Las ametralladoras fueron las reinas del campo de batalla de la Primera Guerra Mundial. Su potencia de fuego era casi indiscutible hasta la llegada de los primeros carros de combate. Por ello, los ametralladores eran el objetivo más buscado por los francotiradores enemigos, razón por la cual, los fabricantes de ametralladoras de la época solían equiparlas con un escudo de protección para el tirador. El exceso de peso no era muy importante porque las posiciones no variaron mucho en los frentes principales de la guerra.
Algunas ametralladoras de la segunda guerra mundial aún mantenían ese escudo como una herencia de su pasado bélico, pero lo cierto es que sus dotaciones se deshacían de él, si era posible, a la mínima oportunidad. Aún así, no era raro ver estos escudos de protección en ametralladoras fijas, ya sea en posiciones defensivas o, mas habitualmente, en vehículos y embarcaciones.
El blindaje de los escudos de ametralladoras no se considera un blindaje de vehículos a efectos de los disparos de infantería. Es decir, no se divide por la mitad y pueden reducir el blindaje. En otras palabras, las reglas de la página 158 del libro básico (Armas de Infantería contra Blindajes) no se aplican.
No se debe considerar que una persona tras un escudo de una ametralladora está en cobertura media o total según las reglas de la página 118 del libro básico. Los modificadores aplicables por cobertura hacen referencia a la visibilidad del objetivo y no a la protección. Es decir, aunque el personaje esté detrás del escudo de una ametralladora, se le seguirá viendo igual. De acuerdo, se verá el escudo y no al tirador, pero no deja de ser un objetivo válido. Normalmente, la dotación de la ametralladora estará agachada o detrás de un parapeto y se le podrá aplicar la cobertura media, pero esto no será debido al escudo, sino a los otros factores.
Los escudos de las ametralladoras no son muy grandes. Generalmente protegerán la cabeza, el pecho y los brazos. El abdomen y las piernas estarán fuera de su protección (aunque, como hemos dicho, lo normal es que estén ocultos tras un parapeto o similar). Los escudos más pequeños (en un lateral del arma), sólo protegen la cabeza y el brazo que dispara, dejando el resto expuesto. En general, el escudo del arma no protege a la persona que ayuda con la munición. Si un disparo alcanza una localización cubierta por el escudo del arma, primero se deben restar los puntos de resistencia del escudo y sólo si sobran estos alcanzarán al tirador en la localización indicada. Además, la mitad, redondeando hacia abajo, de los puntos de daño recibidos se restarán de los puntos de blindaje del escudo en esa localización.
A modo de sugerencia para los DJ:
- – escudos de ametralladoras ligeras: 10 puntos de resistencia.
- – escudos de ametralladoras pesadas: 15 puntos de resistencia.
- – escudos de ametralladoras sobre vehículos: 20 puntos de resistencia.
- – escudos en embarcaciones: 25 o más puntos de resistencia.
Ejemplo: un personaje con una ametralladora con un escudo pequeño (10 puntos de blinda, cobertura en cabeza y brazo derecho) recibe un disparo de 16 puntos de daño en el brazo. El escudo absorberá los 10 primeros puntos, pero 6 pasarán y herirán al tirador. Además, para los siguientes disparos, el escudo, en la zona del brazo (no en la cabeza), tendrá sólo 2 puntos (16/2 = 8 y 10-8 = 2).
Si una localización del escudo llega a cero puntos de resistencia, todo el escudo quedará inutilizado y ya no protegerá al tirador. A juicio del DJ, el escudo dañado podría suponer una penalización de un grado de dificultad al tirador.