(II, I, III)
Conocida como Enfermedad del Gigantismo Local, el Bavaria Braoderma ha hecho reciente aparición en diversos planetas del Sector Libertad donde, según la publicidad libertaria, ha sido llevado por agente extranjeros. Las malas condiciones sanitarias en algunos planetas es, quizás, una causa más probable de su reciente extensión.
Se trata de un gusano microscópico que se trasmite por contacto y aunque casi no afecta a las especies con abundante vello corporal (como los lixnel), si pueden ser portadores de la misma. Se conocen casos de transmisión a través de animales domésticos o ganado, incluso a través de la picadura de insectos. El bavaria puede vivir en estado larvario en casi cualquier piel (excepto la de los wu y, naturalmente, los ognis) donde se alimenta de otros seres microscópicos y se mueve lentamente hasta alcanzar algún orificio, generalmente respiratorio. La picadura de insectos portadores de larvas es muy contagiosa porque introducen a la bavaria directamente en el torrente sanguíneo.
Tras introducirse en el cuerpo, sufre una metamorfosis que lo convierte en un gusano de apenas 5 micras de longitud. El bavaria, una vez alcanza el sistema linfático (o equivalente), empieza a producir una serie de cadenas proteínicas que provocan el crecimiento anormal de la parte del cuerpo infectada (el dado Exo en la TA de infección). Al parecer, el bavaria se alimenta del exceso de tejido, pero éste crece mucho más de lo que él necesita o es capaz de devorar. Los científicos no se ponen de acuerdo sobre este extraño comportamiento, pero aún no se conocen los mecanismos reproductivos del gusano y se especula que la causa podría estar ahí.
Un afectado de bavaria podría contagiarse a sí mismo y que otra zona de su cuerpo quede afectada, provocando que también crezca de forma desmesurada y descontrolada. Si el proceso continúa, el paciente acabará muriendo bien asfixiado a causa de un crecimiento anómalo del pecho o el abdomen, o bien de un infarto al corazón, debido a un crecimiento excesivo es su o sus cajas torácicas, o bien de la necrosis de los tejidos más hinchados ya que el sistema sanguíneo no acompaña al crecimiento anómalo del organismo.
La mejor prevención contra el bavaria es la higiene. Las larvas son vulnerables a casi cualquier agente de limpieza, pero la limpieza debe ser exhaustiva y meticulosa. Al parecer, la presencia de vello corporal (o más exactamente de las glándulas sebáceas asociadas a éste) dificulta la movilidad de las larvas. Es por ello que existe la errónea creencia de que las especies con vello, como los lixnel, son inmunes al contagio. Pueden contagiarse y transmitir la enfermedad igual que otros, pero es más difícil que se contagien (+10 a la TA de contagio si el dado Exo indica una zona con abundante vello; por ejemplo, la cabeza en los humanos o todo el cuerpo en los lixnel).
Eliminar la enfermedad cuando se presentan los primeros síntomas, primero bultos en la piel, es fácil: una TA de Medicina exitosa (para matar a los gusanos) acompañada de varias sesiones de higiene de la piel (para eliminar las larvas) es suficiente para curar al enfermo; sin embargo, si la hinchazón ya es evidente, el paciente deberá estar varios días en tratamiento en un TRA que eliminará los gusanos y las larvas y reducirá el tejido extra mediante cirugía. Este mismo tratamiento puede hacerse sin TRA, pero requiere una TA de medicina para eliminar los gusanos, la higiene para eliminar las larvas y una segunda TA de Medicina para hacer la cirugía de reducción de la zona afectada. Esta cirugía manual, en cualquier caso, dejará cicatrices evidentes en el cuerpo del paciente.
Rumores sin confirmar aseguran que los tyranos, que son especialmente vulnerables a la enfermedad debido a la ausencia de vello, están sometiendo a los refugiados abritas a procesos obligatorios de limpieza contra el Bavaria Braoderma. Los abritas, por su parte, también son bastante vulnerables a esta enfermedad al tener un orificio bucal tan grande. Sin embargo, otras fuentes aseguran que esta campaña de limpieza es un engaño y que los abritas tratados en las duchas comunales nunca vuelven de ellas.