versión reducida en tamaño de las agujas que algunos dwaldur utilizan para las barbas. Las agujas de pelo no se utilizan en las ceremonias ni en las recepciones ni ante extraños o visitantes. Es un objeto de uso cotidiano que se utiliza para recoger el pelo y que no moleste mientras se caza, se recolecta fruta o se hace la comida.
El procedimiento de uso es sencillo, se recoge el cabello girándolo sobre si mismo hasta que forma un moño y luego se clavan una o más agujas de pelo para mantenerlo en su sitio. Si el recogido está bien hecho y el usuario tiene cuidado, las agujas pueden sujetar el pelo por una mano de puños o más. Si se realiza alguna actividad física intensa (como cazar) el recogido durará bastante menos.
Las agujas de pelo es uno de los objetos que los comerciantes suelen incluir en su catálogo. Hay cierta distinción social por utilizar frente a amigos o vecinos agujas de pelo de lugares lejanos y las más cotizadas son las agujas de pelo tikki por sus elaboradas decoraciones.